Estoy muy separado del llamado cine como arte. Una cosa es que una serie de secuencias bien interpretadas y dirigidas, sobre un buen guión o historia puedan llegar a buenas conclusiones pero sin que prevalezcan los favoritismos de opinión. En un filme de cierto cariz, se escatima poco el dinero, el Productor quiere una buena película para una buena recaudación y prestigio, pero no obstante una cosa es Hollywood y otra el resto del mundo. Tengo entendido que el país que más película rueda es la India y jamás he visto, ni otras muchas personas hindúes. Pero todo este prólogo viene a cuento de que hoy (22/08/06) he visto en Telemadrid los preparativos para el rodaje de un filme, una vez sobre nuestra maldita Guerra Incivil (ya han pasado 70 años y hay quien se empeña en que nada se olvide, no solo eso pretende un rebrote), parece ser que el argumento consiste en relatar el fusilamiento de 39 mujeres socialistas al acabar la guerra. No justifico y menos justificaría a ciegas ese salvajismo. Solo daría mi razón al exterminio de etarras que con saña matan, matan y vuelven a matar, y nuestro presidente les ha incluido en su círculo de amigos, no le bastan Fidel Castro, Hugo Chávez y el todavía tapado pero seguro que guerrero de odios Evo Morales. Imagino que los franquistas en esos fusilamientos presentarían cargos graves desde su punto de vista. Pero las guerras nunca se destacaron por cortesías precisamente y además las guerras son pírricas, todo el mundo pierde algo más que ganar. Si hubiera sido el resultado inverso, tendríamos y hablaríamos de casos similares, ahora parece que solo hay huesos de izquierda, cuando una vez más digo que la mayoría de los participantes en la guerra eran apolíticos y que les dieron un fúsil para disparar contra los de enfrente sin saber si era su hermano o su primo. Los políticos si se aprovechan de los resultados, pero los que ganan, toman los privilegios de los vencedores y los que pierden ya se han ocupado de llevarse todo el dinero que han podido para vivir en su exilio a lo grande. Parece ser que para este rodaje han acotado buena parte de una zona antigua alrededor del famoso Mercado de la Cebada, en el distrito de La Latina, casco antiguo de Madrid. En una entrevista callejera le consultan a una señora mayor sobre el tema y contesta, normal y con naturalidad, que porque no se han ido a acotar la zona de Chamberí por la calle Eloy Gonzalo, donde más 50 monjas y frailes, fueron quemados, degollados y ultrajados, por las correctas milicias al servicio de la II afamada República según nos quiere destacar ahora nuestro Sr. Rodríguez. ¿Saben ustedes que los franquistas mataron a su abuelo el capitán Lozano?. ¿Saben ustedes quienes asesinaron a sus abuelos, hermanos, primos, etc? ¿Saben ustedes que las guerras están llenas de muertos y asesinatos? ¿Saben ustedes que todos los que disparan no son asesinos, sino más bien mandados u obligados por los verdaderos asesinos, léase políticos sin miramientos o déspotas que solo con ponerles una sardineta o estrella en la bocamanga se creen los dioses del Olimpo, pero ellos salen siempre inmunes.?Estoy harto, ¡ya está bien! De solo hurgar en las heridas de los de un bando que con sus desmanes fueron los provocadores, pretendían a toda costa una colonia soviética en el sur de Europa, era una buena base. Sin embargo los tan odiados norteamericanos por nuestro presidente y su cohorte de pelotas no saben que España incluso se quedó fuera del plan Marshall, es decir USA, no premió la contención del comunismo. Las guerras, insisto son todas cruentas, nunca existió una asignatura de caballerosidad en la guerra, solo algunas pequeñas indicaciones como la Convención de Ginebra que son respetadas a interpretación. Yo como dirigente de un país, vetaría la producción de películas de guerras, sobre todo civiles, salvo que fueran consensuadas por un consejo de componentes de las partes que en su día estuvieron implicados. Pero yo, particularmente, no puedo pasarme la vida pensando en quien mató a mi tatarabuelo o echarle la culpa a Fleming por no haber inventado antes la penicilina. Cualquier día el Sr. Rodríguez son saca alguna cuenta pendiente con Sr. Alexander Fleming.
