LO QUE PUEDEN DAR DE SI UNAS APARENTES CURIOSIDADES - 27/01/11
No pretendo que tengan un gran éxito sino que me mantiene más despierto ocupacionalmente.
En el transcurso de mi vida, yo que pretendí ser técnico bancario una vez ubicado mi destino en una entidad financiera me encauzaron por el lado opuesto, el comercial, esto ocurrió teniendo yo 22 años, recién salido del, por entonces, obligado servicio militar. Entonces me incorporaron al departamento de Producción y en nuestra actividad se nos llamaba Visitadores (hoy en día Gestores Comerciales). Ahí me tuve que lanzar al ruedo de la representación de productos bancarios. Dijo el afamado Winston Churchill, sobre el papel de su pueblo, el británico tendría que soportar en la Segunda Guerra Mundial, debería soportar para salir adelante. Pues ahí mi sangre, sudor y lágrimas me encauzaron a ese mundo nuevo para mí.
Traté, no con demasiado éxito de captar clientes para el banco pero 3 años en la vanguardia me fueron cimentando en ese cometido. Después 3 años de subdirección de oficina, mezclada con la parte técnica como Interventor en donde se daba ya cara a un público y se trataba de la ampliación del número de nuestra clientela, después 18 años de director de sucursal me dieron alas para lanzarme al mundo del desparpajo y pasé de una timidez tremenda a un desenvolvimiento in crescendo.
Esta sistema de trabajo, por entonces, se desarrollaba, principalmente, en la calle, entendamos, bares donde desde los cafés matinales, los vinos del mediodía, las comidas, las sobremesas, algunas veces partidas de mus, y tabaco y copas, y así se completaba el ciclo. De vez cuando, por si lo anterior fuera poco, surgía alguna cena y copa nocturna.
Que nadie piense que eso era una bicoca y una orgía de satisfacciones, era cumplimentar el gusto de diversos clientes o futuribles y todo ello a costa de ir minando nuestra salud, las facturas la vida te las pasa a posteriori y muchas veces el precio es muy elevado. Encima tenías que cumplir unos duros objetivos que la alta dirección te designaba y si, con suerte los cumplías antes de tiempo, el premio era solicitarte más. Al tener categoría de Jefe eras empresa y entonces todo el tiempo adicional al horario de trabajo un promedio de 5 horas más diarias de lunes a viernes, suponían unas 1.100 horas al año, 3 años me quedé hasta sin vacaciones por necesidades del servicio pues este horario extra que representaría unas 750.000 pesetas quedándome corto, se solucionaban con el llamado sobre unas 250.000 pesetas a los más aplicados. Por lo que fuere lo cobré casi siempre.
Así que, aparte de perder un mínimo de 500.000 pesetas iba perdiendo algo cada vez más importante, mis reservas de salud. A los 52 años vino el infarto, después, hipertensión, diabetes, hígado y riñones tocados, estómago volcán de acidez y el día que te consideraron ya ‘algo mayor’ y que te podían cambiar por un chaval joven sin experiencia alguna pero ganando unas 4 o 5 veces menos pues ‘a la puta calle’ como se diría vulgarmente.
Todavía algún graciosillo te dice ‘pero tendrás buena pensión’ no sé si es buena o mala pero coticé 45 años y el máximo y no porque yo fuera ‘puro’ sino porque el propio banco te lo retenía de antemano. Pues mi pensión está un 40% menos de lo que cobra un diputado por haber cotizado 7 años y además de tener otras prebendas y canonjías propias de esos rutilantes y ostentosos puestos. Además en donde si mientras han estado han errado en todo, nadie les pone de patitas en la calle como a otro trabajador cualquiera.
Pues después de ‘este breve entreacto’, ya me conocéis voy ya al grano.
Probé un vino manchego me gustó y tomé la web, les escribí para interesarme por sus productos y me mandaron un listado de precios por si quería representarles entre mis bares conocidos, Pues hoy les mando el primer modesto pedido.
Nunca es tarde, vuelvo a mis comercialidades.
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