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Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida. (XXVIII)

Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida. (XXVIII) ... en esa estación, diversos mozos, todos con gorra de plato y algún distintivo del lugar bien de pensión u hotel, ofertaban habitaciones, luego los llamados mozos de cuerda, llevaban equipajes hasta los taxis a cambio de una pequeña estipulación concertada. Nosotros, una vez aquí, nos dirigíamos a nuestro pequeño piso de alquiler distante de la estación a unos 20 minutos andando. No llego a recordar si íbamos a pie o en taxi, siempre digo que como los tiempos no estaban para emplear en dispendios, se hacían siempre esfuerzos para evitar gastos. Aquí ya pasábamos nuestras ‘vacaciones’, familiares. El tema consistía en frecuentes visitas a abuelos paternos y maternos y de paso encuentros con tíos y primos. Siguiendo un orden, mis abuelos paternos, Emilio (1877) y Jacinta (1886). Él era natural de Madrid, y después de dejar la Guardia Civil, imagino que por cumplir la edad reglamentaria y acabada la guerra entro como Conserje en un emblemático edificio de Madrid, situado en la Plaza del Callao, en pleno cogollo de la Gran Vía madrileña, es la Asociación de la Prensa. El edificio hoy en día no ha cambiado, tiene un diseño precioso. Ahí en la planta 13ª le tenían destinada una vivienda. Mi abuela de Granada, Colomera por mas señas. Curiosamente, después de residir en Madrid casi toda su vida, falleció a los 88 años con su acento granaíno, pelo ondulado y moreno, limpio de canas.
Mis abuelos maternos, Cipriano y Mª Cruz, ambos de la provincia de Valladolid, él de Íscar, ella de Alcazarén, pueblo donde luego nacieron mis tíos y mi madre. Nazario, Teófila (mi madre) y Esperanza, a cada uno y como era irrompible costumbre, les cayó el santo del día Mi abuelo ya retirado de la Guardia Civil, ejercía de portero en una lujosa finca del elegante barrio Salamanca de Madrid, en la calle Serrano nº 21. Vivienda con amplios, y señoriales pisos de 6 plantas y dos plantas por piso y, lógicamente, ya en esa época y tipo de vivienda con ascensor. La casera, propietaria de la finca era una tal Paulina Alfaro que fue suegra de la vedette de revista mas conocida de la época, la argentina Celia Gámez. En la primera planta, vivía la tal Dª Paulina y había un estudio fotográfico llamado ‘Amer’, que tenía el privilegio de fotografiar a toda la alta sociedad madrileña, la llamada ‘crema’...
(Imagen : edificio Asociación de la Prensa de Madrid)

1 comentario

carmen -

Tienes un estilo fresco y sincero en tu forma, me gusta por su sencillez.
Un saludo.
Carmen