Blogia
ofloda

Diario personal

NUEVA ETAPA : RECUERDOS PERSONALES 06/02/09

NUEVA ETAPA : RECUERDOS PERSONALES 06/02/09

Algún día debería de extirpar mi pereza, mi inconstancia, mi falta de perseverancia. Me planteo muchos ordenamientos y ejecuciones y no tardo demasiado en que se conviertan en castillos en el aire. Al menos este modesto lugar de vivencias y opiniones lo he mantenido con cierto decoro, hasta el mes de setiembre, a mediados, que le puse un inesperado freno.

Bueno intentaré retornar, pero al contrario que nuestro mejor expresidente de la democracia, claro está, en mi opinión, pero que he recabado muchos coincidentes conmigo y la propia prensa en general, así lo ha manifestado, me refiero al postergado por la enfermedad D. ADOLFO SÚAREZ GONZÁLEZ, yo también me llamo Adolfo pero ‘NO PUEDO PROMETER Y PROMETO’ como él dijo, yo, quizás soy la cruz de esa moneda.

Pues ya digo, a mis pasado sesenta años, hiberno y estivo, como los caracoles que pueden dormir hasta 3 años y ejemplares de otras muchas especies que también entran en sus letargos. Entonces vegeto y, hasta, me mineralizo y esa inconstancia se hace patente.

Reaparezco, hoy día 6 (día que escribí el artículo) un momento, en homenaje a mi santa madre, hoy cumpliría 95 años, falleció, tras larga enfermedad, hace 1 año y 3 meses y como dedicación a ella intentaré reiniciar nueva etapa sobre estas curiosidades y opiniones, quizá no sean tan a menudo como antes más trataré de darles algo de dedicación.

TEÓFILA (el nombre de mi madre), significa ‘el amor de Dios’, en árabe y masculino, es ABDUL, tengo un conocido senegalés que se llama así. Deseo que si existe un cielo o paraíso, aunque católico, me siembran las dudas de estos temas, ¡celebremos con ella su cumpleaños!. Con lágrimas en los ojos por tu ausencia, aunque sea merecido descanso entono el ‘CUMPLEAÑOS FELIZ’.

Te deseamos todos los que te queremos.

Bendita tú eres.

 

MALDITOS CARACTERES

MALDITOS CARACTERES

Este relato es una autocrítica, no sin amplios merecimientos, no estoy orgulloso de tener que hacerlo pero, casi, me siento obligado por las circunstancias a las que me conduce mi veleta. Me considero una persona de buena educación, por una parte, por la realización de estudios bien aprovechados, después porque la curiosidad siempre me servido de acicate para adentrarme en conocimientos diversos. Aparte soy persona respetuosa, en mis 40 años de trabajo en un banco, 25 años fue director de Sucursal, con lo cual, algo que tenía, una timidez tremenda, tuvo que espabilarse para despertar al trato de la relación pública, de aquí también saqué conclusiones de muchos oficios, empresas, trato diverso con gente, lo que fomenta una sicología por práctica y dejé en ella una estela de buen hacer, entre compañeros de oficina y entre clientela con la que traté. Pero, ya llega el pero, no todo iban a ser elogios porque sino no habría autocrítica, nunca es mi intención hacerle daño a nadie pero, alguna influencia demoníaca, aunque yo me crea no supersticioso me debe de conducir, en ocasiones, contracorriente y me hace pasar de la dulzura a la grosería, además esto lo he observado que ha tenido un incremento, sobre todo y por poner una fecha a partir de los 50, no sé si será porque el riesgo corrido por operaciones a corazón abierto, de colon por rotura infectada, ambas con peligro de muerte, me han hecho depresivo, eso unido a ciertos celos que tengo en cuanto aprecio a alguien, hacen una mezcla explosiva de, para mí, difícil superación, cuando me doy cuenta, que me la doy, ya es tarde, ya el mal está hecho y alguien, siempre personas a las que cuanto más quiero más les perjudico, insisto no sé si mis neuronas, cada vez, más envejecidas, se están trastocando. Me convierten en un cascarrabias de mal tono, injurioso y desagradable, e insisto cuando más pretendo evitarlo, en el momento inesperado vuelve a saltar la liebre.

Por eso pido y solicito ayuda de las personas que se sientan agraviadas por mis salidas extemporáneas, pido comprensión, animación, consejo no sin reprimenda quien me conoce bien sabe de mis buenos detalles unidos a la de esa maldita pócima que parece alguien me suministra para soltar sapos y culebras.

Perdón, humildemente de rodillas, a todos mis damnificados y aunque no muy religioso practicante pediré a Dios me dé fuerzas para una retención de momentos imprecisos.

 

 

DEBO DE PEDIR DISCULPAS A MIS LECTOR@S

DEBO DE PEDIR DISCULPAS A MIS LECTOR@S

Voy a ser claro y honesto como siempre he pretendido en mis comentarios. La pereza que figura en las lista de los pecados capitales en último lugar, en mi ranking se ha convertido en la primera. Quizá está algo justificada por un estado de salud no en las mejores condiciones, mi estado apático, depresivo y abúlico, ha hecho de mi un paria para estos menesteres que tanto me entretienen. El caso es que tengo muchos escritos desde que dejé de publicar a finales de febrero, pero luego día tras día, se iban amontonando sin pasarlos a mi Words y posteriormente al Blogia. Como no soy muy firme en mi voluntad, no voy a decir lo que mi dijo mi tocayo ‘D.Adolfo Suárez’ “puedo prometer y prometo...” yo diré “intentaré hacer pero no lo prometo”. Antes de empezar ya me estoy escudando pero, es que me temo a mi mismo. A ver si esto arrecia mi voluntad y puedo sacar partido del intento que voy a hacer.

Ya digo un saludo a todos, si es que queda alguno, iré avisando a los cuatro que se me leían por si tienen interés en reverdecer mis momentos normales.

Un abrazo y todas mis disculpas.

 

 

