ROMANTICISMO INCOMBUSTIBLE - 20/08/10

  Llego a pensar que a mis longevos años la observación sobre mí es que cada día, con mayor intensidad, ¿si es normal? lo ignoro, me brota desde mi interior un mayor sentido del romanticismo y platonismo.

  Me ‘enamoro’ solo a la primera vista, no puedo contenerme. Eso si a nadie molesto y procuro evitar el descaro en mis miradas, para ello esta el soslayo.

  No gano nada con ello pero es mi forma de ser. A pesar de mis 66 años.

  No pretendo ser repetitivo, mis enfermedades son muchas y de todo tipo, mi tratamiento, 17 pastillas diarias y un promedio de citas, pruebas y consultas médicas para seguimiento de las mismas. Cumplo la mayoría de las normas que me ‘exigen’, todas no, hay que darse también algún margen, aún conociendo los riesgos que ello conlleva pero, no solo de pan vive el hombre. Soy adicto al alcohol, concretamente, al whisky, mis doctoras lo saben y me dejan por imposible, ‘yo impongo, en esto, mi ley’, sigo una norma concreta y nunca me paso del límite que tengo establecido y conozco mis reacciones, sé que las consecuencias me pueden traer problemas pero lo asumo.

  Yo me he hecho el planteamiento de este asunto y ya digo a los médicos les confieso mi total verdad, mucha gente lo hace, ¿de qué me serviría a mí engañarlos?, el que se engañaría sería yo. Ellos, lógicamente, me advierten, están en su misión aunque, ya cada día menos, saben que tropiezan con un muro. Les digo la frase bíblica ‘soy el que soy’. A nadie responsabilizo de mis ‘desmanes’ y hasta firmaría una carta eximiéndoles de las reacciones que pueda conllevar esta toma de decisión personal.

 Para nada presumo de esta actitud, solo que forma parte de mi vida.