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LA ENTREPIERNA DE AGUIRRE Y OTRAS COSAS

LA ENTREPIERNA DE AGUIRRE Y OTRAS COSAS Una vez más explico que para mejor comprensión de mis comentarios incluyo el artículo del periodista en el cual me baso para expresar mi opinión posterior. Siempre diré que es solo mi opinión, nunca pretendo sentar cátedra, ni decir que lo dicho es lo razonable, sino, simplemente mi manera de verlo. Eso mismo hacen los articulistas cuando envían sus publicaciones a la prensa y el periódico acostumbra a decir que ellos no se hacen responsables de estas opiniones particulares. (Que quieren que les diga, yo siempre opino que el periódico tiene algo que ver porque, normalmente, no contratarían a periodistas que discreparan una y otra vez de la línea editorial de cada publicación. Algo, por otra parte comprensible, aunque sería mejor que existiera plena libertad, al igual que en los diputados no comparto que se tenga que mantener en votaciones disciplina de partido, uno puede ser de unos o de otros y no estar de acuerdo con todas les decisiones, para ello suelen tener previas reuniones o convenciones). Bien entonces al grano publico ‘sic’ lo dicho el día 28/03/07 por D. Manuel Martín Ferrand con el título que encabezo, ‘LA ENTREPIERNA DE AGUIRRE’.“”POR M. MARTÍN FERRANDLA excitación callejera que ha impulsado la acción política de José Luis Rodríguez Zapatero -solo o en compañía de otros- ha derivado en una España vocinglera; algo que entronca con las más viejas tradiciones patrias, pero que ya parecía superado como mejor fruto de la Constitución del 78. El problema es ahora que, despertado el guerracivilismo estentóreo, algunos ya pasan de los gritos a los hechos. Que se lo pregunten a Antonio Aguirre, viejo militante del socialismo vasco, que acaba de experimentar ese tránsito de las amenazas a las agresiones en el punto anatómico en el que muchos tienen centrada su inteligencia; bastantes, su dignidad y algunos, sencillamente, sus genitales.En su condición de vocal del Foro de Ermua, Aguirre fue agredido mientras en compañía de media docena de compañeros reclamaba la libertad que vienen demandando para el País Vasco. Algo tan legítimo como valeroso. Sus agresores actuaron impunemente mientras la Policía autonómica asistía impertérrita a tan lamentable espectáculo: un nuevo escalón en la espiral de ruptura que pretenden los nacionalistas, propician los Gobiernos -el autonómico y el nacional-, asume una mayoría ciudadana y sirve a los intereses de ETA y su brazo político. Para mayor alegoría, el tumulto, la presencia motora de Batasuna y la agresión se produjeron ante la sede del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco: uno de los diecisiete «supremos» alumbrados por el Título VIII para darle cercanía y quitarle certeza a la Justicia.Además del paso cualitativo que significa la agresión a Aguirre -actualmente expedientado por su partido, el PSE, es significativo el grito simultáneo que proferían los energúmenos que acompañaban a su agresor: ¡Hijos de puta, iros a España!. Lo de la maternidad mal atribuida entra de lleno, con conflicto o sin él, en la mala educación en la que cuaja, de viejo, nuestra convivencia. No es una prerrogativa independentista. Pero ese «iros a España» emitido en una calle de Bilbao resulta sintomático. No supone una marca territorial, que sería concordante con la saña separatista. Indica el desprecio, como cuando se manda a alguien a la mierda, hacia una Nación a la que, de momento, pertenecen y que, si en la locura de los tiempos, llegara a ser un Estado vecino, habría sido el germen y fundamento de un territorio inequívocamente español en sus esencias y en sus protagonismos históricos.Mal síntoma supone la agresión que hoy ponderamos. Una democracia a palos es algo tan inconcebible que acredita a quien la luce y esgrime. La entrepierna de Aguirre merece una sentida inscripción. Algo así como «aquí culminó el despropósito de la política autonómica de Zapatero y murió la esperanza de salvar al enfermo vasco con cataplasmas de buen talante». Afortunadamente quedan vascos que, como Antonio Aguirre, no han perdido ni la memoria ni el oremus.”” Una vez expuesto su comentario paso a dar mis sensaciones sobre el tema. Digo que se puede dar una patada en los cojones (dejémonos de eufemismos, es lenguaje de la calle y de académicos, veánse Cela, Pérez Reverte, etc.) a quien los tiene. Yo estaría por asegurar, pero no puedo hacerlo contundentemente porque tengo la suerte de no haberlo comprobado visualmente que en la entrepierna de Rodríguez Z hubiera sido difícil acertar a tal llave de kárate, por cierto Antonio Aguirre y Rodríguez Z, son del mismo partido, aunque el primero tiene cruces por alguna rebeldía. Entonces digo que hubiera sido difícil acertar en esa mencionada entrepierna porque, posiblemente, esté vacía o atrofiada o muy protegida, para eso están los guardaespaldas, para ofrecer las suyas en caso de cierto rigor pero, me baso en que, como políticamente hablando, vuelvo a insistir en que, físicamente, tengo la fortuna de no poder opinar, pues no lo ha demostrado, sin embargo y, curiosamente, es muy proclive a bajarse los pantalones ante cualquier agrupación, por modesta que sea, que le plantee un pacto y a él le sirva para cumplir sus contumaces objetivos. Solo le sirve una consigna ¡Todos contra el PP! Y su vice, la señora de la Vega se escandaliza de que la oposición tenga como objetivo el hacerse con el gobierno. Jajaja, no me digan ustedes que esa patabancada no parece de chiste. ¿Habrá habido alguna oposición que no haya pretendido sea como sea hacerse con el premio del poder y consecuente mamandurria?. Ellos por lo que se ve, digo ellos, refiriéndome al partido del Gobierno, aunque creo sobraba la explicación, no tuvieron nunca ese objetivo, porque la señora es talludita como para ignorar que es el objetivo de cualquier formación política. Yo tuve un vecino que en unas elecciones saco los escasos votos de sus amigos, pero su pretensión era volar más alto. No llegó al cóndor claro, se quedo en simple, diría gorrión. Segunda parte, ese grito en Bilbao, dicho en castellano, ante la pasividad de una policía local que tolera todo a quien le ordenan, de “hijos de puta iros a España”. Esos castellano-parlantes para desvergüenza de mucha gente de bien o normal sin llegara ser de bien, no se dieron cuenta quizá de que, además de españoles, estaban ya en España ‘esos hijos de puta’. ¿Saben geografía esos onagros?. Lo dudo claro. Yo y otros muchos, unos 10 millones, pero creo que bastante más porque aquí no se trata de votar a un partido, españoles somos todos los nacidos en España lo malo es que entre muchos de estos les acompleja mencionar el nombre, decir patria o mostrar la bandera de la nación y cantar el himno, cosa que en cualquier país civilizado o no, sé hace como respeto al lugar donde naciste, otra cosa es que luego sientas un orgullo particular y especial por tus raíces y terruño, sin olvidarte que perteneces a un conjunto diverso de personas bajo una única bandera que aglutina a la de cada municipio y hoy en día tenemos por encima de la nuestra, a ello nos comprometimos una en color azul con 27 estrellas amarillas, la de la UE. Pues decía que tantos millones de españoles presumimos de contar con Bilbao como una de las ciudades de más importancia y renombre de esta denostada piel de toro. Sufro por los nobles vizcaínos que deben soportar el pánico de las vociferantes 9 milímetros Parabellum.Entro aquí a colación la carta dirigida al director de ABC por una bilbaína:“”28/03/07 –