EXCURSIONES IMPREVISTAS

EXCURSIONES IMPREVISTAS Llevamos unos 20 días, mi mujer y yo, que hemos recuperado la buena costumbre de salir entre 9 y 9 y ¼ de la mañana a los alrededores (ya que el parque está en medio de una gran obra de remodelación de la famosa M-30 de Madrid), pero la calle por la que accedíamos al interior del parque, llamado de la Arganzuela y (nombre del distrito donde habitamos) y fundado el año 1969 siendo alcalde de Madrid el Sr. Arias Navarro que, posteriormente, siendo Presidente del Gobierno, el año 1973, fue asesinado en un gran atentado de ETA que levantó el coche en el que viajaba más de 25 metros de altura yendo a caer dentro del gran patio de un edificio del barrio de Salamanca; pues bien la calle colindante con este parque se llama paseo de Yeserías y tiene unas aceras muy amplias unos 15 metros y muy arboladas, con una calzada de seis carriles, pero no de un tráfico intenso, lo que produce menos contaminación. Bueno pues un día de la semana pasada, saldría en conversación algo relacionado con tiempos anteriores y me dijo que le gustaría ir un día a Mora de Toledo, donde vivió, siendo pequeña unos 5 o 6 años y sus abuelos por parte de padre y su propio padre eran de allí, aunque éste último desde pequeño se vino a vivir a Madrid. Pues bien, ante este deseo yo soy de resolución rápida, si me lo pienso mucho no lo hago y le dije pues la semana que viene el martes tengo yo revisión médica el martes, así que nos vamos el miércoles. Consulte la predicción del Instituto Nacional de Meteorología y decía que estaría seminuboso, frío y con ventisca. Así resultó. Bueno luego viene ya empezar a narrar los avatares del viaje. Nada muy importante de resaltar pero sí para detallar el desarrollo del día. Bien tras consultar en internet vi que el único medio que había directo era un autobús de la empresa Samar que hace el recorrido entre Madrid y Mora de Toledo (en esa provincia que apellida al pueblo) a 100 kms de Madrid. Hay poco servicio y al día solo tres autobuses hacen el recorrido, a las 11, a las 14 y a las 19. También quedaba la alternativa de ir a Toledo y desde ahí al pueblo (30 kms) hay una empresa que sale cada hora. En las horas en punto en ida y vuelta. Luego en Toledo, al llegar a la dársena, subes al despacho de billetes y hay una empresa  La Continental que sale cada hora hacia Madrid y, además, viene directo y sin paradas intermedias.Bueno pues la historia empieza con que salimos de casa a las 9 y media porque el autobús que nos lleva a la estación de autobuses, aunque no es un camino demasiado largo pero no tiene mucho servicio pero, basta que íbamos sin prisa para que fue llegar a la parada y llegar el autobús, total que llegamos, sacamos los billetes y faltaba hora y cuarto para que saliera el autocar. Llevábamos un buen rato sentados y nos reímos pensando en que si después de aguantar tanto tiempo para salir, nos despistáramos y perdiéramos el autobús. Bueno pues se inicia el periplo, salimos de Madrid a las 11 y yo pensando en esos 100 kms pensé que en hora u hora y cuarto estaríamos, le pregunto al conductor y me dice que pretende llegar a la una, claro le pregunté que como tanto y ya me explicó que es que hacía paradas intermedias y por ejemplo, solo en la estación de Toledo, permanecía unos 20 minutos, ahí se llenó el autocar, que luego supe que iba hasta otro pueblo, también de Toledo, que se llama Madridejos, 46 kms más lejos de Mora que está a 30 de Toledo, buena autovía, pero aún hizo luego un par de paradas más una próxima a un pueblo llamado Nambroca, otra entrando al pueblo de Almonacid, luego otra próxima a Mascaraque y ya a la Estación de Mora, donde llegamos a la una menos cuarto. Se me olvidó el detalle que al salir de la estación de Toledo, circunda la ciudad en su casco antigua y que está en alto monte, que le rodea el río Tajo, y se divisa el famoso Alcázar y la torre de la fantástica catedral.Bueno pues como Mora es un pueblo de unos 10.000 habitantes no tiene demasiado que ver pero, a mi mujer le resultaba curioso pensando en aquellos pocos años que vivió pero siendo muy pequeña, total que llegamos a la iglesia, como siempre unos de los mejores edificios de cualquier pueblo, con aspecto de catedral románica, tomé unas fotos, llegamos a la calle Orgaz que es donde ella había vivido, pero como todo está remozado pues dudaba entre dos casas del sitio donde pudo vivir. Hay una curiosidad en este pueblo y es que las puertas de las casas, aunque sean nuevas, son de cuarterones estilo castellano y por delante de las puertas tienen unas vistosas cortinas. Me explicó mi mujer que eso ya existía cuando ella vivía y como por entonces no reinaba tanto el chorizeo en verano servía para tener las puertas abiertas y a través de esta cortina entraba el fresco nocturno en los calurosos veranos manchegos.También otra calle que recordaba y próxima a esta de Orgaz, está la calle Ancha, por ella salimos a la Plaza de la Constitución, muy remozada, han quitado el antiguo templete de la música y han puesto una fuente. Hay muchos bancos en una piedra de tipo granítico pero con tonos rosáceos y blancos. En esta plaza esta el Ayuntamiento, de estilo mudéjar, con una cúpula que remata la torre a modo de cimborrio reluciente en tono dorado, precioso, desde luego. En la fachada hay una placa que homenajea a los muertos del pueblo en la campaña de África entre los años 1907 y 1927. Entramos en un bar-cervecería llamado Metrópolis, tomamos una cerveza y nos pusieron de aperitivo una fuentecita con 10 albóndigas en salsa, ¡vamos una pasada!. Por conocer otro lugar fuimos a una próxima, más antigua que se llama Casa Ricardo, dentro del local hay fotos del pueblo de hace unos 50 o más años. Bien como ya habíamos visto el restaurante de la cafetería anterior y nos pareció bien, regresamos. Un restaurante con 10 mesas, pero muy elegante para la categoría de un pueblo manchego. Mesas ‘bien vestidas’, una vajilla modernista en cada mesa de tonos diferentes platos blancos pero con rebordes de tres dedos en dibujos de colores vivos, amarillo, rojo, azul, verde, etc, es decir en cada mesa de un color. Copas modernas y bien talladas para agua y vino y cubertería adecuada al nivel. Tomamos un menú de 18€ que consistía en una ensalada de ahumados con salmón, anchoa, bacalao, atún, tomates cherrys y kiwis, presentado en una bandeja alargada y muy bien colocado y abundante. El segundo plato una gran fuente con 6 chuletillas de cordero lechal muy bien hechas a la plancha y unas estupendas patatas panadera. El postre ya lo pasamos y en su lugar ella tomó café y yo un vasito de güisqui con hielo. Ya digo, muy buena relación categoría, calidad y precio.Bueno antes de comer y cuando salimos de tomar una tapa de la Cervecería Ricardo en una tahona-pastelería, compró pan candeal del pueblo y unas bolsas que cada una de ellas contenía 12 pastas de unos 8 cms de diámetro, llamadas vinillos con ligero sabor anisado y perronillas de un estilo parecido pero algo más dulce. Este tipo de pasta ya los comió ella de pequeña y le hizo ilusión que encima fueran, todavía, fabricadas artesanalmente. Yo en la cervecería había lotería nacional para el sábado y siempre me gusta coger un décimo cuando piso una localidad diferente a la mía y también dos cupones de la ONCE, pero todo se quedó en que fueron a parar a mi archivo de deshechos de papel, es decir papelera.Bien pues una vez acabada la comida, pensamos que al tener ya poco que hacer allí y encima del viento y frío que hacía cogimos un autocar a las 4 que nos llevó a Toledo a las 4:35, saqué billetes para Madrid en otra empresa La Continental y salía a las 5, a las 6 llegamos a Madrid, a casa a las 6 y media porque, como dije antes con el autobús que nos deja puerta a puerta desde la estación, como no tengas suerte te tiras media hora esperando.En resumen un viaje curioso, sin otro objetivo que hacer un recordatorio de los tiempos de su niñez. Tomé unas fotografías de ciertas curiosidades del pueblo y quedamos a la espera de otro día volver a practicar algún tipo de turismo interior. Aunque mis preferencias se decanten hacia la mar.Espero os haya detallado las cosas con la intención de que es como si las estuvierais viendo.Como remate se me olvidaba que en este pueblo, Mora de Toledo, con un número de olivares que llegan al millón y medio, pues la última semana de abril se celebra una fiesta de gran tono dedicada a este árbol de retorcido tronco bonitas hojas de un verde peculiar y con un fruto exquisito, la aceituna, puede ser verde o negra y de ella se extrae el mejor aceite del mundo para cocinar, freír, tomar en pan, comer como tapa con diferentes aliños y preparaciones. Con este motivo, ya ahora en el mes de febrero en el restaurante Metrópolis donde comimos tenía un menú especial llamado del Olivo, todo elaborado con degustaciones sobre elaboraciones de aceite incluidos postres, no me traje una carta pero era digna de leer. El menú, abundante tiene un precio de 35€, aunque halla sido fuera ya de contexto, pero no quería perder la ocasión de que tuvierais la oportunidad (incluso es curiosa ver la web (www.fiestadelolivo.es).  Hasta otra de nuevo. Mis saludos a todos.

