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SE CIERRA EL TERCER TRIMESTRE DEL AÑO – 30/09/2012

SE CIERRA EL TERCER TRIMESTRE DEL AÑO – 30/09/2012

 

De mis aconteceres laborales, el haber ejercido en tareas contables, primero, en la más famosa empresa de ascensores de aquello momentos, allá por 1960, la suiza ‘JACOBO SCHNEIDER, S.A.’ base de la que es hoy la multinacional USA, ‘ZARDOYA OTIS’, tenía yo 15 años, entre de administrativo en un subdepartamento de contabilidad al poco fui trasladado a Contabilidad, empezando a pasar anotaciones en una de las dos máquinas especiales al efecto y estas se reflejaban en fichas, aparte de una reserva que recogía las anotaciones del día y que eran la base de la contabilidad de la empresa, ahí medré pronto y con 19 años era el tercer jefecillo de un departamento de unas 25 personas. Aún así mi nómina inicial de auxiliar fue de 750 pts y en el carguillo posterior ascendía a 2.500 con 14 pagas al año y horario de mañana y tarde con dos horas para ir a comer, al no quedar mi casa muy lejos pues allí iba andando para no gastar en el tranvía que llegaba tras cinco paradas, esto 4 veces al día, el ir andando suponía un ahorrillo, todo era poco.

Se acercaba el periodo del servicio militar obligatorio y en la empresa solo me guardaban el puesto y supe que en la banca te guardaban el puesto pero te pagaban el 60% del el sueldo que, encima, era de mayor cuantía siendo auxiliar. Entonces me lancé al voluntariado que suponía que me quedaba en Madrid. En ello ya estaba en el Banco de Madrid (no CajaMadrid, ni siquiera por entonces se llamaba así, era Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid), había aprobado una oposición en la que, aún, siendo restringida, se presentaban botones, hijos de empleados y algún pupilo presentado por cliente del banco, este era mi caso. Pues un número de 500 chavales (todavía no había en la banca mujeres que no fueran o secretarias o telefonistas) para cubrir 15 plazas, obtuve el número 1 y fui a Contabilidad por elección. También en el mismo período me presenté al Banco Popular, estas de libre acceso y fuimos 1.800 para 15 plazas, ahí obtuve el número dos pero elegí el de Madrid por los horarios, éste de 8 a 3 que me dejaba tarde libre para acudir a la Escuela Oficial de Comercio, donde me hice perito y profesor mercantil, algo parecido a lo que hoy es Administración de Empresas. La ‘mili’ como voluntario firmabas 18 meses, la obligatoria eran 13, tuve la suerte de hacer, siendo recluta, unas pruebas y aprobé para ir al departamento de Contabilidad del cuartel que estaba en lo que era el Ministerio en Moncloa. Éramos 6 soldados, de Jefe un Capitán al que solo me encontré en unas 6 ocasiones y el que llevaba el tema era un brigada, aparentemente gruñón pero muy buena y justa persona.

De los 6 soldados solo íbamos 3, dos de Madrid y uno de pueblo, los otros eran recomendados que estaban exentos de su presencia, uno de ellos un jugador del Atlético de Madrid, Ufarte, al que solo vi ene l campo de juego en alguna ocasión.

La labor nuestra era hacer las nóminas de los oficiales labor que suponía una semana pero que entre el otro de capital y yo lo hacíamos en 4 días y al sexto día del mes el brigada nos daba licencia para no ir, salvo cuando tuviéramos servicio de cuartel o guardia que eso se salía de su cometido, en total hice 11 guardias y 13 cuarteles pero de estos solo 1 porque te lo hacía otro por entre 800 y 1.000 pesetas pero te evitabas problemas, eran 24 horas y allí dormía poca gente pero muchos de mala catadura.

Haciendo 100 horas en el banco cobrabas el sueldo y pagas enteros y yo venía haciendo unas 140 o más, las sobrantes era para seguir aprendiendo e integrándome en el puesto bancario.

Bueno pues el mundillo bancario interno, el de contabilidad lo ejercí desde los 19 a los 24 años, ya como interventor de oficina, aunque tuve 3 años de gestor comercial para hacer clientes.

El final de un trimestre suponía algo especial, estadísticas, datos comparativos etc. Y el 1 de octubre que iniciaba el 4º era el ‘sprint’ final donde se trataban de cumplir objetivos y empezar a preparar los del siguiente año.

Las vacaciones principales laborales se llevan a cabo en los meses de junio, julio, agosto, septiembre pero ya este último más limitado para los que tienen hijos en edad escolar, empiezan clases y hay que comprar libros y demás preparativos.

Mes agobiante tras unas vacaciones en donde siempre se hace algún excesillo, solo las tarjetas plásticas de crédito demoran el problema para octubre. Parece otro inicio de año camuflado aunque no se tomen uvas el 31 de agosto.

Cantó el Dúo Dinámico y lo canta, ‘Amor de verano’, música de fondo que tuvo la famosa serie televisiva ‘Verano azul’, rodada en Nerja (Málaga) donde el gran Chanquete (el famoso actor Antonio Ferrandis) y sus chavales daban rienda suelta a sus correrías.

En la palabra ‘septiembre’, años atrás la Real Academia suprimió la ‘p’, yo seguí esas instrucciones pero como ni la prensa ni la gente, en general, lo hizo pues parece que, encima, si no pones ‘septiembre’ tienes una falta.

No solo se ‘comen’ letras los andaluces, los gallegos  la ‘p’ antes de ‘t’ y en casi toda España el famoso ‘ao’ por ‘ado’ ‘estoy enfadao’ más que ‘estoy enfadado’, ¡coño! Hasta suena repipi. A lo que llegan los vulgarismos.

Además como su nombre indica sería el séptimo mes del año si dos Emperadores romanos, Julio César y Octavio Augusto, se intrusaran entre junio y septiembre, menos mal que a la saga de los famosos por sanguinarios, Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, no les dio por adentrarse, hubiera habido que estirar el año o hacer meses más cortos.

Napoleón también creo su calendario particular con nombres de meses totalmente diferentes (hablaré de ello en curiosidades de otro momento).

Pues acabando con que, como cualquier trimestre, mes de estadísticas empresariales de todo tipo e incluso políticas da lugar a que la prensa rellenes páginas con este tipo de datos y no digamos la prensa especializada en economía.

 

 

 

 

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