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DÍA ALGO TRISTE – 20/12/2012

DÍA ALGO TRISTE – 20/12/2012

 (escrito en 20/12/2012, día de autos) 

¿Por qué? Os preguntaréis muchos. Bueno el contenido tiene algo de jocoso aunque dadas las múltiples características de la especie humana, para muchos si se pueden reunir condiciones de congoja, veamos.

Los cambios estacionales meteorológicos han variado un concepto en la forma de expresarlo. Con anterioridad, y no hace mucho, los solsticios y los equinoccios, es decir, del primer término el de verano y el de invierno, del segundo, el de primavera y el de otoño, se iniciaban cada 21 de los meses, de junio y diciembre, respectivamente y los equinoccios, los 21 de marzo y septiembre y con eso quedaba todo resuelto.

Los estudios precisos no son de ahora pero, se resumían en las fechas indicadas para no andar con tecnicismos. Hoy en día se determinan día hora, minuto e incluso segundo en cada cambio, luego lo mismo pueden ser los cambios un día 20 que un 22, etc.

Bueno pues el pueblo de a pie, a pesar de ver televisión, oír diales, leer prensa en donde se informan en modo detallado los transvases de una estación a otra, los día 21 privan para la mayoría.

Si se hiciera un estudio o por lo menos escuchando de oídas conversaciones de bar o callejeras o de ascensor, yo diría que hay preferencia por los llamados ‘calores’. Por un lado representan épocas vacacionales y por otro, al ser la luz solar más expresiva, es como si el día, en lugar de 24 horas tuviera más y la gente vive más la calle. El caso es que cuando el calor es tórrido o agobiante, te pongas la prenda que te pongas o aunque te despelotes, sigues teniendo calor. El calor para muchos, creo que una mayoría, es placer, para otros, representa contrariedad.

Si sopesamos los pros y contras o como se dice hoy en día puntos fuertes y débiles, las temperaturas bajas son más combatibles por molestas que sean. Te abrigas bien, te pones en la cama las mantas que precises, hoy en día los edredones nórdicos, aparte de poco peso abrigan más que las tan famosas, en España, mantas zamoranas o palentinas. Incluso, mantas de mucho menor peso y suave tacto proporcionan mejor abrigo que las anteriormente mencionadas. Los tiempos adelantan que es una barbaridad, frase muy zarzuelera.

Existen calefacciones centrales en comunidades, individuales para pisos, estufas, etc, ya no es lo de cuando yo era pequeño y me quedaba estudiando, abrigado por un buen chaquetón de lana basta y tricotada por tú madre, en mi caso, también mi hermana que tenía 10 años más que yo y era excelente artesana de las agujas de hacer punto.

Y el piso pequeño como en el que vivíamos mi padre, mi hermana y yo (mi padre falleció teniendo yo 12 años), todavía la cocina era un fogón con arandelas de hierro en donde se echaba el carbón y se mantenía todo el día, pues de ahí salía un calorcillo que aunque no cubría al completo las necesidades, en un piso de 35 m2 era al menos un consuelillo. Luego en las comidas y cenas, una mesa camilla con sus faldones de cretona y encima el mantelito, tenía debajo una base circular para el soporte de un brasero de hierro en el que se ponían diversos tipos de carbón, estaban el picón, más basto pero económico y el herraj, triturado fino procedente del hueso de aceituna, más caro pero menos peligroso en emanación de toxicidades. Se mantenía su lumbrecilla, a modo de pequeño cráter, con una badila, artilugio en forma de barra alargada y con un pequeño redondel en su punto que servía para atizar, como se decía, las brasas. ¡Qué tiempos! Los abueletes contamos historias y nuestros nietos parecen creer que hablamos en otro idioma o dialecto, ni se imaginan que recurriéramos a objetos de los que no se pueden hacer idea alguna.

En el término alimentario, para el frío hay caldos calentito, guisos humeantes, cafés e incluso aunque no muy recomendable una copilla de coñac o de otro alcohol.

Los calores precisas de abundante agua para sustituir y ocupar el lugar de nuestros sudores pero cuanto más fría está el agua o bebida que tomes más calor sientes en breves momentos y es un ciclo continúo.

Curiosamente la bebida más natural para saciar nuestras ansias de sed es el agua, la del grifo o la embotellada que llaman mineral, como si la del grifo no fuera una fórmula química igual pero las ‘marcas de manantial’ de las que muchas veces tengo mis dudas parecen ser más adecuadas o selectas.

Bien es verdad que sin salir de España, dependiendo de las zonas las aguas de grifo son más refinadas si proceden de sierras, en el levante español las aguas de grifería son calizas, malas hasta para cocer legumbres y aquí se justifica más el uso de aguas embotelladas refinadas pero con costes muy superior.

Curiosamente he leído recientemente que en contra de muchas creencias la bebida que mejor combate la sed después del agua es la cerveza. Siempre parecía que una limonada o refresco más o menos natural eran los sustitutos ideales.

En la comidas, ya sé sabe, privan las ensaladas, gazpachos, frutas, etc, es decir cosas que parece nos calman los acaloramientos de un humeante puchero.

Y dejando ya los asuntos de sensaciones térmicas el segundo palillo que voy a tocar es el de los festejos.

El verano propicia más la celebración de fiestas populares con motivo bien del final de la recogida de cosechas, bien porque muchas localidades celebran sus fiestas en épocas de mayor calor para entretenimiento popular.

Los que somos mayores y lo vivimos, se hablaba que durante la dictadura, el día del Trabajo, al ser fiesta de nombre no muy acogido por régimen, se celebraban o partidos de fútbol o corridas de toros o bailes regionales por las casas de las diferentes regiones y, principalmente, organizadas por la llamada Sección Femenina de Falange.

Pero, sin tratar de negar eso, parémonos a pensar que en cualquier civilización, los imperios, las monarquías, las ciudades autónomas, las repúblicas, para distracción del analfabeto pueblo se le soltaban migajas de festejos para distraer su atención. Las religiones por su parte inculcaban actos, bien llamados de fe o en loor de dioses y demás rituales.

Todas estas manifestaciones de cultura popular o de los festejos para distraer a la ‘manada’ de las hambres  y  problemas latentes.

Esto se hizo, se hace y se seguirá haciendo, ‘el ‘Mundo Feliz’ de Aldous Huxley es aquí como la ‘Utopía’ de Tomás Moro.

Además, en frase de la dictadura que se decía ‘Spain is different’, es nuestra idiosincrasia la que colma estos vasos.

Por eso titulo ‘Día algo triste’ porque para colmo de males, encima la Eurocopa de Fútbol se tomó sus particulares vacaciones y para muchos no hubo fútbol.

Pero como se ha venido diciendo como consuelo ‘MAÑANA SERÁ OTRO DÍA’.

 

 

 

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