 IMAGEN: AYUNTAMIENTO DE MORA DE TOLEDO

MIS AMARGOS ENEROS

MIS AMARGOS ENEROS Mi mal inicio del año 2008, como ya lo fuera el de 2007 y de 1.999, hacen del mes de enero un mes temido para mí que, sin pretender supersticiones, algo que creo no llegar a tener, aunque todos, en algún momento, demos atisbos de estar agremiados a esta creencia en maleficios por diferentes causas. Casi todas ellas provienen de una tradiciones que han sido transmitidas de padres a hijos, porque aunque se les achaca, esta circunstancia, a las mujeres, no deja de haber hombres, y muchos, aferrados a estas falsas teorías. Es como cuando hablamos del ateo absoluto y este en un mal momento dice ‘¡Dios esto no es posible!, no concuerda, claro, ese agnosticismo con la expresión que le sale del alma, aunque tampoco crea en ella.  Pues como decía, ciertos meses de enero se han cebado en desastres personales, de los cuales, hasta ahora he ido saliendo. Narrando cronológicamente, en 1999 operación de corazón extracorpórea con colación de válvula metálica aórtica. Este me obliga a diversas revisiones anuales unas más suaves otras más agudas y molestas. En 2007, desde mediados, molestias lumbares en principio que se van trasladando a la zona púbica derecha, hasta casi no permitirme dar pasos aparte de los tremendos dolores que soporto con tal de no ir al hospital. Los tratamientos de la médica de familia no han surtido efecto. Ya el dos de febrero mi mujer toma la iniciativa de llamar al teléfono de socorro al 112, se pone un médico y al contarle mis síntomas, dice que de inmediato envía una ambulancia para que me trasladen a la Clínica de la Concepción. Resulta ser algo gravísimo, una perforación de intestino, en el colon descendente unido a una peritonitis aguda y también infectada. Palabras textuales a mi mujer la noche del día 2 de febrero son que si consigo pasar la noche, cosa que dudan por mi moribundo estado y mis bajísimas constantes vitales me trataran de operar el día 3. Bien pues tras aplicarme 6 bolsas de sangre y 3 de plasma, reactivan algo mi organismo y un equipo dirigido por la cirujana de guardia Dra. Sonia Rivas (una lince, entre sus compañeros), mujer de entorno a los 40 años, me cortan el colon, es decir me practican una colostomía y me implantan una bolsa ventral en el lado izquierdo para hacer mis deposiciones. Con todo el engorro que ello supone y que mi santa ha sobrellevado con todo el esfuerzo que ello conlleva, cambiando bolsas a cada momento, y lo peor los soportes de estas cada 4 días que van pegados a la piel y cada vez que se recambian ves todas las galaxias del firmamento, con nombre y apellidos. Esto durante 8 meses y encima de ese trabajo, ignoto para ella, pero llevado con gran sacrificio le quedaba tiempo para tratar de reanimarme y consolarme, porque mi depresión primaria fue total. El 31 de octubre me reconstruyeron mi colon a la normalidad, algo que creo, técnicamente, llaman ‘hartman’ y ya para concluir mis circunstancias propias del mes de enero el 17 de este mes en el que estamos de 2008, una bajada de glucosa a la salida del bar, donde suelo ir por las tardes y esperando el semáforo para cruzar, de buenas a primeras me caigo de espalda sirviendo la parte baja de mi columna vertebral, zona del cóccix y trasera, frenan una caída más brusca que me hubiera afectado, directamente, a la nuca donde llevé también buen golpe, así como luego advertí toda la zona del lado derecho, se ve que al ser votante del PP (me ladeé hacia esa tendencia, hay que hacer algo de broma en toda esta jungla de debilidades), bien pues en el bar había tomado mis tres clásicos chupitos de güisqui habituales que, unidos a la mencionada bajada de glucemia, me proporcionaron este nuevo desaguisado eneril. Se armó a mí alrededor el consecuente revuelo porque al estar próximo al bar el dueño que además es enfermero del Consultorio adonde acudo, avisaron a mi mujer a través de Joaquín empleado del bar y al Samur, del servicio de urgencias médicas de Madrid. Vino primero una UVI móvil y me detectaron esa hipoglucemia, yo ya de por sí hipertenso estando en cifras a menudo de 180 y con tratamiento de 4 pastillas diarias, me había bajado a 50, ello unido a que ese día el alcohol acostumbrado lo debí de ‘interpretar’ de peor grado hicieron que se uniera al informe de la hipoglucemia con cierta intoxicación etílica. Diciendo en informe estos datos y aunque dicen que sin perder la conciencia pero yo recuerdo poco, el caso es que mis señas las tuve que proporcionar yo, porque nadie de los presentes conocía mi domicilio. Llamaron una ambulancia para que me trasladasen a la clínica de la  Concepción y me ingresaron en Urgencias, donde me hicieron las pruebas pertinentes, corroborando lo dictaminado por el Samur, en ese momento yo ya estaba plenamente consciente, incluso sin sentir mareo alguno, me aplicaron además un miligramo de sintrom puesto que la coagulación la tenía algo baja en cifra de 2, cuando mis parámetros están comprendidos entre 2,5 y 3,5, aparte de las pruebas y sueros que me aplicaron. Allí pasé la noche y dejaron entrar a mi mujer pasadas las doce de la noche para que se despidiera, tranquilizándole ya al decirle que todo estaba bajo control y sin problema y le dijeron que viniera a partir de las 8 del día siguiente que me darían el alta. Pero a las 6 y media de la mañana una Dra. Joven de nombre Catalina, los apellidos no recuerdo ahora, me hizo una serie de pruebas de estabilidad y movimientos articulares y al observar una buena reacción me dijo que me vistiera y que me podía ir. Le advertí que no tenía dinero y que tendría que esperar a mi señora hasta las 8 que le dijeron viniera a lo que me contestó que le esperara en la sala de espera. Me vestí sin ayudas, me quitaron la vía de la mano derecha por donde me había hecho analítica, toda normal excepto el índice de alcohol y azúcar en principio, ya a las 3 de la mañana la glucosa estaba en sus valores normales auténticos 103 (el índice se comprende entre 90 y 115) Salí a la oficina de Urgencias y les pedí que llamaran a mi mujer dada la situación de penuria en que me encontraba y no tener que esperar baldíamente hasta las 8 como mínimo, así lo hicieron y Maribel, ‘mi jefa’ llegó en unos 40 minutos, ya que vivimos a una ½ en taxi aún con poco tráfico.Cuando llegué a casa, salieron a relucir todos mis dolores y hematomas del ‘porrazo’ que me había dado y además a esto se unió un ataque de vértigo, cosa que ya me ocurrió hace tiempo, todo me daba vueltas y me caía hacia atrás en cuanto no me sujetara en algo. Así que he pasado dos días y medio casi sin salir de la cama, lo justo para las propias necesidades, algo de aseo y la hora de la comida que, curiosamente, he llevado bien. El día 22, desde el 17 que tuve la caída sobre las 9 de la noche, es el primer día que he salido a la calle a cumplir con mis leyendas de artículos y tratar de contar mis peripecias, esta vez el güisqui ha sido sustituido por café americano con hielo y rodaja de limón y en el otro bar dos botellines de cerveza sin alcohol. El gato escaldado... Ya veremos cuanto dura este control porque la voluntad no es una de mis especialidades.Un saludo a todos y, por supuesto, yo más que nadie celebro estar aquí presente, por mucho que se alegren los que me quieran.

