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EXCURSIONES IMPREVISTAS

EXCURSIONES IMPREVISTAS Llevamos unos 20 días, mi mujer y yo, que hemos recuperado la buena costumbre de salir entre 9 y 9 y ¼ de la mañana a los alrededores (ya que el parque está en medio de una gran obra de remodelación de la famosa M-30 de Madrid), pero la calle por la que accedíamos al interior del parque, llamado de la Arganzuela y (nombre del distrito donde habitamos) y fundado el año 1969 siendo alcalde de Madrid el Sr. Arias Navarro que, posteriormente, siendo Presidente del Gobierno, el año 1973, fue asesinado en un gran atentado de ETA que levantó el coche en el que viajaba más de 25 metros de altura yendo a caer dentro del gran patio de un edificio del barrio de Salamanca; pues bien la calle colindante con este parque se llama paseo de Yeserías y tiene unas aceras muy amplias unos 15 metros y muy arboladas, con una calzada de seis carriles, pero no de un tráfico intenso, lo que produce menos contaminación. Bueno pues un día de la semana pasada, saldría en conversación algo relacionado con tiempos anteriores y me dijo que le gustaría ir un día a Mora de Toledo, donde vivió, siendo pequeña unos 5 o 6 años y sus abuelos por parte de padre y su propio padre eran de allí, aunque éste último desde pequeño se vino a vivir a Madrid. Pues bien, ante este deseo yo soy de resolución rápida, si me lo pienso mucho no lo hago y le dije pues la semana que viene el martes tengo yo revisión médica el martes, así que nos vamos el miércoles. Consulte la predicción del Instituto Nacional de Meteorología y decía que estaría seminuboso, frío y con ventisca. Así resultó. Bueno luego viene ya empezar a narrar los avatares del viaje. Nada muy importante de resaltar pero sí para detallar el desarrollo del día. Bien tras consultar en internet vi que el único medio que había directo era un autobús de la empresa Samar que hace el recorrido entre Madrid y Mora de Toledo (en esa provincia que apellida al pueblo) a 100 kms de Madrid. Hay poco servicio y al día solo tres autobuses hacen el recorrido, a las 11, a las 14 y a las 19. También quedaba la alternativa de ir a Toledo y desde ahí al pueblo (30 kms) hay una empresa que sale cada hora. En las horas en punto en ida y vuelta. Luego en Toledo, al llegar a la dársena, subes al despacho de billetes y hay una empresa  La Continental que sale cada hora hacia Madrid y, además, viene directo y sin paradas intermedias.Bueno pues la historia empieza con que salimos de casa a las 9 y media porque el autobús que nos lleva a la estación de autobuses, aunque no es un camino demasiado largo pero no tiene mucho servicio pero, basta que íbamos sin prisa para que fue llegar a la parada y llegar el autobús, total que llegamos, sacamos los billetes y faltaba hora y cuarto para que saliera el autocar. Llevábamos un buen rato sentados y nos reímos pensando en que si después de aguantar tanto tiempo para salir, nos despistáramos y perdiéramos el autobús. Bueno pues se inicia el periplo, salimos de Madrid a las 11 y yo pensando en esos 100 kms pensé que en hora u hora y cuarto estaríamos, le pregunto al conductor y me dice que pretende llegar a la una, claro le pregunté que como tanto y ya me explicó que es que hacía paradas intermedias y por ejemplo, solo en la estación de Toledo, permanecía unos 20 minutos, ahí se llenó el autocar, que luego supe que iba hasta otro pueblo, también de Toledo, que se llama Madridejos, 46 kms más lejos de Mora que está a 30 de Toledo, buena autovía, pero aún hizo luego un par de paradas más una próxima a un pueblo llamado Nambroca, otra entrando al pueblo de Almonacid, luego otra próxima a Mascaraque y ya a la Estación de Mora, donde llegamos a la una menos cuarto. Se me olvidó el detalle que al salir de la estación de Toledo, circunda la ciudad en su casco antigua y que está en alto monte, que le rodea el río Tajo, y se divisa el famoso Alcázar y la torre de la fantástica catedral.Bueno pues como Mora es un pueblo de unos 10.000 habitantes no tiene demasiado que ver pero, a mi mujer le resultaba curioso pensando en aquellos pocos años que vivió pero siendo muy pequeña, total que llegamos a la iglesia, como siempre unos de los mejores edificios de cualquier pueblo, con aspecto de catedral románica, tomé unas fotos, llegamos a la calle Orgaz que es donde ella había vivido, pero como todo está remozado pues dudaba entre dos casas del sitio donde pudo vivir. Hay una curiosidad en este pueblo y es que las puertas de las casas, aunque sean nuevas, son de cuarterones estilo castellano y por delante de las puertas tienen unas vistosas cortinas. Me explicó mi mujer que eso ya existía cuando ella vivía y como por entonces no reinaba tanto el chorizeo en verano servía para tener las puertas abiertas y a través de esta cortina entraba el fresco