EL ETERNO ROMÁNTICO

 

 

Se suele decir que los años no perdonan. Pienso que esto es verdadero pero, siempre hay algo que parece querer contradecir, esta realidad.

Este ’viejo’ se deshace escuchando lo que, ahora mismo, estoy oyendo, al gitano catalán rey del bolero MONCHO, la canción ’CUANDO ESTOY CONTIGO’.

Ideal para bailar sosegadamente, siguiente ese compás que impone la dulzura y templanza de música, voz y letra de un buen bolero, si es que hay alguno malo, todos son la exaltación del amor en el séptimo cielo; bailando con pareja adecuada para el momento y como se dice en inglés ’cheek to cheek’ (mejilla con mejilla), susurros al oído. cuerpos pegados. según Sergio Dalma en su canción ’Bailar pegados es bailar...’, los muslos entrelazándose, el del hombre ’colándose’ entre los de la mujer. Según el gran poeta de primeros del siglo XX, García Lorca en el Romancero Gitano, "sus muslos se me escapaban como peces sorprendidos, la mitad hechos de lumbre, la mitad hechos de frío...".

Las puntas de la nariz se rozan, como el beso de los esquimales, besos suaves en la frente y nacimiento del pelo y llegan la hora de los labios, ¡hay los labios y su contenido interior’, húmedos y ávidos y sedientos de otros labios.

A veces ese roce provoca una ’ranura’ suficiente para que esas lenguas ardientes y deseosas contacten poco a poco, se entrelazan cual sierpes encantadas por la flauta del hindú. Luego, después de tan feliz contienda donde no hay vencedores ni vencidos, esa lengua ya humedecida, roza la barbilla y pasea por cuello de cisne que evoca el de la mujer abrazada a ti.

Ella, cierra los ojos, se pierden en el éter, la distancia. ¡Qué más queréis...!