MAMÁ TEO SE HA IDO, AUNQUE NOS QUEDARÁ SIEMPRE PRESENTE

MAMÁ TEO SE HA IDO, AUNQUE NOS QUEDARÁ SIEMPRE PRESENTE No es fácil el mismo día de su entierro (23/11/07) hacer un escrito con tintes de alegría u optimismo pero, sé que ella, si fuera o estuviera consciente en alma lo desearía.En dos o tres años vivió varias facetas degenerativas que iban menoscabando su persona. Pasó de animal muy racional a vegetal, para terminar siendo roca o mineral erosionado y cada día más. Teófila significa en griego la amada de Dios. Ha sido la más longeva de su familia, 93 años, seguida en orden de edades de fallecimiento por su padre, 92, su hermana (uña y carne 91, ambas fallecidas el mismo año 2007),  su madre 89, su hija 57, su amado marido 49 y un hijo de 2 años, al que quizá yo vine a sustituir.

Muere en la madrugada, 2 de la mañana, del día 22, Santa Cecilia, patrona de la música. Yo creo que hubiera preferido, si música hubiera habido, el Himno a la alegría que una ‘marcha fúnebre’. Desde donde este abogará por el bien de los suyo y el de todos. Casi analfabeta, pero con buenos modales y mejore sentimientos, ‘economista emérita’, hizo auténticos milagros para soslayar el hambre en su casa, con los escasos recursos que contaba hizo magia y cual ‘ hormiga profesional’ , solo le gustaba de la cigarra el canto pero no su ‘modus vivendi’. Gracias mamá, dejas un huérfano ya mayorcito pero para ti tu niño. Gracias por tu gran dedicación y tu inmenso corazón. Adiós mi reina.

Foto el día de su cumpleaños 90 años  6-2-2004 con su segundo biznieto hijo de mi sobrina, llamado Germán.

 

HOMENAJE A UNA MEMORIA FAMILIAR (08/04/06)

HOMENAJE A UNA MEMORIA FAMILIAR (08/04/06) Debo esmerarme hoy, debo hacer un intento de superación dentro de mis posibilidades de escritor aficionado. Todo el esfuerzo que me exijo es poco, otra cosa es que mi buena voluntad sea capaz y suficiente de alcanzar mi deseo da hacerlo bien. El tema quiere rendir recuerdo y evocación de mi única hermana, por una parte hermana por mujer y segundo porque al hermano intermedio entre ella y yo no lo llegué a conocer por fallecimiento prematuro. Bueno pues Pili, Pilar, algo por la diferencia de edad que nos separaba fue como una segunda madre para mí. Mi padre desaparecido por muerte temprana, antes de los 50 años, de un derrame pancreático imprevisto y raudo. Nunca se la había conocido enfermedad serie. Ese derrame que, hoy en día, tendría alguna posibilidad de solución y que se le presentó repentino, se lo llevó por delante en cuatro días. Tras operación previa donde un afamado doctor de la época cruda y fríamente como suelen hacer los médicos, quizá esté en su obligación, le dijo a mi madre que la intervención era un intento por tratar de hacer o ver todas las posibilidades pero que tenía un 75% de posibilidades de fallecimiento incluso en la operación y si algo un poco sobrenatural le salvaba sería para trasladarlo a un manicomio (llamados así en la época a los centros de deficientes mentales). No sé trataba de elegir, pero era mejor que acompañara a la parca, la opción de vida era todavía más triste. Como decía al producirse esta circunstancia, mi madre por un lado, joven todavía, se llevaba 8 años con mi padre y mi hermana mayor y ya tenía un modesto trabajo en una gestoría (lugar donde se tramitaban papeleos burocráticos), con toda la responsabilidad, ya que el gestor le dio toda la confianza y ella hacía y deshacía pero con un modestísimo sueldo era la que aportaba para el modesto sustento familiar ya que la pensión que le quedo a mi madre era paupérrima y de no ser por mi hermana, mi madre sin preparación cultural alguna no hubiera tenido otra alternativa que salir a profesión de criada, asistenta o limpiadora, todo ello muy digno, pero se evitó, ya digo por mi hermana. A mí eso me pilló antes de acabar el primer ciclo del bachillerato con unos 12 años. Ya digo mi hermana, con muy superior preparación cultural que mi madre, tomó esa responsabilidad y para ella, persona inteligente, pero muy mojigata se ocupó tanto de mí que me ‘asfixiaba’ con sus cuidados, temores y recelos de que yo me desviara..
Bueno pues en esta efímera presentación de mi hermana que falleció hace 13 años de cáncer de útero, después de un cáncer de mama, le tuvieron que cortar un pecho y quedó bien según le dijeron y vivió con normalidad durante 4 años, pero se ve que esa metástasis interna avanzó poco a poco y carcomió otra parte de su organismo y cuando se presentó, fue cruel, palabra de médicos con un plazo de 3 meses, no llegó a ellos por poco. Pues el homenaje es que hoy día 8 de abril cumpliría 70 años y donde esté quiero entonar unas FELICIDADES HERMANA, FELICIDADES – MAMÁ-2.

FEO PAISAJE (06/03/06)

FEO PAISAJE (06/03/06) Hace ya muchos años que cuando divisabas Madrid, a lo lejos, a más de 30 kms, desde cualquier carretera por la que entraras, hay que tener en cuenta que al lado de esta ciudad está el centro geográfico de España y todas las carreteras son radiales y parten de Madrid, como una rosa de los vientos, hacia todos los destinos de la variada geografía española, pues como decía, antes de llegar a divisar edificaciones, mirando al cielo veías una gran seta oscura y grisácea, la gorra de Madrid, producto de una mal cuidada contaminación que nos invade a los residentes de tan paradisíaco lugar. Es curioso, si el cielo está azul, en el interior de la ciudad lo aprecias, pero a cierta distancia parecen copia de aquellas terribles fotos que supusieron los lanzamientos de bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki a finales de la 2ª Guerra Mundial. La invasión colombófila que padecemos y los gurriatos residentes tienen un aspecto de aves enfermar, plumas negras y erizadas. Los troncos de los árboles tienen el tono del ébano, madera noble, ya quisieran, pero es de la absorción del denso humo despedido por un tráfico que todo lo ocupa.
Pues bien todo esto viene a colación de que esta tarde he tenido consulta médica y había por examinar una analítica solicitada con anterioridad y los resultados han sido lo más parecido a un campo santo cristiano, lleno de cruces en cada título. Glucosa, datos hepáticos, renales con cifras desorbitadas por encima de las máximas marcadas. La tensión arterial, también desfasada, solo se libra el colesterol, único que está en su punto bueno. Así que el nubarrón, aún intuido, me ha caído como tormenta en lodazal. Si ya mi ánimo está decaído normalmente, no digas ante tal lectura de resultados, mi moral ha quedado por los suelos.
Las buenas amistades, el que te quiere o aprecia por una cosa u otra acudirá con el espíritu de socorrismo normal a insuflarme espíritu, pero mi cerrazón es muy superior a cualquier deseo de estos benefactores, soy de caparazón duro y los consejos chocan contra ese ‘impermeable’, a veces, puedo convertirme en la bola llena de pinchos en la que se convierte un puercoespín.
Agradezco la buena voluntad de cuantos lo intentan, pero mi terquedad supera esos consejos. La médica me solicita que baje mi ingesta de alcohol, yo no estoy muy por la labor, para mí tampoco es excesiva, pero como lo primero que te plantan es que no todos los metabolismos soportan los mismos niveles, pues ahí está el quid de la cuestión.
Todavía estoy en un mar de dudas, no sé que haré...