Agresión a la libertad

Hace mucho tiempo que en el País Vasco no tenemos libertad, que ha sido fagocitada por el entramado de ETA y está vigilada por el PNV. Son miles los exiliados que sueñan con volver algún día y recibir el homenaje por no haberse plegado al totalitarismo. Pero hoy en día esto es sólo un sueño. Ningún político no nacionalista goza de libertad, y la mayoría de los vascos oculta sus ideas, tan respetables como las de los nacionalistas e infinitamente más que las de los terroristas.La última manifestación «de falta de libertad» ha sido la agresión sufrida por Antonio Aguirre, del Foro Ermua, ante el Palacio de Justicia de Bilbao. Todo un símbolo de que hay justicieros en vez de Justicia. Y todo, ante la pasividad de la Policía autonómica. Desde lejos, estas cosas pueden parecer anecdóticas, pero quienes vivimos sojuzgados en nuestra tierra vasca tenemos la libertad recortada. Mientras soñamos con recuperar la libertad, la «izquierda abertzale», como llaman ahora a ETA, sueña con una Euskal Herría policíaca y de chivatos, al estilo de la China de Mao o de la Cuba de Castro. Señor Zapatero, a estas cosas nos lleva su infinita ansia de paz.Marina Galmés Pazos. Bilbao”” Aquel desgarro que una guerra incivil pero que deberíamos ir dando puerta después de 70 años, todos perdimos algo y a alguien, pero ya casi nadie vive de los que estuvieron en aquel desgraciado desastre, pues uno de los acontecimientos de renombre fue el asolamiento de Gurenica, como otras tantas y tantas localidades en toda la geografía nacional, unas destruidas por un bando, otras por el otro, lo que pasa es que con Guernica quedó más renombre, ya que un pintor afamado malagueño Picasso, inmortalizó en un puzzle que, al no ser entendido en pintura surrealista, ignoro el significado que el le quiso dar, perdonen mi incultura, yo soy de los que solo ven lo que observan sin que nadie me tenga que explicar que aquel ojo quería decir que... etc, entonces como digo, aprovechando el tirón del afamado pintor quedó como triste emblema de un bando. Como remata el articulista “Afortunadamente que dan asco ( y muchos añado yo) que, como el vituperado y agredido socialista Antonio Aguirre no han perdido la memoria ni el oremus.Tome nota Sr. Presidente y todo su equipo de todo lo que ha ocurrido, ocurre y ocurrirá bajo su amancebado mandato, está usted en manos, de vocingleros de baja estofa y matones y encima la Guardia Civil, va y le jode con detenciones del comando donosti. Eso puede cabrear mucho a sus amigos y lo mismo suspenden las relaciones, esas que nunca han tenido con usted, pero que se las han hecho creer, a usted solo le utilizan, es como un tentetieso y encima le cobran el café a 0,80 céntimos, bueno a usted a nada, eso y otras muchas cosas más graves, las pagamos entre todos, pero usted si se libra de esas patadas alevosas, consentidas por una policía autónoma, alguno de sus compañeros no. ¡Lástima ¿verdad?! No hubiera sido a uno del PP!, Hubiera usted sonreído con esa mueca netoliana, que publicita ese producto antiguo que servía para abrillantar. Usted ¿sirve para eso?. 

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