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PEQUEÑAS INFAMIAS: 'OPERACIÓN BIQUINI' XLSEMANAL 978 CARMEN POSADAS

PEQUEÑAS  INFAMIAS: 'OPERACIÓN  BIQUINI' XLSEMANAL 978 CARMEN POSADAS

Carmen me has hecho leer al menos dos veces tu artículo del título y en ocasiones he tenido que volver a reparar en ciertos párrafos y todo ello no porque el tema sea complicado, como bien dices, desde unos meses antes, todos los años se pone a la orden del día. Antes era tema casi exclusivamente femenino ahora con eso de los ‘metros’ el tema se hace unisexo.  Por eso te digo que si hablas en un tono de generalidad estoy de acuerdo que los profesionales de la cosmética tienden sus amplias redes para decirnos que una pócima llena de nombres extraídos de términos botánicos nos preparan para exhibir nuestros cuerpos en mejor presentación. Otra cosa que nunca me he explicado mucho es que los hombres miremos con cierta expectación un cruce de piernas o una falda algo más corta de lo usual o esa exposición constante de ombligos que como dijo en un título, Álvaro de la Iglesia, ‘Todos los ombligos son redondos', no estoy de acuerdo además entonces eran sin piercing o ferretería al uso y sin embargo con la excusa de que haya un rectángulo u óvalo con agua, llamado piscina o un borde con ‘oliñas que van y venen’, sea motivo suficiente para exhibir en pleno esplendor los cuerpos con biquinis o solo con quinis. Si vieras a la vecina de enfrente, como un voyeur, desde tu ventana en bragas y sostén, tendrías motivos suficientes para, hasta comentar en tertulia lo que has visto, pero a esa misma persona le ves en la playa con tanga y sin el ‘bi’ de arriba y te limitas a observar como algo natural o sea la culpa es del mar que provoca esas pasarelas. Lo que ya no me cuadra tanto por eso me has hecho trabajarlo mas que un sudoku, es cuando personalizas en ti. No tengo el placer de conocerte personalmente, pero por algunas imágenes vistas, tú tienes cuerpo de pasarela, término que odio, porque no me gusta ese camino tapizado donde cuerpos más o menos bien trazados, según los gustos exhiben prendas que luego la gente de a pie nunca va a ver, salvo ahí o en la revista de turno. Pero me sigo explicando tu que has hablado de haber rebasado los 50, nada puedes objetar de tu cuerpo por delante o por detrás como especificas. Eres el prototipo de la elegancia. Quizá una gacela tuviera problemas contigo en confrontación de finura y belleza. Tú, de momento, ni te ajamonas ni te amojamas. Además estas muy lejos de esas ‘viejas confundidas charrúas’

Estoy seguro que esa escueta prenda que acabas de adquirir a pesar del pastón, eso se paga inversamente proporcional a la tela empleada, pues esa prenda contigo ganará muchos enteros. Si el comerciante fuera listo te debería de haber hecho una buena rebaja, porque más de uno te preguntará el lugar de adquisición. Así que no me confundas sobre tu optimismo con el tema físico y como la chica de ese buen anuncio de la tele, mírate al espejo y di ‘ pues yo creo que estoy estupenda’ y si no te atreves, te lo escribo yo que también tengo libertad de opinión.

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