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FÚTBOL: ¿DEPORTE?, ¿JUEGO?, NEGOCIO Y BARBARIE-29/11/10

FÚTBOL: ¿DEPORTE?, ¿JUEGO?, NEGOCIO Y BARBARIE-29/11/10

 

 

Siempre trate de huir antes que tocar este tema, como tantas cosas irreales, es un asunto farragoso. Precisamente yo, que he sido muy seguidor del fútbol para mi ha caído en declive, es llama que se extingue en mi interior y no le voy a poner epitafio.

Desde pequeño, 8 o 9 años y con unas pelotas de trapos que nos cosían nuestras madres, los chavales del barrio que vivíamos en una calle sin asfaltar ¿se ignora el porque, en esa época, allá por 1953, todas las calles contiguas lo estaban), a este dato, tampoco tenía salida el muro trasero de un horno de la calle transversal, hacia de muro, por tanto, además de todavía muy poco tráfico, por allí no pasaba ningún armatoste de la época, en ese 'paraíso' llamado 'el rincón' con esas bolas artesanas practicábamos la patada, el regate y el intento de colar entre dos postes, sin larguero, estos postes no eran otra cosa que dos piedras, era como una especie de fútbol paleolítico. Bueno nos inició en la afición, ya pocos años después unos 5, tendría yo 14, en el equipo del instituto, jugábamos una liguilla frente a otros colegios, yo era el 11 porque, curiosidad no desvelada, aunque mal con las dos, le daba mucho mejor con la izquierda, (años después, en la era del ordenador, cuando aparecieron los roedores que dirigen, habitualmente una flecha por la pantalla del pc pues también atrapé el ratón con la izquierda y así sigo, mis rarezas).El once era el símbolo radical del extremo izquierdo, no confundamos con una ONG que agrupa y ayuda a los ciegos, ni al 'eleven'(11 en inglés) del juego de casino 'Seven-Eleven' (7- 11) que tampoco 'seven up' inexistente entonces, no pasábamos de Casera, Revoltosa y Laurel de Baco, afamadas gaseosas de aquel momento.

A los 12 años, recién fallecido mi padre, un tío mío, forofo del club blanco de la capital me hizo socio infantil, todavía conservo el carné con el nº52.066, su empeño era ponerme los cuernos, es decir hacerme vikingo pero con la iglesia topó mi querido tío, yo era ya culé arraigado, así que choque de trenes, yo le respetaba (cosa que por entonces existía y era frecuente su práctica, hoy ¿existe?, yo no lo veo). Tengo que reconocer, a pesar de todo que vi jugar a DiSéfano, Puskas, Kopa, Gento, etc. gran equipo el de entonces, no comparable al actual porque si se examinan las diferencias de su práctica por entonces no existían tácticas, había un portero, 3 defensas (que eran uno en cada lateral y un central, muchos de estos últimos se hicieron famosos porque en la contienda se partían muchos cocos y entonces un llamativo vendaje en la cabeza a modo de momia egipcia pero sin su delicadeza, les protegía algo del siguiente testarazo, Campanal(Sevilla), Quincoces (Valencia), valiosos ejemplares.), dos medios en línea y 5 delanteros, objetivo lógico el gol (estos cinco eran dos extremos dos interiores y un centro) la famosa WM, luego vinieron combinaciones numéricas el 3,4,3, el 4,3,3, el 3,3,4 y con solo una táctica, el 'a por ellos'. Hoy en día todo sofisticación, estrategia, táctica, defensivo y ofensivo, el media punta, el canterano, el carrilero, el gambeteo, lesiones semanales en entrenamientos que ponen en entredicho, antes del ‘interesante partido’ y para engañar al técnico contrario, llega el sábado que todo lo cura y por fin se reponen y salen de la UCI, más sanos que las manzanas, Hoy, rayando el ridículo y entrando hasta en cometidos de prensa rosa, hay diarios deportivos que también ponen en juego la belleza de las parejas de los jugadores, por claro, esos endiosados y encumbrados ‘artistas’ de la patada al balón, no tienen como pareja a alguien que no sea profesional de farándula, de  pasarelas, y especies similares.

Pues llevamos muchos días jugando este partido, otro del siglo, siempre me pregunto ¿cuántos partidos caben en un siglo?, Una jartá respondería un andaluz de rancia estirpe, luego cuando llega el día D y la hora H, estamos todos agotados pero a algunos todavía les quedan fuerzas para llenar de combustible etílico sus depósitos y luego manifestarse de forma violenta bajo los efluvios des sus bacanales conjuntas.

Insultos, agresiones, lanzamiento de todo tipo de objetos al terreno de juego, aullidos, rugidos, toda la selva está con representación animal.

Los presidentes de los clubes que suelen subvencionar (en la intimidad) a ultras de cada bando, en una culminación de su hipocresía, comparten un condumio exquisito en no menos ampulosas instalaciones, sus sonrisas, no son como la de Mona Lisa, precisamente, fuerzan sus gestos hasta conseguir muecas netolianas y comparten ‘delicada verborrea’ con la cutre representación de probos trabajadores de la información.

Y aquí viene lo de la barbarie a la que aludo en el título. Las fuerzas de seguridad tienen que suministrar todo tipo de agentes antidisturbios, caballería y demás persuasiones para evitar que los ‘atilanos’ destrocen la mitad de lo que pretendían, por ellos haría como Nerón, quemarían la ciudad y el caballo de Atila, rey de ‘los hunos y los hotros’, se quedaría diminuto en su expresión simbólica que donde pisaba se acabó lo bucólico, estas persona no ‘bárbaras’, sino en momentos emocionales incontrolados, por donde pasan, vuelan semáforos, queman contenedores y demás minucias.

Visto bien es una forma diferencia de una cultura ya sembrada y en estado de desarrollo manifiesto.

Creo que no me repetiré en esta sección, pero he sido taurino, he entrado al trapo.

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