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LA TIMIDEZ... XLSEMANAL 1014 - CARMEN POSADAS

LA TIMIDEZ... XLSEMANAL 1014 - CARMEN POSADAS

 (Cuando quieran leer primero el artículo de XLSEMANAL, al que me refiero entren en www.xlsemanal.com , se abrirá la página y en el ángulo superior derecho en letra pequeña pondrá ver otros números, como yo les doy el número de las revista pinchen ahí, les saldrá el número buscado, pinchen en esa revista y otra vez en la parte superior derecha verán los nombres de los articulistas, pinchen y les saldrá el artículo, así tendrán mejor criterio sobre los comentarios realizados por mi a posteriori)

Bueno este es mi comentario:

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Discrepo contigo Carmen en que la timidez sea una enfermedad crónica. Según el DRAE, no siempre estoy de acuerdo con sus definiciones, a veces las considero escasas, por TÍMIDO, entienden a alguien Temeroso, medroso, encogido y corto de ánimo. Pues sobre ello también disiento. Creo se quedan cortos en explicaciones. Para mí, y no digo que sea lo razonable total, nadie tiene toda la razón, la timidez es un atributo de la personalidad que se puede considerar, en ocasiones, con cierto negativismo. Quizá bajo tu prisma lo veas como, dices, una enfermedad crónica. Por mi experiencia y, partiendo de la base que, sobre todo en mi juventud, fui bastante retraído, es decir, tímido, me confundían ese estado con el de pesimismo pero yo siempre me he considerado realista. Este atributo de la personalidad, como otro cualquiera, tiene sus graduaciones y cada persona lo desarrolla o lo tiene de diferente forma. Como bien dices en el artículo, eres tímida para unas cosas y no tanto para otras, depende del medio en que te encuentres.En cada momento se puede desarrollar una forma de estar o ser, dependiendo del medio en el que uno se encuentre más cómodo o a gusto. Claro si la situación en la que te ves es cómoda para ti, tu desenvolvimiento será más fácil. Si no te encuentras en situación agradable entonces tu expresión ya entra por otros cauces.El tímido, en su parte más extrema es sufridor porque, repito, se considera acomplejado, además el clásico del desparpajo, muchas veces ‘fresco’ o pretendidamente ‘sin complejos’, si observa una actitud retraída le gusta recrearse en la ‘jugada’ y trata de hundirle más. Pero, a la vez, no sé da cuenta que el auténtico tímido es él que trata de ‘defenderse’ empleando como defensa su ataque y resulta que ese ‘personaje’ chulesco y engreído, por no condecorarle con más ‘medallas’, siente por dentro el temor de que alguien le contrarreste su fanfarronería. Por tanto, ‘saca pecho’ para tratar de  rebajar a seres que, incluso él mismo sabe, que le superan en casi todo, excepto en esos atributos de poco desdoro que son su ‘escudo protector’. Ya digo, yo fui y en cierto modo, a mis años sigo siéndolo, tímido, pero debí ir superando el complejo ya que al ponerme en el banco donde estaba en un puesto de comercial, esto con 23 añitos, pues no me quedó más remedio que ir abriendo la caja de la timidez. Luego veintitantos años de Director de oficina, pues la abrieron por completo, al tratar con tanto tipo de persona, no queda más remedio que entrar al diálogo y a la comunicación. Entonces una vez superada es perturbación ya no me vi por debajo de nadie.Entiendo las diferencias que existan entre un profesional en cualquier materia y yo que soy un ‘ignorante’ en tanto tema ‘el solo sé que no sé nada’ que ya es saber mucho, pero esas diferencias de sabiduría que tenga con otra persona, por simbiosis, las voy digiriendo y así aprendo cada día algo, entonces, eso no me acompleja y lo que ignoro lo pregunto o lo consulto donde sea y me ducho en conocimientos.Yo, refiriéndote, a hacer la compra de tu exmarido, siempre fui un acomplejado, no sé entrar en un super, además tengo un complejo de agorafobia que me aturde y lo que en principio me avergonzaba un poco el tener que hacer de marujillo, oficio al que doy mucha importancia, porque la tiene, pero ya digo con este molesto síndrome me escuda para no ir, ya que el simple hecho de entrar en un super o grandes superficies me provoca una especie de sudoración fría y náuseas, ante ello consulté con la médica y me dijo que consistía en lo dicho esa maldita agorafobia.Pero mis recuerdos son que siendo pequeño el simple hecho de ir a esos recados que te mandaba tu madre como era ir a por leche o pan, representaba una condición de feminización entre los ‘machitos’ del barrio y claro lo eludías siempre que podías, para que no te vieran. Tengo un ejemplo curioso. Siendo ya recién casado, muy joven todavía, vi en un escaparate de la calle Preciados donde vendían lencería fina y entré para comprar un sostén para mi mujer. ¡Bueno, sudé la gota gorda!. La dependiente me inquirió que deseaba y no sabía como explicarle, porque además tampoco sabía la talla o número que tenía que decir y en una ‘osadía grande’ le dije mire quiero algo como esto’ señalando una de esas prendas’, y la talla, pues yo diría que más o menos como la suya. La tienda debería parecer el infierno de mis mejillas ardientes y rojas. Claro ella con soltura y desparpajo natural de su oficio me dijo, con una sarcástica sonrisa o por lo menos me lo pareció. O sea lo que quiere usted es un sostén de la talla ‘x’ que es la mía. Bien, además no tenga problema, se lo lleva y si no le valiera que lo traiga y ya arreglaremos aquí el cambio. En aquella ‘lección práctica’ tuve que vencer mi timidez, además en un terreno que en aquellos tiempos era como más difícil de superar. No digamos entrar a una farmacia a comprar un condón, yo te prometo que nunca he entrado, siempre me los proporcionaban amigos. Hoy en día si fuera necesario, sin embargo, sin entraría y no sentiría ningún tipo de problema.Ya digo, en base a mi profesión, tuve que ir desechando la timidez pero, curiosamente, tengo a gala el ser algo tímido todavía, parece que da cierta laca de educación, refrena impulsos, además y, como tu seguro, no ignoras, cada grado de la conformación de la personalidad de un ser, tiene sus baremos, lo ecléctico es lo razonable pero es arduo conseguirlo. La balanza es difícil de equilibrar correctamente. Y como final, celebro el reencuentro, no dejes de deleitarme con tus comentarios.Me gusta el remate del artículo ‘el hablar de la timidez estúpida’.

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Como siempre digo, es mi forma de verlo, no digo sea la correcta y verdadera, es rebatible, pero si mi punto de vista a través de mis propias vivencias.

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