SEGUIMOS CON EL TIEMPO
Hoy estoy en mi bar de siempre, el desvencijado bar La Peseta, no está la situación propicia para mí. Unas nubes gris plomo viejo amenazan con descargar sus cisternas, un vientecillo que el INM anuncia del suroeste pero que yo lo identifico con el perfume de las coníferas laponas, tiene barrida las calles de terrazas, por tanto los locales, se han ocupado, por poco me he encontrado con mi mesa habitual, bueno la acababan de dejar además, pero el resto de mesas y la barra estaba todo en plena ocupación. Una chica de sonrisa constante y múltiple, pero simpática y bonita, en nada me recuerda a esa insulsa que no se borra de la cara del Sr. Rodríguez, ella de nacionalidad paraguaya, y entre el fin de su camiseta de rayas blancas y negras y un pantalón gris, deja entrever un trocito de su vientre, el cual lleva un relleno especial desde hace 3 meses y medio, es la que atiende toda esta masificación, el dueño, el calvo Antonio, colabora cuando le viene en gana y hoy parece no estar muy en forma, pero bueno la gente se ha acostumbrado a recoger sus peticiones de la barra y llevarla a las mesas y los más cuando se retiran, recogen también la mesa, con lo que se autogestiona el sistema. Hace poco hablé del tiempo como accidente o situación meteorológica y que daba de sí para innumerables comentarios, positivos, negativos, confusos, concordantes, de acercamiento, de distanciamiento, de inicio de conversaciones entre personas desconocidas, de comentarios de ascensor, de parada de autobús, etc.Lógicamente, como en todo, cada uno tiene su opinión que, normalmente, trata de hacer prevalecer, pensando que toda la razón al comentario está de parte suya.. Luego está el establecimiento de la conveniencia de la lluvia, del sol, del aire que cada personaje aplica como si de entendido medioambiental se tratara. Parece que las cuatro estaciones que en algún momento los astrónomos establecieron, en conjugación con el ‘baile’ alrededor del astro Febo, aquí hay que conjugar el antagonismo que produce el cambio de hemisferio y dentro de cada uno de ellos, separados por el ecuador, la variedad que produce la distancia a este, a mayor proximidad, más lluvias y calor, a mayor distancia frío y hielos, hasta llegar a los polos. Bien pues viviéndolo desde nuestra posición de hemisferio norte y casi en un término próximo al medio, en base al paralelo y meridiano la climatología es variable, aunque esta es ‘viajera’ y se inician frente en unas regiones que luego recorren toda o gran parte de la superficie terrestre, perdiendo o ganando en intensidad según las condiciones que se den. Radio, prensa y sobretodo las TV, nos invaden con continuos pronósticos del día y los próximo, algo curioso es que proviniendo sus fuentes todas del mismo lugar oficial el INM, la interpretación de cada medio es diversa y claro a veces hay contrastes bastante considerables. En la calle se dice ‘han dicho que...’, otro contesta pues yo he oído algo muy diferente, ambos tienen razón pero, es porque los medios de comunicación manipular datos, como si fueran en beneficio de turismos u otras circunstancias. Hoy 18 de agosto, cuando escribo este artículo, hace cierto fresquito y así llevamos varios días, quizá demasiado para la época. En lo que a mí concierne es encantador, porque te permite vivir sin el agobio del sudor y calor horribles pero, claro, comprendo que el cambio ha sido extremo y en breve tiempo y esto hace mella en cuerpos, cogiendo el personal, los consecuentes resfriados y esos, dolores tipo lumbalgia por esa expresión común que utilizamos de ‘habrás cogido frío’, esto ocurre como se suele decir vulgarmente por ‘dormir con el culo al aire’. Así que el trasero debe ser el acumulador de fríos o calores, ¡cuidarlo!.
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