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXXIII)-73º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXXIII)-73º ... en esa primera puerta próxima a la escalera, vivían una familia de andaluces, Enrique y Carmen, creo que él trabajaba en la construcción y ella el oficio de la época sus labores, alternando con alguna asistencia a domicilios para limpiar, tenían dos hijos Mª Carmen, un par de años menos que yo y con cierta deficiencia en el habla, tartajeando bastante por lo que le llamaban la mudita, pero no era muda ya digo, el chico 3 o 4 años mas pequeño que la hermana conocido por ‘el kiki’, de Enrique claro, para distinguir del padre. Era difícil librarse de apodos o apelativos distorsionadores de los nombre reales. Con ellos también convivía habitualmente una hermana de la mujer. Estos pisos de la planta baja solo contaban con una habitación lo que les hacía de una superficie en torno a los 30 metros. Salón de entrada que casi siempre servía de apoyo de dormitorio por la noche, pasillo, cocinita, vater y habitación. En el salón se ubicaban camas extensibles y ahí dormían los chicos y demás que no fuera el matrimonio. Curiosamente estos pisos solían tener un patio de vecindad de la misma extensión del piso pero solo lo podían utilizar para tender, bueno a veces algún trasto de la casa o arcón o bulto se ponían en ellos para desahogar algo aunque realmente estos espacios no debían de ser objeto de otros usos. Los siguientes vecinos eran los Cerón, apellido del padre de nombre Manuel. Tenía un modesto taller de calderería por las cercanías de la estación de Atocha y cuando los norteamericanos sentaron base militar en Torrejón de Ardoz, allá por los 60, se encontró con el momio de no sé que encargos le realizaron para instalaciones que comenzó a ganar dinero a tope. Lo curioso de esta familia es que habiendo podido, entonces, adquirir una vivienda, como mínimo holgada, siguieron apelmazados, los cuatro de la familia en ese habítaculo de 30 metros, les dio, entre otras cosas por comprar discos de vinilo, tocadiscos y demás modernidades de audio del momento que hasta tenían que almacenar cosas de estas en casa de los vecinos de al lado, matrimonio muy mayor Sicilia y Alejandro, a los que llego a pensar, y creo no equivocarme, les mantenían, en ese momento de abundancia porque parecía como si fueran sus padres. También se compró un coche Renault del último modelo, ya digo muchas cosas, excepto un espacio mas vital para convivir. Tenían dos o tres tocadiscos, maletines portátiles que se utilizaban en aquellas llamadas ‘reuniones’, luego ‘guateques’ juveniles y que siempre que encontrábamos disponibilidad en el salón de la casa de alguno que su familia se prestara los transportábamos para montar el baile...
imagen : tocadiscos de la época

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXXII)-72º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXXII)-72º ... continuando con descripciones de la típica vecindad, acorde a los tiempos, gente sencilla de condición modesta, claro está, me refiero a estos barrios que, siendo céntricos, en esta gran ciudad, se distinguían con mucho de zonas mas selectivas, pero eso ha ocurrido, ocurre y ocurrirá, lo que sucede en que en tiempos actuales, la clase media aunque baja ha mejorado el nivel de vida aún con todos los defectos del momento. Más adelante explicaré un poco la distribución de los distritos de Madrid, de por entonces, en décadas de 50 y 60. Bueno retornando a esta vecindad, ya sabéis que aprovecho cualquier ocasión para desviarme un poquito, en la zona última del pasillo, estaba el taller de ebanistería del carpintero que nos hizo muebles para la casa, el Sr.Segura, mobiliario hecho a medida y casero, de buena calidad y trabajado con precisión. Él residía en la primera escalera en uno de los pisos exteriores que solo diferían de los interiores en que se asomaban a la calle, las dimensiones eran similares, no llegaban a los 40 metros cuadrados. Tenía dos hijos varones, uno bombero, el otro no sé y en ratos libres le ayudaban, en la parte frontal no recuerdo el vecino de entonces y debajo de nosotros, la mencionada comadrona., Dª Felisa Celorrio, hasta el apellido concordaba con su aspecto hombruno, le acompañaba su criada, tosca mujer, pero todo bondad y corazón, Marta, natural de un recóndito pueblo de Toledo, Gerindote. Seguido a estas y avanzando ya hacia la calle, estaba el inicio de la escalera, de escalones anchos, cómodos y barandilla en hierro forjado. A partir de esta escalera una serie de puertas jalonaban ese lado del pasillo hacia la calle...
imagen: muebles

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXXI)-71º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXXI)-71º ...esta señora de la que ignoro su nombre le apodaban ‘la Porrona’, ignoro por si pudiera ser adicta al porrón, receptáculo de vidrio que servía para beber vino a chorro, era de vidrio, bueno hoy todavía están en el mercado, abombados en la base, la parte de echar el líquido más ancha y un tubo cónico para embocar el líquido contenido, ya digo era una forma de V; bueno hecha esta explicación, la señora en cuestión, se llevaba mal con el 90% de la vecindad y con el otro 10% no porque la temían. Se llegó a rumorear que era la transmisora de temas de la vecindad al propietario de la finca y además que tenía ciertas relaciones con él, pero ya se sabe era un mundo de chismorreos. Se da el caso que mi madre ni recordaba porque había llegado la ruptura de relaciones con ella, única persona de la finca con quien no trataba, incluso al fallecer mi padre, cada vez que pasaba mi madre por delante de ella, entonaba un malintencionado suspiro y decía ‘Dios mío, hay que pena’, estaba claro la mala leche en cuestión de la susodicha persona. En fin personajillos de baja estofa a los que es mejor responder con la indiferencia que es el mayor desprecio.
Un detalle curioso, enfrente de esta vivienda destinada a la portera, hoy en día vendida como un piso mas, están hoy en día los cajetines de buzones de correo de la vivienda al ser 56 las viviendas que componen la casa ocupan un buen espacio. Entonces esto no existía, el cartero, llamada así por ser el que distribuía las cartas a diferencia de hoy en unos carterones grandes de cuero, portaban las misivas interfamiliares, era la forma tradicional de comunicación pues ni siquiera los teléfonos de casas estaban extendidos y aún con la complicación que para tanta gente significaba escribir una carta ya que la cultura escaseaba era el medio regular noticiable como digo. Mucha gente tenía que recurrir a terceros, amanuenses solicitados para llevar al papel las transmisiones de analfabetos, siendo los interlocutores de la correspondencia interfamiliar, en muchas poblaciones rurales, el señor cura, así llamado, cumplía con esta labor, alguna prebenda obtendrían de esas colaboraciones.
Pues como decía, el cartero, con su uniforme gris en verano y azul marino en invierno, llegaba al borde de la escalera hacía silbar un pito un par de veces, reclamando atención y voceaba los nombres que venían en los sobres. El vecino ‘afortunado’ debía de bajar a recoger el envío... Curiosidades de la época, una mas de ellas.--
imagen: cartero antigüo

