SEMANA SANTA ¿SENTIDO RELIGIOSO O ESCAPADA TURÍSTICA?- 21/04/11
Hoy se inicia la Semana Santa practicada. La Semana Santa, reciente, pero ya desde, sobretodo, la cuarta fase del siglo XX, es decir que, más o menos, desde 1975, se convirtió en la bifurcación que planteo. En los países donde predomina el catolicismo, alguna vez fanatizado de un fervor dudoso, solo existe en estos días, antes de la fecha que pongo como límite relativo era una fecha de celebraciones religiosas, había que visitar 7 iglesias, claro, donde las hubiera y se decía ‘recorrer las estaciones’ y después su ‘explosión’ se centraba en el ámbito procesional. Ciudades y pueblos y, siguen teniendo, practicaban sus particulares celebraciones y formas de expresión muy diversa, incluso la gastronomía participaba de estos momentos. Desde Madrid, dado que estamos en el centro geográfico de España, para arriba los desfiles procesionales tenían su magnitud dentro de una austeridad típica de esa Castilla la Vieja y León, hoy en día Castilla-León. Las imágenes que conformaban el recorrido eran ‘pasos’ de ‘tremendos’ imagineros de gran categoría, el silencio era absoluto dentro de su fervor, no voy a entrar en mencionar lugares porque está al alcance de cualquiera el conocerlos. Esculturas perfectas, de aparente vida y dolor en esas carrozas decoradas al efecto promovían emoción aunque, esta, fuera silenciosa, interior. Yo, católico, pero no practicante desde hace muchos años respeto estos desfiles y para mi, en parte, comportan cierto y soslayado exhibicionismo y competencia inter cofrades de las diversas asociaciones. Son como una pasarela de ofertar un mayor divertimento respetuoso, las flores, los velones, las galas de las imágenes, los palios, se subliman, como diciendo ¿Quién ganará?. Pero no conllevan la austeridad que algo religioso debería exhibir, bordados de hilos de oro y plata en terciopelos de alta calidad, joyas en las coronas de las imágenes con expresiones dolorosas, chocan con el verdadero significado pero los ‘seguidores’ así lo quieren. Mucho de ese dinero invertido por una institución religiosa debería aportar ayudas para causas más humanitarias que una representación callejera. Es solo mi punto de vista y que conste que me emociono en muchas ocasiones. De Madrid par abajo y, sin querer ensalzar a nadie, quizás sea porque lo conozco más y también por su tradicionalidad, Andalucía destaca, en sus desfiles, pasos y tronos, dependiendo de la provincia en su nominación, el fervor es más bullanguero, el público se explaya de manera más algarábica, existen ‘piropos’ a las vírgenes, predominan saetas, aunque estas se practiquen en todas las ciudades, en Andalucía con su deje y su expresión se acentúan. Esta mañana he visto algo digno de presenciar, la llegada al puerto de Málaga desde Melilla, al tercio de la legión que paseará al Cristo de la Buena Muerte, ahí conocido como el Cristo de Mena, me ha resultado algo precioso y erizante del vello de mi cuerpo, esos caballeros legionarios, con sus marciales movimientos, eran superiores a un musical de Broadway y después el paseo en la plaza de Santo Tomás del Cristo de MENA en su cruz, subiendo y bajando al ritmo, contundente, marcado, por el director procesional de la imagen. Todos entonando la famosa canción legionaria que no es su himno ‘Soy el novio de la muerte’, ya digo no hay palabras suficientes para su descripción, luego a la tarde se hace el paseo procesional por el centro de la capital de la bella Costa del Sol, Málaga. (Hoy, cuando traslado esto, sé que la lluvia no toleró, ese desfile, una pena.) El carácter andaluz, en general, para estas expresiones, es muy peculiar. No me voy a referir a los diversos nombres de cofradías, vírgenes y demás datos porque todo ello está en el conocimiento y alcance de cualquiera La segunda parte del comentario de mi título se refiere a la ‘escapada’, Il surpasso, película italiana que, nada tenía que ver con una semana santa pero que el gran actor de teatro y cine Vittorio Gasman, protagonizó este filme cuyo nombre en español era ‘La escapada’. Pues la ‘escapada’ de estos cuatro días que se quedan en tres porque los grandes atascos en carretera doblan en tiempo de llegada al punto de destino, con la consiguiente desesperación del conductor que, parado, oye llorar a los inquietos niños, los bocinazos sin lugar porque nada resuelven, desarrollan parte del viaje a ritmo de caracol o tortuga. ¿Compensan esas salidas?. Comprendo que si quieren tener unos días de cambio de aires, al estar trabajando y los niños de vacaciones tienen solo esa alternativa, a la vuelta, otra de los mismo. Solo hay que pensar que cuando reinciden algo positivo sacarán. Yo claro a mis años, a parte de que no he tenido nunca coche, eludo esta fecha para viajar, estoy más tranquilo y el hotel es más barato. Aún así deseo suerte y disfrute a todos, lo malo, es que si se suspenden procesiones por lluvias esto se aplica igual a las playas cercanas.
1 comentario
Carmen -
El sentido religioso quizas mas para los locales
Mi querido profesor Ud. siempre poniendo el dedo en la llaga