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BRUSELAS SACA OTRA VEZ LOS COLORES AL GOBIERNO . ABC/26/08/06 EDITORIAL

BRUSELAS SACA OTRA VEZ LOS COLORES AL GOBIERNO . ABC/26/08/06 EDITORIAL Incluyo artículo de Opinión del diario ABC, para su mayor comprensión al posterior comentario que hago: “”COMO era de esperar, la Comisión Europea ha hecho saber al Gobierno que las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para la adquisición de Endesa por parte de la alemana E.ON violan la legalidad comunitaria y han de ser anuladas. La Comisión, que tiene la competencia exclusiva en el arbitraje de este tipo de operaciones de dimensión europea, ya había dicho en su día que no encontraba obstáculos para aprobar esta opa; hubiera sido por tanto una incoherencia que el Ejecutivo comunitario se corrigiese a sí mismo en este caso y renunciase a su papel de gestor continental. Bruselas cometería además una irresponsabilidad colosal, puesto que aceptar las posiciones españolas abriría la caja de Pandora para que las autoridades nacionales de los 25 países miembros empezasen a despedazar las reglas del mercado único en el sector energético.Al Gobierno le parecerá «preliminar», pero el informe de Bruselas es lo bastante claro e inequívoco como para que no queden dudas de cuál es el criterio al que debe atenerse según las leyes comunitarias. Podrá alargar este pulso estéril durante cierto tiempo, pero tarde o temprano no tendrá mas remedio que someterse a la evidencia: cuanto más tarde en rectificar, mayores serán los costes, especialmente para el prestigio de las instituciones nacionales de control, la CNE y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a las que la equivocada política del Gobierno ha dejado a los pies de los caballos. La tenacidad en el error no tendrá más que consecuencias negativas, no solamente las que se refieran a esta operación, cuyos tentáculos andan ya por los tribunales, sino en futuras actividades de las empresas españolas en Europa y de las europeas en España.Desde el principio, el Gobierno cometió el error de entrometerse en un negocio que no debería afectar más que a las empresas privadas y a sus accionistas. Con la teoría de los «campeones nacionales», incluso menospreció abiertamente los intereses de los consumidores, a los que siempre beneficia más la existencia de diferentes ofertas que la concentración. En cuanto a las invocaciones a la condición estratégica de la energía, la actitud del Gobierno se cae por su propio peso con sólo comparar su comportamiento en este caso con la forma con que ha defendido las posiciones de otra compañía española (Repsol) en Bolivia o Venezuela, donde sí se está ventilando de verdad el acceso a fuentes de energía de las que España carece. Industria ha gestionado torpemente el asunto, y ya desde la defensa encendida de la opa asimétrica de Gas Natural no ha sabido trasladar una imagen de neutralidad, ni tampoco ha logrado convencer a nadie de que estaba obrando por el bien general o por los intereses del conjunto del sector energético. En breve, José Montilla deja el cargo y un Ministerio tocado, tanto como la gestión de Maite Costa en la CNE.Para el vicepresidente económico, Pedro Solbes, será también un baldón que no haya sabido poner orden en esta política, que desde el principio estaba destinada a llegar al encontronazo con las autoridades europeas. El hecho de que le haya dejado el papelón de dar la cara y una explicación imposible a la vicepresidenta Fernández de la Vega no le exime de la responsabilidad de no haber advertido al Consejo de Ministros de sus errores, haciendo uso de su experiencia reciente como miembro de la Comisión Europea. La energía es una de las claves del futuro para las sociedades modernas y el Gobierno está obligado a actuar con la mejor voluntad y prudencia, estudiando con realismo y coraje las necesidades de nuestro país. Tal y como están las cosas, no faltan motivos de reflexión, ya sea a propósito de las emisiones contaminantes y los objetivos de Kioto, la investigación en nuevas energías o la revisión del «parón» nuclear. El Ejecutivo debe impulsar decididamente las grandes políticas de futuro; lo demás es cosa de los accionistas y los consejos de administración.”” Bien una vez digerido el formidable artículo, viene como editorial del propio diario sin firma. Ruego que nadie tome como ironía mi comentario, solo que lamento que un Gobierno español ‘ya mayores de edad’, sea varias veces amonestado por el organismo superior que exigen las normas de la UE, estoy seguro que gobiernos de otros países han recibido también su varapalo, me a mí particularmente, me importan los nuestros, me da igual que sea el PSOE o hubiera sido al PP, ante todo soy español, mis simpatías son otra cosa. Solo estos partidos merecen reprimenda si no hay un buen cumplimiento porque, lógicamente, al ser mayoritarios, son los únicos que pueden ser recriminados. Imagino que el Gobierno actual ha actuado con la mejor intención en la Comisión Nacional de la Energía, pero debiera de haber expertos, es más una auténtica comisión de las diversas formaciones políticas para actuar en jurisdicciones internacionales, con responsabilidad de todos, esto debiera ser como Fuenteovejuna. Repito e insisto que mi comentario no reviste ironía, soy español y me duele España. No dudo para nada de la profesionalidad y valía del Sr. Solbes no tiene nada que demostrar, pero el derecho internacional es harina de otro costal. ¡Sé necesitan, buenos ASESORES!

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