PREMIOS DE RENOMBRE

Soy tan ignorante e inocente, ahora algo menos, porque siempre se hace camino al andar pero, ya tiene poco remedio, aunque la esperanza es lo último que se pierde. Siempre estuve atento a los galardones otorgados de alto nivel, sobre todo en lo concerniente a la literatura y no es que no le diera importancia a la medicina, física o química, de la paz, no hablo porque fue lo que me empezó a desanimar, cuando dos fulanos que mantenían a sus pueblos en guerra total, un día se daban la mano y ya estaba el Nóbel otorgado, por ejemplo los casos palestinos e israelitas. La Literatura por aquello de lo bello que resulta tener un libro entre las manos y hojearlo y sacar conclusiones e imaginarte situaciones que el escritor te propone pero que tú la ‘ruedas’ a tu manera como si fueras el cineasta que maneja el argumento que te facilitan. Pues como decía esta ilusión de conocer el nuevo premio literario de cualquier concurso famoso me la han hecho disminuir y tengo mis razones. He sido un soñador, soy un platónico a mis años, rozando el 6 delante y veo las tramas y urdimbres que componen estos tejido. Intereses particulares, políticos, amistades preferentes, nepotismos, influencias, etc han realizado estos paños. Desde el Nóbel, más universal a los que promueven editoriales como Planeta, Plaza&Janés, etc, en todos se advierte algo de manipulación. Pues voy al grano y es refiriéndome al reciente Cervantes (el Nóbel de Literatura Hispana) le ha sido otorgado a Antonio Gamoneda (perdón por mi ignorancia, nada sabía, ni nunca había oído hablar de él). Resulta que mi curiosidad me ha conducido a ver que ya en 1960 tuvo un acceso al premio Adonais, que 1988 obtuvo el Premio Nacional de Literatura en su apartado de Poesía y este año doblete con el premio Príncipe de Asturias y Cervantes. Claro ante la comentada ignorancia mía de su desconocimiento me encuentro con que varios articulistas de prensa le achacan un oscurantismo a su poesía, que no a su persona. Ya se sabe que en el mundillo de las Artes siempre ronda el recelo de la ‘envidia’, pero encima el propio Jon Juaristi, comenta al igual que no se trata de su persona, sino que simplemente no le gusta su poesía y eso lo he leído en más sitios. Pero encima surge el ‘fantasma’ del amiguismo con su paisano José Luis Rodríguez, el famoso ‘pacificador’ y entonces los recelos se incrementan. Alguna influencia habrá quedado por el camino en forma de flauta que como dijera el fabulista Tomás de Iriarte, en su ‘Burro flautista’,  “y sonó la flauta por casualidad’, que le ocurrió al borrico que pastando, en un resoplido propio del animal, topó con un canuto con agujeros y emitió unos sonidos desacordes pero que le hicieron respingar.

Yo pienso que hay nombres de féminas y varones de mayor enjundia y conocimiento general, pero, recordemos, es muy importante ‘el dedo protector’.  IMAGEN : ANTONIO GAMONEDA