SOBRE FECHAS (04/12/05

Siempre he sido muy dado al recuerdo de fechas, bien por cumpleaños, santorales, hechos históricos, conmemoraciones (aunque muchas veces no las comparta), etc. Hoy se celebra el día de Santa Bárbara, patrona del cuerpo de Artillería. ¿Quién no ha oído la expresión de ‘que solo se acuerda de Santa Bárbara cuando truena’?. Este término es tan sencillo como querer decir que solo tratas remediar algo cuando ya tienes la amenaza encima en lugar de prevenir. Tampoco para mí eso es el ideal, viviríamos en un continuo presagio de peligros y procurando con ello evitar todo riesgo. Sería un no vivir. Bien, como dato anecdótico hoy sería el cumpleaños del último dictador español que, aunque de infausto recuerdo por diversas circunstancias, figurará en los libros de historia, tratado con diversos criterios, como se escribe la historia, con la visión de la que relata. Mi objetivo no tenía como mira sacar a relucir este dato, pero yo no he inventado esta fecha, ahí está. También nacieron, en tiempos no lejanos, Hitler, Lenin, Stalin y millones de malas personas que no se les debiera recordar, pero dejaron huella aunque fuera mala.  Muchos de ellos hasta llegaron a pensar que hacían lo mejor en aquel momento dadas las circunstancias, otros eran locos, pero con sentido de la captación de seguidores suficientes para ellos poder ejercer sus maldades. ¡Ojo! a nadie de esta calaña justifico solo hago la observación que ha tiempo pasado se saca a valoración o comentario. ¿Quién puede dar fe de que el famoso Alejandro Magno fue un héroe, para su pueblo lo sería, pero para los contrarios no sería un masacrador invasivo?, por poner un ejemplo.

Pueblos cultos como Roma tuvieron auténticos tiranos como dirigente, Nerón, Calígula, por citar alguno y simplificar.

Ya conocéis bastante la costumbre que tengo de amplias introducciones para comentarios que luego derivan por otros derroteros. Pues hoy hago esto una vez más.

El meollo triste de la cuestión es que hoy para mi se establece una efeméride muy especial.

Dado mi frágil carácter, mi ‘cobardía’ ante situaciones sensibleras, mi apocamiento ante esas dificultades para mi ha sido un día especial. Mi madre a punto de cumplir 92 años está recién ingresada en una residencia desde hace breves días con una invasiva demencia senil progresiva. Me he hecho el propósito de ir a visitarle solo, ya estuve con mi mujer, pero quería yo enfrentarme solo al cuadro.

Poco antes de llegar a la residencia llovía con insistencia, parecía el presagio de las lágrimas que he derramado al salir de la visita. La residencia, moderna, invita al optimismo pero una vez dentro en los amplios salones donde reúnen a los internos, el alma se cae a los pies. Quejidos, gritos, lamentos, cabezas adormecidas, difícil y tétrica descripción. Mi madre estaba sentada en una cómoda silla, sujeta con una cincha especial para evitar caídas, pero suelta, adormecida, llego a su lado y me mira como si mirara al infinito, no reconoce quien soy, pero se aferra a mi mano, no sonríe, no sabe quien soy, me preguntan que como me dejan entrar y que hace ella allí. Al momento se vuelve a adormilar. Otro anciano no para de chillar, repaso uno por uno y no observo la mas mínima coordinación. El personal es exquisito atiende con cariño y la limpieza impecable.

Una mulata cubana de unos 50 años, me reclama para comentarme, es la enfermera jefe, me enseña el expediente de seguimiento que le hacen, la analítica perfecta. Al hablarle de mi estado de ánimo me recomienda que evite las visitas, personas como yo sufrimos demasiado en estos trances y entramos en depresiones inadecuadas. Trataré de sacar fuerzas de flaqueza.