Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida. (XVII)

De la plaza de Cataluña también, desde estación subterránea, partían trenes de cercanías, en aquellos tiempos pioneros de la posterior red nacional creada ya en plenitud hacia finales del siglo XX. Estos hacían recorridos que unían la capital con pueblos importantes muy industriales de los alrededores, Sabadell, Manresa, Tarrasa, Granollers, Badalona, etc.
Hablando de transportes, el metro no era muy extendido, pero tenía una red de tranvías muy importante, su color identificativo era el rojo y circulaban por las principales vías, pero recorrían todo la ciudad. Los había hasta de dos pisos y en el verano, unos especiales que los llamaban jardineras, porque llevaba poco armazón y eran más frescos, ya que claro de aire acondicionado, todavía ni por zonación. El color de los taxi era el amarillo con los borde y techo en tono negro. Hay y había calles muy largas, Aribau, Muntaner, Aragón, la Diagonal, etc, muchas pasaban en numeración del 1.000.
Saliendo del casco antiguo que era desde la citada plaza de Cataluña hacia el puerto, a ambos lados de las Ramblas. La parte nueva de Barcelona, salía en sentido contrario de la misma plaza, con un trazado geométrico perfecto, en todos los cruces de calles las casas estaban achatadas lo que hacía de cada cruce una especie de plazoleta y dando una importante sensación de amplitud...
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