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXX)-70º

...En la letra E vivía Mariano, ‘el cojo’, llevaba un zapato con amplio alza, para compensar una pierna con la otra, trabaja en la famosa Standard, convivía con su madre viuda, luego, ya mayorcito se casó. Era de voz muy atiplada con lo que daba la sensación de estar siempre discutiendo pero se trataba de ese timbre. En la F como ya comenté la tal Nati, en parte, causante, del fallecimiento de mi hermano por cierto no hace falta decir donde trabajaba ya de mayor, en la empresa por excelencia del barrio. Cada vez que la vecindad se aleja de mi vivienda me cuesta más trabajo asociar a los vecinos. En el 4º, no menciono letras, vivían Evaristo y Candelas, de los que ya dije algo, su cuñado Santiago con mujer e hijos y trabajaba en una oficina de Notaría, las mencionadas ‘Plateras’ y los ‘Melero’, mala gente, pendencieros y bravucones, estos en la guerra, me refiero al padre, era de los milicianos de pistola al cinto y cuando terminó la guerra, se vistió la camisa de Falange, todo un contraste, un hijo varón bravucón como el padre, incluso, éstos se llegaron a zurrar la badana en mas de una ocasión. El chico llamado ‘el Luchi’, debió de cometer algún tipo de delito y para librarse de problemas se enroló en la Legión, acogedora de cierto tipo de delincuentes.
En lo que es el pasillo y planta baja que servía de acceso desde el portal hasta la segunda escalera, en la parte izquierda según se entraba, había 3 ventanas que daban a unos patios, estos era almacén de un taller de calderería que había en la finca y del que salían durante el día tremendos golpes para cincelar sus trabajos a golpe de martillos y otras herramientas. En la primera puerta que estaba a la derecha, vivía la portera, mala mujer. Enredadora y entremetida en todas las familias de la casa procurando enzarzar con comentarios a unos con otros. Le llamaban ‘la Porrona’, ignoro el origen del mote, era de Puertollano (Ciudad Real), se le achacaban enredos con el administrador de la finca, en fin todo un poema...
imagen: alusión al taller de calderería

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXIX)-69º

...Voy a hacer un chiste fácil y por tanto carente de agudeza. Aunque el número del capítulo tenga connotaciones sugerentes, no va a tratar de nada de eso, no viene al caso, de ello haría capítulos especiales. No, no esperéis nada mas, el chiste era que ese número no iba a participar en este momento, yo seguiré con mis descripciones.
Continua esa vecindad, similar, imagino, a la de otras casas pero para mí, lógicamente más cercana. Siguiendo y continuando con la 3ª planta en la letra D, vivían los Taravilla, él Juan ordenanza en un banco, muy ceremonioso, solícito y risueño a la hora del trato o del saludo. Daba la sensación del que dobla el espinazo ante sus superiores en gestos de respeto reverencioso pero desde luego era educado. Casado de segundas nupcias, tenia dos hijas mas mayores de la difunta mujer, Mª Luisa, muy correcta de trato de unos 5 o 6 años mayor que yo y Mª Teresa, dos años mayor que yo. Ella fue la que inspiró mis primeros suspiros, como digo no es que fuera nada de ‘Casanova o D.Juan’, simplemente, enamoradizo, facilón en la impresión que me producían las chicas. Llegamos a dar paseos juntos, sin conversaciones comprometidas, llegué a ir a esperarla a la salida de los laboratorios donde trabajaba en calle amplia y paralela al arroyuelo que Madrid tiene por río, el Manzanares. Los laboratorios se llamaban ‘Antiobióticos’. Rematando sobre esta ‘relación’, no llegamos ni a tomarnos de la mano, eso fue todo nuestro acercamiento. La mujer vigente, bastante reservada contrarrestando la actitud de él, era la madre del niño pequeño comparado con las otras, Eloy. Muy mimado y consentido dada la edad quien menos le llevaba en años de la familia era Mª Teresa y serían unos 10 años.

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVIII)-68º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVIII)-68º ...Siguiendo con nuestras vecinas algo mohínas, para los comentarios generales, de la madre ignoro el nombre, la hija Alicia, ya dije bastante guapa, unos 3 o 4 años mayor que yo, siempre sentí cierta atracción pero, como digo siempre, era platónica mental, solo nos cruzamos durante todo nuestro tiempo de proximidad un hola y adiós, toda nuestra conversación, tenía un hermano mas mayor, pero solo le vi de visita en alguna ocasión.
En el 3º , en la letra C, una familia al completo, Julián muy chusco y guasón, trabajaba de guarda de noche en una próxima factoría y almacén de la empresa alemana AEG, Ibérica de Electricidad, también era el utilero del equipo de fútbol de la fábrica, donde jugaba su hijo. Aurelia, la mujer, sus labores, rechoncha y oronda, comunista de arraigo que destapó ‘sus esencias’ al llegar la democracia, por entonces solo le faltaba ponerse la camisa azul el yugo y las flechas. Como dije un hijo varón, el mayor, que trabajaba en la misma fábrica, y luego dos hijas Rosi y otra más pequeña, también vivía una de las abuelas, así que el camarote estaba a tope. Aunque no me importe el sentido político de estas personas, destaco que un régimen dictatorial de signo contrario, había muchos tapados, la gente llegaba a saludar al estilo de los nazis, palma en alto con la mano derecha, llegado el 78, descansaron este brazo y elevaron el contrario con el puño cerrado, se plegó el ‘Cara al sol’ y se cambió por la ‘Internacional’, las personas somos maleables, variables, soplamos al aire que nos conviene o al que nos obligan. Hoy en día se hablará de libertad, pero bailamos el agua a unos políticos que su única intención es llevarse sus gatos a sus aguas. Pueblo aborregado en general siempre hay excepciones, Nuestros pastores, poco inteligentes, nos manejan a su antojo. Siembran odios, promueven enfrentamientos, no buscan el bien común. Cuando toman la poltrona, mejor dicho, antes de tomar esa posición, prometen un gobierno justo para todos sean del ‘color’ que sean, flagrantes mentiras, deberían de prometer ante notario y si no cumplieran ser castigados ejemplarmente, Habría menos candidatos, nos ofertarían menos mentiras. Ahora bajo la capa de nacionalismos, otro tipo de políticos que distorsionan historias y geografías centenarias y no sé conforman con ello, sino fomentan odio y rencor entre sus convecinos. No pretendía hacer una proclama política, pero era contar los encubrimientos de aquellos momentos que luego salieron a la luz...

