Blogia
ofloda

MALDITOS CARACTERES

MALDITOS CARACTERES

Este relato es una autocrítica, no sin amplios merecimientos, no estoy orgulloso de tener que hacerlo pero, casi, me siento obligado por las circunstancias a las que me conduce mi veleta. Me considero una persona de buena educación, por una parte, por la realización de estudios bien aprovechados, después porque la curiosidad siempre me servido de acicate para adentrarme en conocimientos diversos. Aparte soy persona respetuosa, en mis 40 años de trabajo en un banco, 25 años fue director de Sucursal, con lo cual, algo que tenía, una timidez tremenda, tuvo que espabilarse para despertar al trato de la relación pública, de aquí también saqué conclusiones de muchos oficios, empresas, trato diverso con gente, lo que fomenta una sicología por práctica y dejé en ella una estela de buen hacer, entre compañeros de oficina y entre clientela con la que traté. Pero, ya llega el pero, no todo iban a ser elogios porque sino no habría autocrítica, nunca es mi intención hacerle daño a nadie pero, alguna influencia demoníaca, aunque yo me crea no supersticioso me debe de conducir, en ocasiones, contracorriente y me hace pasar de la dulzura a la grosería, además esto lo he observado que ha tenido un incremento, sobre todo y por poner una fecha a partir de los 50, no sé si será porque el riesgo corrido por operaciones a corazón abierto, de colon por rotura infectada, ambas con peligro de muerte, me han hecho depresivo, eso unido a ciertos celos que tengo en cuanto aprecio a alguien, hacen una mezcla explosiva de, para mí, difícil superación, cuando me doy cuenta, que me la doy, ya es tarde, ya el mal está hecho y alguien, siempre personas a las que cuanto más quiero más les perjudico, insisto no sé si mis neuronas, cada vez, más envejecidas, se están trastocando. Me convierten en un cascarrabias de mal tono, injurioso y desagradable, e insisto cuando más pretendo evitarlo, en el momento inesperado vuelve a saltar la liebre.

Por eso pido y solicito ayuda de las personas que se sientan agraviadas por mis salidas extemporáneas, pido comprensión, animación, consejo no sin reprimenda quien me conoce bien sabe de mis buenos detalles unidos a la de esa maldita pócima que parece alguien me suministra para soltar sapos y culebras.

Perdón, humildemente de rodillas, a todos mis damnificados y aunque no muy religioso practicante pediré a Dios me dé fuerzas para una retención de momentos imprecisos.

 

 

0 comentarios