PARA FRACCIONAR EL PP - VALENTÍ PUIG 03/04/07

Para ofrecer comodidad y comprensión al lector de mis posteriores comentarios, antepongo el original del artículo del profesional:“”03/04/07 – PARA FRACCIONAR EL PPPor VALENTÍ PUIGADAPTAR la capilaridad política del centro-derecha no pasaría por fraccionarlo entre centro y derecha dura, sino por sintonizar mucho mejor el PP. Si es cierto que algunas personalidades políticas del PP caracolean en la línea de salida del nuevo centro y que otras parecen haber firmado ya los estatutos de una extrema derecha, eso son sólo arrabales de una vasta conurbación social y política que ha logrado mayorías absolutas, que pertenece al Partido Popular Europeo y que en sus momentos más afortunados reconstruyó aquella gran tienda -la gran carpa- que acogía a liberales, conservadores, democristianos y reformistas. Fraccionar el PP favorecería tanto a Rodríguez Zapatero -muy activo en ese empeño- que alejaría al centro-derecha del poder por largo tiempo, entre llanto y chirriar de dientes. Por ejemplo, ahí está Duran Lleida -cuya respuesta a la propuesta de ERC ha sido de sensatez- proponiendo un gobierno de coalición entre los socialistas y CiU en Cataluña, a la vez que echa de menos un partido de centro.Por efecto mimético de la campaña francesa, cotejar con España la reaparición centrista de Bayrou tranquiliza el protagonismo de los contertulianos de mañana y noche, pero la cuestión es otra: en el mundo occidental, es cada vez más ancha la franja de electores con afanes plurales en un «crescendo» de heterogeneidad, afanes que son al mismo tiempo intereses y convicciones, siendo más angostas las bases de los partidos. Por ejemplo: hay votantes que son conservadores fiscales, aceptan la eutanasia, quieren disciplina para sus hijos y se sienten ecologistas. Luego puede haber quien esté dispuesto a pagar más impuestos, defienda el laicismo y esté por la cadena perpetua, si no por la pena de muerte. Esa mescolanza de la realidad comienza a ser detectada en la sociedad española como consecuencia del crecimiento económico, de los cambios demográficos, de la transformación de la familia y la emergencia de nuevos valores. Al diputado en busca del voto ahora le esperan las incógnitas de las concentraciones de inmigración y las inseguridades de la nueva clase media. Todo eso afecta a la bipolaridad política y la matiza en no poca medida, pero no significa la bancarrota indefectible del bipartidismo, como algunos profetizan en los Estados Unidos.En el caso británico, sea o no una estricta operación de maquillaje, lo cierto es que el «tory» David Cameron se está situando en posición de ventaja para cuando el laborista Gordon Brown suceda a Tony Blair como primer ministro. Cameron ha olfateado esos vientos de heterogeneidad y ha ido estilizando los postulados del partido conservador, hasta el punto de que tiene perplejos a no pocos avezados analistas de la fauna y flora de Westminster. «Eppur si muove». Hace falta saber si dura o resulta ser un suflé de temporada. No sabemos qué capacidad de consistencia política tiene ese pijo de clase alta que pretende ir en bicicleta a la Cámara de los Comunes. Lo cierto es que, a pesar de sus sucesivas crisis de liderato, el partido «tory» no se ha fraccionado, y no sólo por la circunstancia importante del sistema electoral.De acuerdo con la incalculable variedad de ciudadanos, la línea divisoria entre izquierda y derecha es ya borrosa casi por definición, y también por la liposucción de las ideologías. Las identidades políticas son más cambiantes y tal vez menos integrales que nunca. Desprestigiados y con escasa valoración, los partidos políticos todavía pueden ser una referencia. Depende de su credibilidad, de su saber sintonizar, del olfato, expresión y gancho de sus líderes. En Francia, un 61 por ciento dice que no es de derecha ni de izquierda, pero los argumentos de la campaña están siendo atendidos mayoritariamente y no únicamente por su colorido mediático. Existe todavía un resquicio para la buena política frente al ilusionismo. En España, no poco depende -tanto para el PSOE como para el PP- de quien se afirme como garantía de estabilidad frente al juego de apariencias. Si en la izquierda existe un lastre de determinismo histórico, en la derecha perdura cierto fatalismo. Una coagulación de ese fatalismo -sumada a los personalismos de aprendiz de brujo- pudiera ser decisivo para el fraccionamiento del PP. Es algo que los electores, sabios y consecuentes, no perdonarían.”” 