imagen: fábrica de corte antiguo

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVII)-67º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVII)-67º ... De las otras 3 viviendas de la planta que separaban la escalera, tengo vagas referencias, de la letra A ya hablé de la familia de extremeños, en la B un matrimonio reservado, decía que eran judíos en aquel tiempo no ser católico era algo no correcto y en la C, aunque recuerdo algo de un matrimonio con una hija pero sus nombres se me han ido.
En el segundo piso, además de los ya relatados con referencia al patio, en la letra B, vivía una oronda y ‘chulesca’ mujer de expresión castiza y dura, llamada ‘la Juanona’ pero, para tenerla de amiga. era buena persona, se hablaba de que había sido de ‘vida fácil’, los chismorreos, al no estar en tele, no existía, pues eran sobre los vecinos próximos, tenía un hijo moreno, pelo rizado, Jesús. bien plantado según opiniones y trabajaba en Standard, como tantos de la zona, éste se casó con una mujer con bastante sobrepeso, Angelines y, con el tiempo, fue a mucho mas, de tal manera que casi le era imposible andar, estos genes los transmitió en buena medida a la hija que tuvieron. Otros de los que conservo sus rostros pero no sus nombres ni historia era los de la letra D, un matrimonio con un chico un par de años menor que yo, Pepe, que formaba parte de nuestro reducido grupo de juego. En la E, volvemos a encontrarnos con trabajadoras de Standard, ya digo que esta fábrica se llevaba la palma en este barrio de Delicias, por aquella época y gran parte de los vecinos vivían por los alrededores, pues en esta vivienda, madre e hija trabajaban también ahí. Madre e hija eran guapas, de corta estatura, no sé sabe si viuda o separada, no eran muy comunicativas aunque, realmente, era mejor ser algo discreto y reservado porque sino ‘las termitas de la vecindad’, te sacaban hasta el tuétano con tal de ‘informarse’, vamos de cotillear a fondo...

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVII)-67º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVII)-67º ... De las otras 3 viviendas de la planta que separaban la escalera, tengo vagas referencias, de la letra A ya hablé de la familia de extremeños, en la B un matrimonio reservado, decía que eran judíos en aquel tiempo no ser católico era algo no correcto y en la C, aunque recuerdo algo de un matrimonio con una hija pero sus nombres se me han ido.
En el segundo piso, además de los ya relatados con referencia al patio, en la letra B, vivía una oronda y ‘chulesca’ mujer de expresión castiza y dura, llamada ‘la Juanona’ pero, para tenerla de amiga. era buena persona, se hablaba de que había sido de ‘vida fácil’, los chismorreos, al no estar en tele, no existía, pues eran sobre los vecinos próximos, tenía un hijo moreno, pelo rizado, Jesús. bien plantado según opiniones y trabajaba en Standard, como tantos de la zona, éste se casó con una mujer con bastante sobrepeso, Angelines y, con el tiempo, fue a mucho mas, de tal manera que casi le era imposible andar, estos genes los transmitió en buena medida a la hija que tuvieron. Otros de los que conservo sus rostros pero no sus nombres ni historia era los de la letra D, un matrimonio con un chico un par de años menor que yo, Pepe, que formaba parte de nuestro reducido grupo de juego. En la E, volvemos a encontrarnos con trabajadoras de Standard, ya digo que esta fábrica se llevaba la palma en este barrio de Delicias, por aquella época y gran parte de los vecinos vivían por los alrededores, pues en esta vivienda, madre e hija trabajaban también ahí. Madre e hija eran guapas, de corta estatura, no sé sabe si viuda o separada, no eran muy comunicativas aunque, realmente, era mejor ser algo discreto y reservado porque sino ‘las termitas de la vecindad’, te sacaban hasta el tuétano con tal de ‘informarse’, vamos de cotillear a fondo...

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVI)-66º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVI)-66º ... La casa en general de esa calle Ciudad Real, tenía 4 plantas, dos escaleras, una donde daban una serie de pisos a la calle y la otra, donde nosotros vivíamos a patios interiores. A cada planta se accedía por dos tramos de escalera con 9 escalones cada uno y giro natural de 180º. Escalones en tipo de piedra aglomerada de tono gris algo jaspeado, una barandilla de hierro forjado. En cada una de ellas, seis puertas desde la A a la F, para aquellos tiempos las puertas eran consistentes, para nada existía la puerta acorazada, se ve que el latrocinio estaba controlado, hoy eso sería falta de libertad, si un chorizo decide apropiarse indebidamente de algo (no se debe decir robar, no sea que se ofendan) pues debe protegérsele adecuadamente sino se coarta su libre albedrío. Esas puertas labradas en cuarterones rectangulares tenían una amplia mirilla dorada que, interiormente, tenía una puertecilla, al abrirla se podían ver a través de la rejilla, la cara del visitante y del visitado. Hoy como bien sabemos son mas discretas, un ojo con lente cóncava, permite ver desde el interior, no así desde el exterior, como debe ser claro, algún privilegio debe tener el residente. Que recuerde en mi planta, nosotros vivíamos en la F, en la E, que después adquirió mi madre y unió ambos pisos, mi padre ya había fallecido, vivía una familia con dos hijos de los que solo sé que el se llamaba Luis. Enfrente de nuestra puerta, en la D. Un matrimonio, Federico, jubilado de la Guardia Civil y excompañero de mi padre y abuelo, su mujer Eudoxia, burgalesa oronda, conocida por ‘la Osia’, Dos hijos varones, Luis, dependiente en una tienda de medias de mujer, el segundo Rómulo, deficiente mental en alto grado y la menor Merche, unos 3 o 4 años mayor que yo, refinadita de modales y que trabajaba en la ya mencionada Standard. Trabajaba en el taller y luego pasó a la oficina, yo siempre algo enamoradizo, tenía para mi cierta atracción, pero todo esto estaba dentro de mi platonismo. Cuando pasaba a casa nunca, creo, dejé entrever mi afición o sentimiento aunque, visto desde la memoria de hoy, quizá, cierto arrobamiento en mi rostro me pudiera delatar. La sagacidad femenina no tiene límites y es inversamente proporcional a la capacidad del disimulo masculino...

Súper, híper

Súper, híper Establecimientos de multinacionales que nos invaden, nos bombardean con panfletos publicitarios, resaltan “precios oferta”, la eterna tentación, saben que tienen el terreno abonado, el incauto consumidor adquiere montones de cosas innecesarias solo porque están bien de precio. Al poco tiempo van a parar al ’baúl de los recuerdos’, pero estamos satisfechos, hemos comprado barato, nos han hecho un buen descuento comparado con lo que valía. Conclusión ese artículo inútil adquirido ha resultado carísimo, por eso por su falta de uso o aplicación para nosotros. Se me dirá que no toda compra tiene ese cariz. ¡Ya lo sé!, faltaría mas, entonces ya seríamos tontos del todo y del todo es bastante difícil, se puede ser muy tonto pero del todo sería el colmo.
Cada cual tiene sus aficiones (odio la palabra hobby, teniendo nuestro idioma la apropiada con creces), a estos entusiasmos se les dedica cierto presupuesto, repito, la mayor parte de las veces, la adquisición resulta baldía porque no se le da uso adecuado. Somos como niños, eso no es que sea malo, ¡ojalá fuéramos como niños!. Pensamos en alguna compra, sopesamos sobre ello y mantenemos una tremenda ilusión hasta que lo conseguimos, justificamos que nos vendría muy bien para.... Una vez obtenida la ansiada ‘recompensa’ del objeto, escarbamos en él y poco a poco se diluye el encanto y se va arrinconando. De lo que se demuestra que es mayor el deseo de consumismo que la servidumbre o eficacia de lo conseguido.
Estos ‘súper – híper’ van desplazando al pequeño y tradicional comercio así como a los mercados municipales. Es una lástima defendemos nuestro enraizamiento, nuestro arraigo, somos tradicionalistas para muchas cosas pero caemos en la tentación consumista. Nos diferenciamos en tradiciones, pretendemos nacionalismos diferenciados pero ante el consumismo pasamos todos por el mismo aro, como los leones en los circos, nos amaestran los ‘catedráticos de la venta y tentación’.
Encima el consentimiento irracionalizado de horarios de estas grandes superficies imponen criterios. En general, no cierran al mediodía, pero si a ellos por organización laboral les interesa cerrar, lo hacen y con ello ocasionan problemas indirectos. Luego las ofertas programadas para días concretos el objeto que persiguen es tentar al comprador a ‘salir corriendo’ porque si no se agota enseguida y hay que llegar de los primeros, antes que los demás. Quizá el objetivo, aparte de atraer al consumista es, también hacer la puñeta.

