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FIESTAS PROGRAMADAS

FIESTAS PROGRAMADAS

He hablado en diversas ocasiones del local en donde derramo tinta en mis ’servilletas’. Está lejos del lujo. El publico es variado, tanto en aspectos, como en edades, como en etnias. Algo hoy en cualquier lugar pero todavía con mayor motivo en Madrid, la ciudad más cosmopolita con diferencia en España-.

El distrito se llama Arganzuela, topónimo de difícil origen, se habla de posible origen celta y se conoce así a una dehesa próxima al minúsculo río madrileño del Manzanares. . Es lugar está bien comunicado, metro, autobuses a unos 3 kms de la Puerta del Sol, centro geográfico de Madrid y de España, ahí hay un cartel donde figura el Km 0, origen de todas las carreteras nacionales. La condición material de los residentes es mixta, vive una población en casas de un promedio de 40 años hacia acá, de medio nivel, mezcladas con una gran inmigración, dado que en muchas calles próximas, las construcciones son más antiguas y asequibles para alquileres a varias familias por pisos. El comercio, sin ser lujoso, es de nivel medio, han proliferado supermercados, tiendas de esa llamadas de todo a ‘100’ regentadas por chinos con horarios a discreción, sin control alguno, bares por doquier, en la mayoría chica sudamericanas con poco control de conocimiento de hostelería se desenvuelven  aprendiendo a manejarse con los comentarios de los propios clientes. Hay 2 buenos parques y ciertos buenos proyectos.

Bueno retornando al bar donde paro, con ese nombre familiar histórico ‘LA PESETA’, muchas veces promociona fiestas, sobre todo los viernes auspiciadas y fomentadas por las marcas de diversas cervezas que mediante modestos regalos con las consumiciones crean la expectativa de conseguir algunos premios. Con escasas decoraciones y el rascado de unas tarjetas en las que te ofrece esa expectativa de conseguir cualquier chorradilla, todo ello sirve para que un público se reúne simplemente con el fin de compartir unas cervezas, escuchar música y charlar. En eso es todo lo que consiste la tan cacareada fiesta.

A mí este sistema me resulta curioso, la gente ni siquiera baila, solo que el local al tener mas  público el tono de voz se eleva, pero una tertulia de ese cariz se podría organizar cualquier día, quizá solo se busca como excusa que los viernes propician mas la reunión al no tener la obligación de mucho público al día siguiente tener que madrugar pero, realmente, no le encuentro una diversión demasiado sentida.

No es malo, allá cada cual.


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