LA VENGANZA DEL COYOTE-XLSEMANAL-957 ARTURO PÉREZ-REVERTE

Honesto como siempre, en esta ocasión, nos habla del gazapo, no como conejo, sino como ‘coladura’ literaria o escrita en cualquier medio divulgativo y, en especial, de alguno, de los varios que haya cometido. Además, palabra polisémica, con conejo como dice se reproducen con una generosidad asombrosa. En este artículo hasta resulta divertido como desbroza la posibilidad de encontrarte con expertos en cualquier materia pero, eso no es malo, demuestra al escritor que lo leen, aunque en algunos casos pueda haber cierta mala fe, en general, es lector normal, si encuentra algunos de esos gazapillos, pienso que tiende a colaborar en una corrección, no trata de aleccionar a nadie y eso un escritor de categoría lo sabe y lo comprende.
Si los escritos fueran auténticas madrigueras de conejos y nadie reprochar algo, ¡malo!. Amor u odio, nunca indiferencia como dice Diango en una de las letras de sus canciones.
Además recoge las censuras con afabilidad, elegancia, humildad, sacando partido y jugo de los que sus estrictos correctores, insisto, normalmente, de buena fe le han instruido. Pero para rematar, he disfrutado mucho con el final del artículo, la historia de Dizzie Gillespie. Conociendo algo a Arturo, aseguraría que puso el cepo o anzuelo para que alguno picara y, claro, lo mismo que hay estrictos existen mayoría de imprecisos. En esta ocasión el gazapo estaba condimentado para que el degustador lo rebañara y el trompetista Gillespie ese día hizo doblete con el piano.