nocturno en los calurosos veranos manchegos.También otra calle que recordaba y próxima a esta de Orgaz, está la calle Ancha, por ella salimos a la Plaza de la Constitución, muy remozada, han quitado el antiguo templete de la música y han puesto una fuente. Hay muchos bancos en una piedra de tipo granítico pero con tonos rosáceos y blancos. En esta plaza esta el Ayuntamiento, de estilo mudéjar, con una cúpula que remata la torre a modo de cimborrio reluciente en tono dorado, precioso, desde luego. En la fachada hay una placa que homenajea a los muertos del pueblo en la campaña de África entre los años 1907 y 1927. Entramos en un bar-cervecería llamado Metrópolis, tomamos una cerveza y nos pusieron de aperitivo una fuentecita con 10 albóndigas en salsa, ¡vamos una pasada!. Por conocer otro lugar fuimos a una próxima, más antigua que se llama Casa Ricardo, dentro del local hay fotos del pueblo de hace unos 50 o más años. Bien como ya habíamos visto el restaurante de la cafetería anterior y nos pareció bien, regresamos. Un restaurante con 10 mesas, pero muy elegante para la categoría de un pueblo manchego. Mesas ‘bien vestidas’, una vajilla modernista en cada mesa de tonos diferentes platos blancos pero con rebordes de tres dedos en dibujos de colores vivos, amarillo, rojo, azul, verde, etc, es decir en cada mesa de un color. Copas modernas y bien talladas para agua y vino y cubertería adecuada al nivel. Tomamos un menú de 18€ que consistía en una ensalada de ahumados con salmón, anchoa, bacalao, atún, tomates cherrys y kiwis, presentado en una bandeja alargada y muy bien colocado y abundante. El segundo plato una gran fuente con 6 chuletillas de cordero lechal muy bien hechas a la plancha y unas estupendas patatas panadera. El postre ya lo pasamos y en su lugar ella tomó café y yo un vasito de güisqui con hielo. Ya digo, muy buena relación categoría, calidad y precio.Bueno antes de comer y cuando salimos de tomar una tapa de la Cervecería Ricardo en una tahona-pastelería, compró pan candeal del pueblo y unas bolsas que cada una de ellas contenía 12 pastas de unos 8 cms de diámetro, llamadas vinillos con ligero sabor anisado y perronillas de un estilo parecido pero algo más dulce. Este tipo de pasta ya los comió ella de pequeña y le hizo ilusión que encima fueran, todavía, fabricadas artesanalmente. Yo en la cervecería había lotería nacional para el sábado y siempre me gusta coger un décimo cuando piso una localidad diferente a la mía y también dos cupones de la ONCE, pero todo se quedó en que fueron a parar a mi archivo de deshechos de papel, es decir papelera.Bien pues una vez acabada la comida, pensamos que al tener ya poco que hacer allí y encima del viento y frío que hacía cogimos un autocar a las 4 que nos llevó a Toledo a las 4:35, saqué billetes para Madrid en otra empresa La Continental y salía a las 5, a las 6 llegamos a Madrid, a casa a las 6 y media porque, como dije antes con el autobús que nos deja puerta a puerta desde la estación, como no tengas suerte te tiras media hora esperando.En resumen un viaje curioso, sin otro objetivo que hacer un recordatorio de los tiempos de su niñez. Tomé unas fotografías de ciertas curiosidades del pueblo y quedamos a la espera de otro día volver a practicar algún tipo de turismo interior. Aunque mis preferencias se decanten hacia la mar.Espero os haya detallado las cosas con la intención de que es como si las estuvierais viendo.Como remate se me olvidaba que en este pueblo, Mora de Toledo, con un número de olivares que llegan al millón y medio, pues la última semana de abril se celebra una fiesta de gran tono dedicada a este árbol de retorcido tronco bonitas hojas de un verde peculiar y con un fruto exquisito, la aceituna, puede ser verde o negra y de ella se extrae el mejor aceite del mundo para cocinar, freír, tomar en pan, comer como tapa con diferentes aliños y preparaciones. Con este motivo, ya ahora en el mes de febrero en el restaurante Metrópolis donde comimos tenía un menú especial llamado del Olivo, todo elaborado con degustaciones sobre elaboraciones de aceite incluidos postres, no me traje una carta pero era digna de leer. El menú, abundante tiene un precio de 35€, aunque halla sido fuera ya de contexto, pero no quería perder la ocasión de que tuvierais la oportunidad (incluso es curiosa ver la web (www.fiestadelolivo.es).  Hasta otra de nuevo. Mis saludos a todos.

 IMAGEN: AYUNTAMIENTO DE MORA DE TOLEDO

1 comentario

jorge -

Buenas tardes adolfo , 1º darte las gracias por tu alentador comentario en mi sitio tienes razon en todo pero hace mucha falta fuerza de voluntad para poner fin a 2 años de mala vida aunque se intentara con ayuda muchas gracias . Me alegra mucho ver que hay gente que invierte su tiempo en hacernos pensar un poco y ver nuevas perspectivas de la vida , un fuerte abrazo Jorge Quevedo .