Yo, modesto comentarista de artículos de profesionales de prensa, con el normal inconveniente de que ni soy profesional, ni tengo acceso a que mis observaciones aparezcan en medios conocidos, por tanto solo me quedan los 3 o 4 que me lean, pero me despacho en mi modesto blog y, a mi manera, me lo pase bien, me doy aires de grandeza, creo que encabezo grandes titulares. ¡Todo esto es broma.!. Soy consciente y mucho de mis limitaciones. Puestos estos que me soportan (como diría Prada), imagino que, a veces, se entretienen, en otros casos no les gustarán los temas o las opiniones, pero insisto que lo entresaco de articulistas de renombre. En ocasiones dirijo escritos sobre ellos a <<Cartas al director>> o a la sección <<lectores>>. Ya me han publicado en 4 o 5 ocasiones mis comentarios. Quizá el mayor problema es que, estos, suelen ser algo largos y claro entiendo las limitaciones de espacio de la prensa, además no soy el único que se dirige a ellos. Comprendo que los articulistas veten sus direcciones de correo electrónico porque sino se verían abrumados en adulaciones y severas críticas y aunque sería bueno conocer opiniones variopintas pero les haría perder demasiado tiempo que tienen que utilizar para sus redacciones y estar al día de los acontecimientos para sacar sus conclusiones propias, no siempre acertadas, por cierto, y claro siempre dependiendo del color del cristal con que se mire. Pues bien referente al título que encabeza Valentí en el día de hoy. Yo hace tiempo vengo haciendo hincapié de que la derecha debería de tener hijuelas. Me explico, en este país y los socialistas, mejor avezados en el arte del propagandismo callejero y mediático, etc son capaces de expandir sus pocos aciertos y diversificar sus múltiples errores. Casi siempre se defienden atacando a los opositores y encima como tienen ‘socios’ de cualquier cariz, casta y estilo, bueno o malo, es decir, independentistas radicales, independentistas medios, republicanos radicales, verdes (pero yo diría que están verdes no que lo sean) y no digamos sus íntimos y últimos amigos los batasunos y etarras con los que salen en tantas fotos, pero claro, estas no son como las de las Azores, además los Otegui, De Juana y Cía, no tienen la desfachatez de los George Bus-h, Tony Blair, esos si que son malos. Bueno pues al cabo de 3 años cometiendo error tras error, salir ininterrumpidamente dª Arco Iris, la Sra. de la Vega con la manguera para apagar las llamas provocadas por sus pirómanos compañeros de Gobierno, son capaces de seguir acusando de todo a Aznar, hasta, aunque no lo vayan a hacer, ponen en entredicho si se debiera juzgarle o no. Aznar fue terco y contumaz político, con grandes y certeros aciertos y por supuesto errores (el que esté limpio de culpa que tire la primera piedra) y claro tratan de denostarlo con revancha y así contienen y embalsan sus críticas antes de que les desborden y arramblen con su ‘poderío ganado a pulso y mediante inmundas alianzas, todo vale’. Se cambia guerra de Irak por guerra de Afganistán, ¡hala, todo resuelto!, se muere mejor en un sitio que en otro.

Pero la derecha no tiene solo una orientación. ¡Por Dios! Defendámonos del franquismo puro y duro que nos achaca el exfranquista y camisa vieja Polanco en una Junta General de Accionistas de una empresa que cotiza en Bolsa, que solo por sacar a relucir tales mentirosos comentarios debería de estar forzado a dimitir. Utilizar la tribuna de un Consejo de Administración para hacer demagogia política, debería estar muy castigado y reconvenido. Aquí, ¡chitón, ni mú!. Diez millones de españoles que utilizan banderas constitucionales son fascistas, pero claro estas permitidas palabras por un débil gobierno de las que encima se beneficia. Ese fulano cambio el yugo y las flechas, como tantos rogelios de hoy en día, por la Internacional, total fue cerrar la mano y cambiar de brazo, en lugar de utilizar la palma, usan el puño, éste es más contundente y el tal Polanco, tan bien tutelado y mecenado por  González (se repartirían los beneficios digo yo), si me refiero al que cambió la pana y la viyela de cuadros por la seda natural y la alpaca.Yo soy votante del PP, nunca he sido extremista, en sus tiempos, siendo niño me ofrecieron ingresar en una compañía falangista y como, buenamente, pude, me excusé, de todas maneras nadie me forzó. Con ello quiero decir que en la derecha hay gente de todo, habrá extremos, medios y demás categorías. El PSOE se escuda en una izquierda mucho más radical, IU, son pocos pero organizados, aún así los resultados electorales para ellos solo tienen marcha atrás. Ser de izquierdas o derechas no es síntoma de bonhomía ni de malas personas, son opiniones. Además soy, y digo una vez más que, ciudadanos y políticos no debiéramos aferrarnos a directrices obligatorias de partidos. Yo, de derechas, veo cosas buenas en la izquierda, imagino que habrá viceversas, pero no tener que comulgar con ruedas de molino solo porque lo dice el decreto del día.Ese ‘TODOS CONTRA EL PP’ es un eslogan con mala leche, para estar todos en contra de algo, tiene que haber razonamientos, fundamentos basados en verdades pero claro los distribuidores de tal pancarta y voz se olvidan de que somos 10 millones, los habrá mejores o peores, pero 10 millones, eso da mucho de sí. Diez millones no pueden estar todos equivocados.Pero ¿qué pretenden, y es lo que quisieran ‘otro Franco’?, sería su excusa, así no pensamos en la derecha, yo aborrecí la política de Franco y soporté cosas como me toca soportar ahora que voto libremente, antes podía tener la excusa que se tenía que hacer ‘esto’ por cojones, ahora ¿de que me sirve el voto?, ¿para poder reclamar si algo no me gusta? Y ¿quién me hace caso?. Pues solo me queda lo de antes el ‘ajo y agua’. Lentejas, si quieres las comes, sino también’ (me gusta mejorar refranes). A la derecha le interesa bastante menos esa falsa memoria y parcialmente, histórica, esos que además no saben nada de historia.

Tuve, me vi obligado, moralmente, a borrar de mi vocabulario la palabra ‘talante’ para no equipararme al circunflejo cejudo (no es insulto es simplemente la forma de su rostro), pues parece que a pesar de eso que tanto le sirvió para presumir de apaciguante, poco a poco. le va desapareciendo la sonrisa, incluso cuando todavía miméticamente la practica ya no le sale con el mismo desparpajo, imagino que ante los comentarios que le haga el maquiavélico Rubalcaba de que las cosas no funcionan como debieran el cariz de sonrisa de marioneta diseñada ha cambiado. O seguirá siendo marioneta, pero estos muñecos, al igual que los payasos de circo, siempre han sido foco de alegrías pero, este advenedizo de sonrisa netoliana pero sin brillo a los metales ni a los ciudadanos, poco tiene para darnos alegrías.

IMAGEN: EL AUTOR DEL ARTÍCULO - VALENTÍ PUIG