A propósito de canciones

Estoy ahora mismo escuchando a la malagueña Diana Navarro. Aunque no se sienta mucho la copa ella te la hace vivir y sentir. Está cantando ‘SOLA’, por favor oírla., degustarla, saborearla, es algo como almíbar, su voz raya en la perfección de acordes, un fondo musical atemperado aterciopela esa sin par interpretación. Es curioso, era conocido solo en su ámbito como saetera en la famosa Semana Santa malagueña que discurre por la Alameda y calles adyacentes pero, a veces, a un artista le llega su momento y encuentra algo adecuado para sobrepasar el listón solo reservado a los que tienen esa valía interna y alguna alianza de la diosa fortuna. Con sentirse un poquito español, algo que nos están tratando de robar nuestros oscuros políticos que devanean mas en la destrucción y balcanización de un país forjado con mas de 500 años de historia común, siempre con rencillas, pero como en cualquier familia, pues eso digo si arrobo con sentirse un poquito español el vello se eriza (un inglés diría ‘I make my hair stand on end’, que significa tan cual lo dije en español, pero se lo oí decir a una inglesa en octubre cuando escuchó la canción y no sabe decir en nuestra lengua ni siquiera ‘buenos días’, pero aún no entiendo les haría meditar escuchando tanta musicalidad.

El fondo del tema es triste, habla de la soledad, pero los que tenemos bastante coincidencia con ese sentimiento nos identificamos más.

Dice algo así como”que el amor tiene una barca que le lleva hasta el dolor. Sola, sola triste y sola, sola y su amargura...”

Yo le diría que no está tan sola, algunos compartimos la sala de la soledad y, a veces nos encontramos placenteros en esos ámbitos de soledades.

Es bueno degustar la paz y calma de los ratos aislados.