DATOS EN BANDEJA
Ya digo que el escrito, aún el aficionado, quizá este más todavía, se convierte en un avispado curioso. Y como digo si es aficionado, todavía está más al loro para la captación de datos que le aporten tema para sus componendas.
Sé que lo que voy a contar, bueno aunque esto me pasa muchas veces, pero no deja de formar parte de la vida cotidiana sencilla, no sea de interés general, ni mucho menos pero si particular, ya que inicié una historia a través de una sencilla conversación y me ha dado lugar para ir desarrollando un seguimiento.
Sobre ello, con anterioridad, escribí dos artículos a tenor de la conversación que sostenían dos hermanas, sentadas, en la mesa contigua a la ‘mía de trabajo y atalaya de observación’. Ya dije que eran hermanas por la observancia de comentarios iniciales y su tema versaba sobre la inminente intervención a que iba a ser sometida una de ellas, relacionada con un mioma y que incluía intervención en útero, extirpación de ovarios y demás cosas relacionadas con esa zona femenina, no estoy muy versado en detalles técnicos. Todo esto ocurría el 22 de noviembre pasado, la operación era al día siguiente. Se lo habían puesto todo muy sencillo y de poca importancia. Pero la medicina por mucho que avanza no es una ciencia exacta, la operación fue buena, porque en otro artículo al cabo de tiempo en el que tuve un reencuentro con la hermana de la intervenida, en esta ocasión iba con una amiga, de su conversación, además ya con pregunta, porque aunque no me guste inmiscuirme me atreví a insuflar ánimos en su momento por comparación ya que yo había sido operado años antes de corazón, pues como digo ya con pregunta directa, le consulté sobre su hermana y me comentó que la operación bien pero una fisura inesperada en la vejiga le tenía sometida a llevar unas sondas y quedar a la espera de una segunda intervención. Aunque estas mujeres toman café en ese bar, no es un diario y el día 1 volví a ver a la hermana y la amiga, insisto en mi curiosidad y me responde que casualmente, mañana 2, le operan. Hasta casi me he quedado con ganas de solicitarle datos personales para consultarle sobre el resultado de esta intervención. La hermana, aunque persona educada y amable, al no observar que me diera un poco de entrada a esa posibilidad, pues solo le he deseado lo mejor y esperar que pronto les viera compartir, de nuevo, juntas algún café por allí.
Ya dije, para mucha gente carecerá de interés esta narración, pero yo escuché el inicio e hice un seguimiento, ahora me encantaría poderle dar en directo un día la enhorabuena. Ni siquiera conozco su nombre.
Sé que lo que voy a contar, bueno aunque esto me pasa muchas veces, pero no deja de formar parte de la vida cotidiana sencilla, no sea de interés general, ni mucho menos pero si particular, ya que inicié una historia a través de una sencilla conversación y me ha dado lugar para ir desarrollando un seguimiento.
Sobre ello, con anterioridad, escribí dos artículos a tenor de la conversación que sostenían dos hermanas, sentadas, en la mesa contigua a la ‘mía de trabajo y atalaya de observación’. Ya dije que eran hermanas por la observancia de comentarios iniciales y su tema versaba sobre la inminente intervención a que iba a ser sometida una de ellas, relacionada con un mioma y que incluía intervención en útero, extirpación de ovarios y demás cosas relacionadas con esa zona femenina, no estoy muy versado en detalles técnicos. Todo esto ocurría el 22 de noviembre pasado, la operación era al día siguiente. Se lo habían puesto todo muy sencillo y de poca importancia. Pero la medicina por mucho que avanza no es una ciencia exacta, la operación fue buena, porque en otro artículo al cabo de tiempo en el que tuve un reencuentro con la hermana de la intervenida, en esta ocasión iba con una amiga, de su conversación, además ya con pregunta, porque aunque no me guste inmiscuirme me atreví a insuflar ánimos en su momento por comparación ya que yo había sido operado años antes de corazón, pues como digo ya con pregunta directa, le consulté sobre su hermana y me comentó que la operación bien pero una fisura inesperada en la vejiga le tenía sometida a llevar unas sondas y quedar a la espera de una segunda intervención. Aunque estas mujeres toman café en ese bar, no es un diario y el día 1 volví a ver a la hermana y la amiga, insisto en mi curiosidad y me responde que casualmente, mañana 2, le operan. Hasta casi me he quedado con ganas de solicitarle datos personales para consultarle sobre el resultado de esta intervención. La hermana, aunque persona educada y amable, al no observar que me diera un poco de entrada a esa posibilidad, pues solo le he deseado lo mejor y esperar que pronto les viera compartir, de nuevo, juntas algún café por allí.
Ya dije, para mucha gente carecerá de interés esta narración, pero yo escuché el inicio e hice un seguimiento, ahora me encantaría poderle dar en directo un día la enhorabuena. Ni siquiera conozco su nombre.
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