IRRESPETUOSIDAD FUTBOLÍSTICA – 21/08/2011

 

      No hubiera querido entrar en este tema pero dado que plumas de renombre, articulistas de ‘Opinión’ de la talla de Manuel Alcántara en diario Sur de Málaga y de mi muy seguido Alfonso Ussía, anterior de ABC hoy en día en La Razón, han hecho alusiones al triste espectáculo visto el miércoles pasado día 17 en el Nou Camp, jugándose el partido de vuelta de la llamada Supercopa del Rey. El domingo 14 se celebró el partido de ida en Madrid, ya hubo malos modales, una flagrante patada en la cara por el alemán Khedira al defensa barcelonés Abidal, a una altura de dos metros y a 3 metros del árbitro quedó impune, ni siquiera una llamada de atención. Afortunadamente, no ocurrió nada malo, solo el golpe del contacto pero esta tolerancia arbitral dio pie para una serie de jugadas ‘antifútbol’. A mi querido Sr. Ussía de reconocido seguimiento madrisdista casi equipara que en el conjunto de los partidos ha habido de todo y acusa de los mismo a ambos jugadores, diciendo que Guardiola tiene sus conchas, las tendrá pero no agrede a plenas cámaras al 2º del Barcelona metiéndole un dedo en un ojo y no accidentalmente. La FEF, una vez más se lava las manos porque dice que el árbitro no lo puso en el acta. Los 4 trencillas bastante tenían con tratar de contener los contactos violentos ente ambos banquillos pero ¿para qué queremos los medios técnicos que se han exhibido por todo el mundo la grotesca agresión?.

      El Sr Ussía barre para casa. Dos representantes no lejanos y emblemáticos del madridismo como han sido Valdano y Morientes, han dicho que esas conductos de este agresor portugués , no benefician en nada la imagen del Madrid, aunque si nos apeáramos todos del forofismo esas conductas se censurarían.

      Érase uan vez el fútbol o balompié, se enfrentaban equipo ya de contrastada ‘enemistad’ y la cosa no pasaba de entradas más o menos fuertes. Se vieron a muchos centrales que llevaban, como norma vendada aparatosamente la cabeza, caso ejemplar, Campanal en el Sevilla.

      Las excepciones confirman las reglas, jugador de malos modos, con el que tuve amistad, Juan Gómez ‘Juanito’ en un partido de Copa de Europa pisó la cabeza de un contrario estando este en el suelo, Stoikov, excelente y rudo jugador del Barça, era, según dicen muy buena persona fuera del campo pero hacia de Dr. Jekyll y Mister Hide.

      Les traspaso el comentario de Manuel Alcántara, maestro de periodistas y que no se dedica a estos menesteres futbolísticos:

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ELOGIO DEL RIVAL – MANUEL ALCÁNTARA

Sea quien sea el contrario su concurso es imprescindible para obtener la victoria, ya que no hay triunfadores sin derrotados. Menospreciar a los que resultan perdedores es la mejor manera de devaluar el éxito, casi siempre transitorio en el deporte y en la vida. Pero ¿quién está seguro de que el fútbol sea un deporte? La célebre frase que asegura que «lo importante es participar», atribuida al barón de Cubertín, la plagió del arzobispo de Filadelfia, que vaya usted a saber de quién la copió anteriormente. El caudal de la invención humana es muy exiguo. Don Pío Baroja decía que escaseaba tanto como el oro en los ríos, pero la verdad es que hace correr ríos de tinta que luego van a dar al mar de las hemerotecas.

El airado y fúnebre Mourinho, que le sienta al Real Madrid como unas alpargatas al hombre del frac, atrae las broncas. No se pierde una, incluso las que no provoca. Le echa mal de ojo a los rivales, confundiéndoles con enemigos, y donde pone el ojo pone el dedo. Se puede cargar entre nosotros el más ingenioso de los juegos ideados por el ser humano. Hay antropólogos que afirman que en Neanderthal, en el periodo musteriense, aquellos remotos parientes usaban la calavera de algún derrotado como balón y se afanaban por introducirla entre dos árboles, probablemente herederos del Bien y del Mal. No hay pruebas de que por aquel entonces existieran federativos, ni hinchas, pero no se descarta la presencia de algún inteligente antecesor del actual encargado de entrenar al Madrid y de ponerlo en forma al mismo tiempo que le hace perder las formas.

También nosotros, los más o menos primitivos amantes del fútbol, nos estamos perdiendo al arranque de la Liga. La cosa no tiene gracia. El culpable no es el dinero, sino su ausencia. Eso de no pagar las deudas, así como a nosotros no nos pagan nuestros deudores, está muy mal. Tan mal como humillar al contrario, que es el que más falta nos hace para ganar.

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     Más alto se podrá decir, más claro no.