Estoy muy separado del llamado cine como arte. Una cosa es que una serie de secuencias bien interpretadas y dirigidas, sobre un buen guión o historia puedan llegar a buenas conclusiones pero sin que prevalezcan los favoritismos de opinión. En un filme de cierto cariz, se escatima poco el dinero, el Productor quiere una buena película para una buena recaudación y prestigio, pero no obstante una cosa es Hollywood y otra el resto del mundo. Tengo entendido que el país que más película rueda es la India y jamás he visto, ni otras muchas personas hindúes. Pero todo este prólogo viene a cuento de que hoy (22/08/06) he visto en Telemadrid los preparativos para el rodaje de un filme, una vez sobre nuestra maldita Guerra Incivil (ya han pasado 70 años y hay quien se empeña en que nada se olvide, no solo eso pretende un rebrote), parece ser que el argumento consiste en relatar el fusilamiento de 39 mujeres socialistas al acabar la guerra. No justifico y menos justificaría a ciegas ese salvajismo. Solo daría mi razón al exterminio de etarras que con saña matan, matan y vuelven a matar, y nuestro presidente les ha incluido en su círculo de amigos, no le bastan Fidel Castro, Hugo Chávez y el todavía tapado pero seguro que guerrero de odios Evo Morales. Imagino que los franquistas en esos fusilamientos presentarían cargos graves desde su punto de vista. Pero las guerras nunca se destacaron por cortesías precisamente y además las guerras son pírricas, todo el mundo pierde algo más que ganar. Si hubiera sido el resultado inverso, tendríamos y hablaríamos de casos similares, ahora parece que solo hay huesos de izquierda, cuando una vez más digo que la mayoría de los participantes en la guerra eran apolíticos y que les dieron un fúsil para disparar contra los de enfrente sin saber si era su hermano o su primo. Los políticos si se aprovechan de los resultados, pero los que ganan, toman los privilegios de los vencedores y los que pierden ya se han ocupado de llevarse todo el dinero que han podido para vivir en su exilio a lo grande. Parece ser que para este rodaje han acotado buena parte de una zona antigua alrededor del famoso Mercado de la Cebada, en el distrito de La Latina, casco antiguo de Madrid. En una entrevista callejera le consultan a una señora mayor sobre el tema y contesta, normal y con naturalidad, que porque no se han ido a acotar la zona de Chamberí por la calle Eloy Gonzalo, donde más 50 monjas y frailes, fueron quemados, degollados y ultrajados, por las correctas milicias al servicio de la II afamada República según nos quiere destacar ahora nuestro Sr. Rodríguez. ¿Saben ustedes que los franquistas mataron a su abuelo el capitán Lozano?. ¿Saben ustedes quienes asesinaron a sus abuelos, hermanos, primos, etc? ¿Saben ustedes que las guerras están llenas de muertos y asesinatos? ¿Saben ustedes que todos los que disparan no son asesinos, sino más bien mandados u obligados por los verdaderos asesinos, léase políticos sin miramientos o déspotas que solo con ponerles una sardineta o estrella en la bocamanga se creen los dioses del Olimpo, pero ellos salen siempre inmunes.?Estoy harto, ¡ya está bien! De solo hurgar en las heridas de los de un bando que con sus desmanes fueron los provocadores, pretendían a toda costa una colonia soviética en el sur de Europa, era una buena base. Sin embargo los tan odiados norteamericanos por nuestro presidente y su cohorte de pelotas no saben que España incluso se quedó fuera del plan Marshall, es decir USA, no premió la contención del comunismo. Las guerras, insisto son todas cruentas, nunca existió una asignatura de caballerosidad en la guerra, solo algunas pequeñas indicaciones como la Convención de Ginebra que son respetadas a interpretación. Yo como dirigente de un país, vetaría la producción de películas de guerras, sobre todo civiles, salvo que fueran consensuadas por un consejo de componentes de las partes que en su día estuvieron implicados. Pero yo, particularmente, no puedo pasarme la vida pensando en quien mató a mi tatarabuelo o echarle la culpa a Fleming por no haber inventado antes la penicilina. Cualquier día el Sr. Rodríguez son saca alguna cuenta pendiente con Sr. Alexander Fleming.
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