Blogia
ofloda

OTRA VEZ EL TIEMPO

OTRA VEZ EL TIEMPO

Quizá en alguna ocasión, tras largo tiempo enviando artículos, habré tocado este tema pero yo creo que hablar del tiempo climatológico es tema inagotable. Además te saca de apuros, esos momentos de encuentro en un ascensor, donde aunque sea un vecino pero que, normalmente, salvas con un 'buenos días o saludo accidental', pues para hacer la situación más llevadera, menos silenciosa, cualquiera de los participantes hace alusión al tiempo, sobre todo si hace un sol radiante, un viento tremendo o un día de lluvia, entonces ya tienes tema para subir o bajar los pisos en esa compañía con la que hubieras bajado casi como si contuvieras la respiración para no rechistar. Pero claro no es solo el ascensor, es el estar en un bar, si te conocen los dueños, sale también tema a relucir y si hay más clientes, con los que, tampoco te sueles saludar, se organiza una tertulia, cada uno dando su opinión, expresando cada uno sus preferencias. Habéis oído eso de ‘a mí me gusta más el invierno’, otro, ‘ pues a mí donde esté el verano que se quite todo, se respira alegría’. Yo no digo que no haya entrado a ese trapo, no soy ‘Don Perfecto’, pero luego, cuando lo pienso, me digo, ‘a mí mismo y ¡qué coño! me importaba el tema’ pero, realmente, somos fáciles. Me trae a colación que hace unos años cuando yo salía para trabajar, era muy temprano, si era época invernal pues de noche serían las 6 y media de la mañana, en la parada del autobús todos los días las mismas personas, hombres o mujeres, más mayores, más jóvenes, pues resulta que te conocías y hasta faltaba el saludo, que hubiera sido normal, después de verte a diario, pues resulta que casi todas las conversaciones se iniciaban por el clima. Personas, que hasta entonces, te caían, hasta mal, por su gesto adusto, quizá por el sueño de un levantamiento anticipado, a partir de ese momento, nacía una pequeña relación, poco a poco, iba saliendo a relucir parte de la vida, laboral o familiar y terminabas por saber bastantes cosas de esas personas. Hoy al cabo de los años, me cruzo con alguna mujer, nos decimos adiós y mi mujer, no creo que por celos sino por curiosidad me pregunta ¿quién es esa?   y claro ya le cuento la historia, en más de una ocasión le tengo que decir, ‘joé otra vez con la misma canción, ya te lo he contado tres veces’.

Bien pues ahora en los coletazos del invierno e inicio de la primavera se han producido unos coletazos y variaciones climatológicas en toda España que han sido el no va más para las cadenas de TV. Nos han inundado de paisajes nevados como algo anti o sobrenatural. Lo curioso es que cuando el reportero con su ‘alcachofa’ le pregunta a un lugareño, le chafa bastante esa exclusiva y sorpresa al contestarle, ‘esto es algo habitual por estas fechas y ha habido años de mucha más intensidad’. Claro ya digo el joven ‘periodista’ en su baño de ignorancia se queda bastante perplejo pero sigue a lo suyo, mostrándonos ese fenómeno extraño que puede ser una nevada de 5 centímetros.Bien pues transcurridos estos cambios todo vuelve a la normalidad hasta un nuevo vuelco meteorológico.También hay que considerar que, hablando de nuestro país, claro está, no es lo mismo una nevada de Madrid para abajo que para arriba, estas últimas son normales, las otras salvo en lugares de nieves perpetúas como en Sierra Nevada, si son más notíciales. Bien esperemos hasta un nuevo cambio pero, si lleváramos una estadística, casi siempre se repiten, aunque eso de la capa de ozono, no digo que no vaya influyendo, pero el tiempo es como la leyenda bíblica de ‘las vacas gordas y las vacas flacas, eras períodos de 7 años), aquí también se nos da eso, no digo en el número sagrado judío pero si por rachas que vienen y van como la moda, que cuando acaba un ciclo, vuelve a tirar de años atrás para ‘ponerse al día’ y volver a camelar a los bobos que caen en esa tentación del ‘se lleva’, pues el tiempo parece que también se lleva. Además colabora con la moda, porque dependiendo de lluvias, temperaturas y demás variaciones, los escaparates toman la iniciativa de ofrecer ‘protectores’ frente a esos eventos ‘perniciosos’. Luego está la hipocresía, una vez más de protagonista, hay quien no puede ver la lluvia pero le sale a relucir ‘ es molesta pero beneficiosa ‘ así mitiga su sufrimiento, rabia y rencor contra esos nubarrones grises. 

0 comentarios