D7 - LOS DOMINGOS DE ABC

Esta gran idea de ABC, como tantas, de hacer una revista interior los sábados S6 y domingos D/, en donde salen a relucir los más variopintos temas, nos llevan a conocer problemas y circunstancias de muchas cosas que tantos y tantos ignoramos. Así al azar, todos los artículos tienen su interés y su fondo, por ejemplo he elegido uno publicado el 14/05/06 (estos artículos no tienen caducidad, desgraciadamente siempre están latentes) llamado ‘KINSHASA, LA BELLA MUTILADA’ suscrito por un especialista en narrativas viajeras insólitas, ALFONSO ARMADA. ¿Qué voy a decir de la elocuencia de sus buenas descripciones?. Pero como buen trotamundos elige temas que, en general, serían inéditos para la mayoría. El problema es que este tipo de prensa seria, no tiene la relevancia adecuada y merecida, es casi selectiva. No es rosa, no es amarilla, es de tono gris oscuro y todos somos muy solidarios pero las penas las pasamos por alto. Algunos se creen que por aportar algún ‘euro’ a una ONG, de dudosa actuación ya ha cumplido, pero no les interesa demasiado el destino de ese ‘descarriado euro que un día aportó’. Hablar de la capital de la República Democrática del Congo, es como profundizar demasiado. ¿A cuánta gente le interesa? ¿Cuántos royalties produce?.

Pues Alfonso en un par de páginas nos describe sobre esa ciudad que en su momento se llamó Leopoldville en honor al emperador belga que entre 1908 y 1960, fundada el 1 de diciembre de 1881 en un remanso del gran río Congo ‘de donde se dice todos los ríos beben’. Tras la independencia en 1960 pasó a llamarse como uno de sus barrios KINSHASA. Después de la opresión del mandato belga, vino casi algo peor, las luchas tribales para repartir la parte de la tarta que los belgas dejaron, porque estos aunque se llevaran mucho, pero es un terreno rico y tenía mucho por explotar y trabajar. Entonces unos militares de rangos rimbombantes se fueron haciendo con el poder, llegó una larga dictadura encabezada por el coronel Mobutu. Este y sus secuaces se ocuparon de ir esquilmando lo que a los belgas no les dio tiempo a llevarse, debieron pensar que se pasarían ahí toda la vida. Entonces estos cabecillas se dedicaron a explotar los grandes recursos existentes engrosando fortunas y palacios y los mejores coches, abriendo grandes cuentas en paraísos fiscales. Luego nos piden solidaridad ¿por qué un tribunal mundial no obliga a estos mafiosos, aunque sea basándose en fuerza a compartir algo con sus hambrientos pueblos, tanto en alimento como en educación o medicinas? Previo al tal Mobutu tu ya hubo otro abusador de relieve Patrice Lumumba, ahora parece andar por los altares un tal Joseph Kabila, ignoro sus credenciales pero, desgraciadamente, no diferirán mucho de las de sus antecesores. ¡Ojalá! algún día me equivoque. Pero debiéramos insistir en una fuerza internacional que controlara los grandes desmanes que se cometen contra los ignorantes y atribulados ciudadanos de tanto países ricos, son más ricos que los nuestros, los nuestro ya han sufrido mucho desgaste, pero claro son los llamados ‘señores de la guerra’.