Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida (LXVII)-67º
... De las otras 3 viviendas de la planta que separaban la escalera, tengo vagas referencias, de la letra A ya hablé de la familia de extremeños, en la B un matrimonio reservado, decía que eran judíos en aquel tiempo no ser católico era algo no correcto y en la C, aunque recuerdo algo de un matrimonio con una hija pero sus nombres se me han ido.
En el segundo piso, además de los ya relatados con referencia al patio, en la letra B, vivía una oronda y chulesca mujer de expresión castiza y dura, llamada la Juanona pero, para tenerla de amiga. era buena persona, se hablaba de que había sido de vida fácil, los chismorreos, al no estar en tele, no existía, pues eran sobre los vecinos próximos, tenía un hijo moreno, pelo rizado, Jesús. bien plantado según opiniones y trabajaba en Standard, como tantos de la zona, éste se casó con una mujer con bastante sobrepeso, Angelines y, con el tiempo, fue a mucho mas, de tal manera que casi le era imposible andar, estos genes los transmitió en buena medida a la hija que tuvieron. Otros de los que conservo sus rostros pero no sus nombres ni historia era los de la letra D, un matrimonio con un chico un par de años menor que yo, Pepe, que formaba parte de nuestro reducido grupo de juego. En la E, volvemos a encontrarnos con trabajadoras de Standard, ya digo que esta fábrica se llevaba la palma en este barrio de Delicias, por aquella época y gran parte de los vecinos vivían por los alrededores, pues en esta vivienda, madre e hija trabajaban también ahí. Madre e hija eran guapas, de corta estatura, no sé sabe si viuda o separada, no eran muy comunicativas aunque, realmente, era mejor ser algo discreto y reservado porque sino las termitas de la vecindad, te sacaban hasta el tuétano con tal de informarse, vamos de cotillear a fondo...
En el segundo piso, además de los ya relatados con referencia al patio, en la letra B, vivía una oronda y chulesca mujer de expresión castiza y dura, llamada la Juanona pero, para tenerla de amiga. era buena persona, se hablaba de que había sido de vida fácil, los chismorreos, al no estar en tele, no existía, pues eran sobre los vecinos próximos, tenía un hijo moreno, pelo rizado, Jesús. bien plantado según opiniones y trabajaba en Standard, como tantos de la zona, éste se casó con una mujer con bastante sobrepeso, Angelines y, con el tiempo, fue a mucho mas, de tal manera que casi le era imposible andar, estos genes los transmitió en buena medida a la hija que tuvieron. Otros de los que conservo sus rostros pero no sus nombres ni historia era los de la letra D, un matrimonio con un chico un par de años menor que yo, Pepe, que formaba parte de nuestro reducido grupo de juego. En la E, volvemos a encontrarnos con trabajadoras de Standard, ya digo que esta fábrica se llevaba la palma en este barrio de Delicias, por aquella época y gran parte de los vecinos vivían por los alrededores, pues en esta vivienda, madre e hija trabajaban también ahí. Madre e hija eran guapas, de corta estatura, no sé sabe si viuda o separada, no eran muy comunicativas aunque, realmente, era mejor ser algo discreto y reservado porque sino las termitas de la vecindad, te sacaban hasta el tuétano con tal de informarse, vamos de cotillear a fondo...
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