La pesada carga de los años

Los positivos me comentarán que los tiempos han cambiado y que no son lo mismos los años de aquella época que los actuales. Ya, eso lo entiendo, pero porque los hemos enmascarado, les sacamos mejor partido, pero el cómputo de tiempo no ha variado y los 50 de ahora y antes siguen siendo 600 meses, unos 18.262 días, computando los bisiestos, 438.288 horas, 26.297.280 minutos, 1.577.836.800, segundos, bueno y no sigo con mas mediciones, pero a eso equivalían el año 1805 y a eso equivalen el 2005.
Botella medio vacía alguien me dirá o me llamará eso. A las pruebas me remito y reto a cualquiera, porque sino, principalmente, en mujeres se van incrementando los afeites como DªFlora, las sujeciones, realzar los pechos de los efectos de la gravidez, aupar traseros para hacerlos llamativos y respingones, ¿eso no es intento de camuflaje?.
No desdeño el optimismo, es bueno vivir el carpe diem acepción que en la revista METHODOS escribe Rosario González Galicia, hablando del tradutore traditore (traductor, traidor), se le da a esta expresión como goza de este día o aprovecha el día, pero también comenta sobre el significado del griego Horacio le dio como fornicar, que se acaba el mundo, salen detractores o puristas que dicen no referirse solo a fornicar, follar, sino otros placeres en general, pero Horacio escribía poemas a la bella Leucónoe con esa intención, otra cosa como dice (sic) la autora que luego se la llevara al huerto. Otras acepciones que describe la autora posibles son cómete el tiempo a mordiscos o que nos quiten lo bailado.
Vale todo esto bien pero insisto que la realidad nos pone a cada uno en su sitio. He oído ya decir muchas veces que la edad se lleva en el corazón. Bonita visión yo, romántico, me la debería aplicar.
imagen : batalla Trafalgar
0 comentarios