Mi bitácora. La nave en el mar de mi vida. (XVI)
Anécdota familiar y afortunada se desarrolló en torno a esos caños de agua fue que paseando camino de casa, yo, el niño quiso ir a beber agua, la madre, protectora siempre, pero en aquellos tiempos mas con aquello del buen ver y presentación, no permitió que con una ropa recién estrenada y confeccionada por ella, fuera a salpicarme y mancillar el apresto del tejido. Argumentó al azar bendito que, estando próximos a casa bebería mejor en un vaso. La llamada providencia realizó el prodigio e instantes después a mi solicitud, estalló un artefacto, por motivos supuestos de protesta que se hacía contra el régimen de vez en cuando, para soliviantar los ánimos y la serenidad aparente del momento.
Buena, pues ya pasada la fuente de Canaletas, se llegaba a una rectangular y muy amplia plaza, la de Cataluña. Fuentes de bonito diseño, jardines, palomas, componían el bucólico cuadro en el interior y corazón de una ciudad industrial por excelencia....
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