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DESDE MI BUHARDILA: LA BUENA EDUCACIÓN ABC19/08/06 LAURA CAMPMANY

DESDE MI BUHARDILA: LA BUENA EDUCACIÓN ABC19/08/06 LAURA CAMPMANY Hacía unos días que no utilizaba mi MP3 y me predisponía al comentario del título con el que Laura ha publicado esta semana, cuando entran por mis oídos, los sones y tonos de ‘una dolce  e calda voce’de una canción napolitana interpretada con profundidad amorosa y como de triste sentimiento ‘Maruzzella’, quizá ello me sirva para elevar el tono de mi inspiración. Ardua tarea te propones Laura con la pretensión del inicio de tu pequeña de tres años en los misterios de esta civilización. Algo que, hasta a los grandes maestros de las famosas escuelas filosóficas griegas les costaría discutir y analizar. La rebeldía que ya tiene tu pequeña es producto, precisamente, del enjambre de mimos en la que, cual bombón de Ferrero Rocher, seguro se ve envuelta. En Bélgica, España o cualquier lugar del mundo donde no prevalece la miseria económica, les dotamos de todo consentimiento y ellos, ¡muy listos!, eso lo aprenden enseguida. No le hace falta un Estatuto, como dices, viene con él desde el inicio de unión del espermatozoide y el óvulo y su feliz fusión. No te voy a preguntar tu edad, aunque me hago buena idea por detalles y comentarios (yo ya con los dígitos de inicio de un teléfono móvil, es decir el 6 delante), pero añoras los buenos modales, siendo mucho más joven que yo. Ese ¿quieres cobrar?, que mencionas, ‘lo del cine de las sábanas blancas’ aludiendo a la cama, etc, me han llevado y eso que ¡palabra!, según dicen fui un niño bueno, hasta sé que me tildaron de ‘tonto’ por tanta obediencia y sumisión, suele ocurrir con los buenos. Sin padre desde los 12 años, por su fallecimiento prematuro y repentino, me dejaron en régimen matriarcal, mi madre, al borde analfabetismo, y una hermana 9 años mayor que yo que con su modesto sueldo mantuvo la casa mientras yo hacía primero mi bachiller elemental y después el superior, según la estructura de la época, esto marcó un tanto, creo yo, mi personalidad. Pero no me quejo, me dejó una buena huella, pero todos esos cuidados femeninos hicieron, posiblemente, de mi, un ser inseguro, desprotegido en las turbulencias normales callejeras del momento, tímido, etc. El tiempo fue mi escuela, en resumen, no me quejo, pero casi podría presumir de Matrícula de Honor en modales y urbanidad, unida  a las conseguidas mediante los estudios, porque ahí si estaba mi punto fuerte, rompí muchas coderas de jerséis. Pero bueno yo no entré aquí a hablar de mi, perdón. Laura por años, te doy unos consejos, no te arrepientas en pulir al máximo y hacer una talla en diamante y convertirle en brillante. Ella, la niña, tomará su camino, en su momento, pero es mejor que tenga un plano, un mapa, bien definidos para elegir los mejores caminos. Las buenas formas dejan siempre huella y su estilo le brindará elegancia y firmeza, destacará entre la chusma regalada; que conste que soy un modesto jubilado bancario que sacó conclusiones y sicología práctica dirigiendo modestas oficinas bancarias, cara a cara frente a la clientela, batiéndome en buena lid, con espada, sable, florete, daga, etc, pero bajo una reglas establecidas. Estoy seguro que tu y tu Vitorio (como tu dices) escogeréis la mejor senda para esa joya que nos has dejado ‘oculta’ sin nombre. 

 

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