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Festividades Personales

Festividades Personales Al ir siendo algo mayor (sonrío internamente ¿algo?) voy sintiendo cierto desagrado en lo que representa el día de mi cumpleaños, no viene al caso decir ahora cuando es. Como si fueran ecuaciones de segundo grado la mayoría de los planteamientos tienen dos resultados. En la mayoría de las situaciones de la vida hay un lado positivo y un lado negativo, depende del color del cristal con que se mire. Repetiré una vez más que, aunque en más de una ocasión me tachen de negativo, creo no serlo, por lo menos de esa manera, estimo que me baso en la realidad, la realidad, normalmente, es dura porque es lo que de verdad ocurre, sin ambages ni sutilezas. Entonces yo me desplazo por el lado, teóricamente, negativo porque, hablando claro, me hago viejo y por mucho que te digan pero has llegado, aunque irremediable, es un exiguo conformismo. Está el un día más pero este representa un día menos al tener una fecha de ‘vencimiento’. Si tuviera lectores, cada uno tendría su opinión. Tratando sobre este tema los más jóvenes, como si fuera para consolarte, desde su mira inferior te dirían lo comentado antes ‘pero tu has llegado, los demás,,,”, o ese parchecito, ‘no es para tanto si tu te sientes joven’. Yo me puedo sentir como me apetezca pero el espejo del cuento de Blancanieves no miente y no me refiero solo a la apariencia física del rostro, lo que llevas acumulado y gastado nadie te lo va a devolver, es como ir consumiendo bonus. Al pasar un teórico punto de inflexión, cima de la montaña de la vida, en esa cuesta abajo gustaría poseer un freno especial o como en el juego de las 7 y media, plantarse. Algún día le dije a una compañera, que me había elogiado de mi planta física para mis años, que ahí, en eso que acababa de decir radicaba el mal. Quedó sorprendida y me preguntó ¿qué he dicho?, pues eso has dicho lo bien que estoy para... Acto seguido me salió esta frase, el día que te empiezan a decir lo bien que estás para..., malo. En, más o menos, los 30 primeros años a nadie se le dice “para...”, salvo que, interiormente, se piense que esa persona está desmejorada y tenga un aspecto no adecuado a la edad, donde entonces surge la hipocresía y se le diga ‘te veo muy bien’. Aquí el circuito a recorrer es inexorable, se hace camino al andar, pero cuando ya estás algo cansado ¿qué haces?. No hay retrocesos que valgan si miras atrás te puede ocurrir lo que a la bíblica mujer de Lot, te puedes convertir en estatua de sal, dicen que siempre hay que mirar adelante, pero...
Esos supuestos lectores que me ‘abruman’, jajaja, comentarán sobre el negativismo de mi punto de mira, pero para hacerlo breve, fácil y tajante, les propongo un trato, ¿cambiamos los años? ¿Habrá alguien tan ‘generoso’?. Venga quiero demostraciones, refutamientos. Es mi reto.
Otra cosa es la Fiesta Personal del Santo del que nos colocaron su nombre para distinguirnos o que nos llamen de alguna manera, hoy, precisamente, es mi santo, dice el santoral que de origen germánico y significa lobo noble y también el guerrero, pero el mío el del 27 de septiembre es por lo visto un Santo de Sevilla, de los años 800, en la dominación musulmana de la península, era hijo de árabe y cristiana, poco mas he encontrado de su vida, pero claro aunque nunca lo celebré, cumplir santos no es lo mismo que cumplir años.
Al pasar de los 40, muchas personas, yo fui uno de ellos, sin estar obsesionado a perpetuidad ya reparabas que iba a iniciarse un lento pero continuado declive y por favor no lo adornemos con discursitos y pañitos calientes, que se le preguntes a las multinacionales de la cosmética, a los ‘reparadores’ de físicos, estiradores de pieles, liposuctores de estómagos, vientres, culos, muslos. Menudo montaje industrial alrededor del disimulo, pero esos mismos que se someten a tanta práctica reparadora a su vez te dicen que hay que asumirlo. Vuelta a la hipocresía, aquí no hay varitas mágicas, aunque la mona se vista de seda mona se queda, las famosas de la tele con la cara lavada, tiene otra imagen ¿verdad?. No resplandecen tanto. Si los años no importan porque todo el mundo los quiere disimular, aparentar lo que no sé es. Me lo razonen por favor.

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