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MI CLAUDICACIÓN - MÓNICA FERNÁNDEZ ACEYTUNO-ABC 28/10/06

MI CLAUDICACIÓN - MÓNICA FERNÁNDEZ ACEYTUNO-ABC 28/10/06

Una vez más tengo que iniciar un comentario excusando la tardanza en dedicarle mi atención, pero una vez más también digo que recorto los textos de periódico que me interesan, los leo ‘a posteriori’ y en ese momento se produce mi acuerdo o réplica, siempre que esto se produce es porque el texto del profesional no ha dejado de tener vigencia, vale para siempre y entonces no ha perdido actualidad, a veces, hasta se acrecienta.

Como el día que hago mi comentario es el 14/11/06 aunque el escrito proviene del 08/10/06, tengo que aducir que, tal día como hoy, hace ya años besé la bandera de España, jurándole, con orgullo, mi fidelidad como neófito militar y que con este motivo hice mi primer desfile oficial con el uniforme del Ejército del Aire. La besé con ensoñación, me hizo la ilusión de ponerme a su servicio, quizá hoy en día no soy tan patriotero. Quería dejar esta constancia antes de inmiscuirme en el escrito de Mónica en donde, con resignación, asume su claudicación a la telefonía móvil (yo diría mejor movible, puesto que un teléfono no se mueve de un sitio a otro sin que alguien lo transporte), yo Mónica sigo virgen en ese sentido, he llegado a tocar alguno, para verlo, pero no me gusta, puedo entender que para mucha gente sea hasta un arma de trabajo, además, no estoy en contra del progreso, pero he visto tantas situaciones donde el personaje, aparato en mano está haciendo el ridículo que quizá por ello lo odio tanto, que veas a una mujer o un hombre por el borde de una playa, contando el día tan fabuloso que hace a otro que esta atribulado en su trabajo o llegar al tren y lo primer es decir ‘amor ya he plantado mi trasero en el asiento del tren...’, o ir en el autobús y comentar ‘mira ya voy por... bueno no sé como se llama pero es una fuente muy famosa’. De todas maneras como no se puede decir de esta agua no beberé no sé si conseguiré mantenerme impertérrito. Me provoca, su contacto, falta de intimidad, estar localizado continuamente, nada tengo que ocultar, pero a quien le interesa si me baño o no cuando estoy de vacaciones, ¿contarías por casualidad que estás echando un polvo ( a mí el eufemismo de hacer el amor me parece una cursilada)?. ¿Qué molesto sería no?. En plena faena de supuesta infidelidad que te digan ¿cómo estás amor, lo estás pasando bien? Y tú para tus adentros diciendo estoy en el séptimo cielo o mirando al mar con tristeza porque me faltas tú. Pero claro en un mundo de donde de la olla de la hipocresía nos alimentamos todos, ¿qué más daría una especia más al guiso de la mentira?.Tu Mónica has encontrado tu justificación en tus hijos, cada cual la termina encontrando en alguna situación diversa y puntual.

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