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXV)-65º

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXV)-65º ***
... Continuando con la vecindad, en el tercero de la misma fila de enfrente, vivían una familia de Zamora, la abuela, matrimonio y una chica, Mª Tere, mas o menos de mi edad. No formaba parte de las pandillas habituales, pero tengo pocas referencias ahora mismo. En el cuarto, una tal Candelas y su marido, Evaristo, trabajaba de ordenanza en el Banco Hispano Americano y por las tardes hacía chapuzas de albañilería en casas donde se le requería, en nuestra casa fue el ejecutor con el tiempo de varias reformas. Ya encima de nosotros, en el segundo un matrimonio y tres hijos, Juan y Felipa, el matrimonio, la mayor Antonia, amiga de mi hermana de edades similares, Juanini y Fernando, los otros dos, todos, padre he hijos, excepto la madre, trabajan en Standard Eléctrica, la fábrica de teléfonos hoy en día Alcatel. En el tercero, una tal Nati. Aquí hay una historia. Siendo niña, unos 9 años y jugando se puso una media negra por la cara y con un cuchillo de cocina hizo como si amenazara a mi hermano José Luis (yo no le conocí, nací dos años después quizá para llenar su hueco), el niño tenía 2 años y hacía poco había comido, posible, por un corte de digestión provocado por el susto empezó a tener convulsiones y en, escasamente, un mes falleció. Ella sigue viviendo en el mismo lugar, claro no se puede imputar era muy niña como para distinguir las consecuencias que pudieran resultar de su juego. En el 4º vivían ‘la Plateras’, se ve que tuvieron algo que ver con trabajar sobre este metal alguno de la familia. Eran bueno la abuela y la madre, de un pueblo de la provincia de Jaén, La Carolina, recuerdos todavía el nombre completo de la abuela era Purificación Caravantes Zaldívar. Había tres nietos, Pilar la mayor como mi hermana unos 9 años mayor que yo y algo menores, pero no mucho, dos chicos, Fernando y Paco. Todos ellos eran de aspecto agitanado, bueno yo diría que eran, realmente, gitanos, lo digo sin ningún tipo de menosprecio hacia esa etnia, he tenido amistades y clientes estando en el banco aunque alguna faenilla me hizo alguno, pero esas te las hace cualquiera. A esta familia, les llamaba también ‘los negros’, por su piel tan atezada Ya digo que el desarrollo de mencionar a la vecindad no tiene otro sentido que entrar en curiosidades del entorno de aquella vida...

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXIV/I)-64º /1(adicional)

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXIV/I)-64º /1(adicional) ... Para no desviarme demasiado y visto que la explicación vecinal me llevará mas espacio de lo previsto, completaré la descripción de la vivienda. Solo quedaba, como dije, la habitación de matrimonio. Una fuerte cama de níquel con barrocas decoraciones floreadas y doradas, 1,35 de tamaño, (estándar en aquella época), somier de malla metálica trenzada y férrica que daba cierta elasticidad, hacía de plataforma para el colchón, tela de lona y relleno de espesos vellones de lana. Estos vellones, cada año mas o menos, eran vareados por colchoneros. Una vara larga y fina terminada en cierta curva, con ella sacudían una y otra vez, los pegotes de la lana aplastada para desapelmazarlos y dejarlos mas sueltos y mullidos de nuevo. La funda del colchón, ya digo, de tela de lona fuerte solía ser rayada en franjas de unos 15 cms (de ahí que a los seguidores del club de fútbol At.Madrid, que llevaba rayas rojas y blancas, les apodaran ‘colchoneros’). Almohada y colchón, una vez aireados y vareados sus vellones resultaban mas mullidos.
Como anécdota diré que mi almohada sigue siendo de lana, herencia de aquella que no faltaba en las casas, en muchos pueblos y, bueno en muchas casas, los colchones seguían siendo de paja, lógicamente mas barata, pero de menos comodidad. Un arcón baúl, servía para almacenar ropas de hogar y algún ‘trasto’ que se presumía pudiera servir en alguna ocasión. A este mueble, le habían hecho una funda en madera, con dos cajones por encima y un espejo a modo de coqueta. Una mesilla, no cabían dos y un armario de cuatro cuerpos, todo ello elaborado por el vecino ebanista, Sr.Segura, en buena madera y bien trabajado, en casa de mi madre siguen estando y en nada se han desvencijado tras mas de 50 años. Esta habitación tenía una ventana a otro patio de la casa. Enfrente había un solar y se veía desde esa ventana una calle muy principal y amplia, la calle del Ferrocarril, por debajo de su había una vía de tren que unía dos estaciones de la ciudad. Esta amplitud de miras desde la ventana hacía de esta pieza la mas luminosa de la casa. Hasta que un día, claro, construyeron y nos encontramos frente a una pared de ladrillo que ‘cerró’ cualquier visión y luminosidad. En el alfeizar de esta ventana, se atravesó un tope de madera para evitar caídas al patio si se ponía ahí algún objeto. Nosotros en el verano poníamos un botijo, para que con la corriente que se establecía entre ambos patios refrescara el agua contenida en dicho receptáculo. El botijo, producto típico elaborado por alfareros, eran famosos los de Extremadura y los vendían por las calles los botijeros. Voceaban anunciando la mercancía ‘el botijeroooooooo’, a lomos de un borrico y entre pajas, los llevaban de dos tipos, unos amarillos de barro mas tosco y otros ‘coloraos’, rojizos, más refinados pulidos y decorados, en casa siempre nos gustó mas este último. Solía tener unos 30 cms de altura por unos 25 de diámetro, haciendo abombamiento, un asa superior para cogerlo y una boca para llenar de agua y en el lado opuesto un pitorro. Lo cogías del asa, levantabas, volcabas y por el pitorro salía el agua hacia la boca, había que aprender a utilizarlo y aún así alguna vez te llevabas una ducha inesperada, pero era la única forma de tomar agua algo fresca. Cuando se compraban, para quitar el sabor a barro original, se le llenaba de agua y se echaba una copa de aguardiente que comiera ese saborcillo, se mantenía así un par de días y a veces se renovaba un poco, siempre me gustó echar un traguillo de esta mezcla, el gustillo que le confería el aguardiente, edulcorando el líquido resultaba agradable, aún teniendo algún sabor al material. Si estaba la madre delante, te limitaba a hacer esta catadura. Una extensión sobre el botijo, es que por las calles de Madrid, señoras mayores, con un delantal blanco y sentadas en una sillita de enea tenían un botijo a disposición de los viandantes. En muchos casos cobraban ‘la voluntad’ que, lógicamente, no era mucha. Y también gritaba ‘agua fresquitaaaaa para calmar la sé. Bueno, nuevamente, me he enrollado con el botijo pero, ya digo que el objetivo principal de estas narraciones es describir, circunstancias y hechos de la época.)
Con la explicación sobre esta habitación finalicé el tema de la descripción de la casa.

imagen: botijo