Con no ir ya digo bastante, pero no políticos de cualquier facción se obstinan en que depositemos nuestro voto, eso parece que les legitima y acredita más, y asegura más su poltrona del escaño., por tanto ni a unos ni a otros les conviene cambiar de táctica, unas veces se aprovechan unos, otras otros y encima luego hasta comparten, después del simulacro de discusión parlamentaria comedor de lujo entre bromas y chascarrillos.A los indiferentes abstencionistas, por rebeldes, que les jodan y cierren el pico que no echaron el papel en la ranura. Y vuelvo a repetir el voto de los parlamentarios debiera ser secreto para que no hubiera presiones ni intervenciones partidistas, así que los ‘bravucones de lengua’ como Rodríguez Ibarra, le mesan las barbas y se le ve el plumero, declara una cosa un día en la prensa o en la tele y al día siguiente a la hora del voto hace lo contrario, así que el mejor depósito para su apéndice bucal es el anal. No se puede, ni hacerse el digno de voceras y a la vez prestarse a obediencia monástica. Si estás en contra, pues crea tu propio partido y búscate los acólitos necesarios, eso si bríndales la oportunidad de que sean libres.¡Olé! El Sr. Redondo Terreros y no digamos la Sra. Rosa Díez (que conste que no milito, pero voto a la derecha, a pesar de, sus también grandes errores, pero creo que menos camuflados, más enseñando las cartas). La Sra. Díez, dio una auténtica lección de sinceridad, sostiene a gala su militancia socialista demostrando honradez y convicción ¡Olé! De nuevo sus ovarios.Me encantaría conocer algún día, los entresijos que rodearon a la dimisión del Sr. Bono, al que sus propios conmilitones le ‘robaron la cartera’ en su momento metiéndonos al Sr. Rodríguez, pero no me extraña ha carecido de los testículos necesarios para dar las claras razones. Lo malo es que los mayores sabremos algún día en el averno o el limbo, sino lo han suprimido todavía.Soy obstinado y pienso que ZP es incapaz de tomar tantas decisiones, aunque a lo mejor rectifico la idea, porque al ser todas decisiones desafortunadas si encajan con esa personalidad que demuestra. Lo siento pero aquellas impúberes y precoces niñas que conocían ‘la maldad de la derecha’, ¿qué se preguntarán ahora ante estos estatutos diferenciables y los intentos, previo pago de diálogo con encapuchados asesinos?. ¿No sabrán estas niñas distinguir maldades?.
Con no ir ya digo bastante, pero no políticos de cualquier facción se obstinan en que depositemos nuestro voto, eso parece que les legitima y acredita más, y asegura más su poltrona del escaño., por tanto ni a unos ni a otros les conviene cambiar de táctica, unas veces se aprovechan unos, otras otros y encima luego hasta comparten, después del simulacro de discusión parlamentaria comedor de lujo entre bromas y chascarrillos. A los indiferentes abstencionistas, por rebeldes, que les jodan y cierren el pico que no echaron el papel en la ranura. Y vuelvo a repetir el voto de los parlamentarios debiera ser secreto para que no hubiera presiones ni intervenciones partidistas, así que los ‘bravucones de lengua’ como Rodríguez Ibarra, le mesan las barbas y se le ve el plumero, declara una cosa un día en la prensa o en la tele y al día siguiente a la hora del voto hace lo contrario, así que el mejor depósito para su apéndice bucal es el anal. No se puede, ni hacerse el digno de voceras y a la vez prestarse a obediencia monástica. Si estás en contra, pues crea tu propio partido y búscate los acólitos necesarios, eso si bríndales la oportunidad de que sean libres.¡Olé! El Sr. Redondo Terreros y no digamos la Sra. Rosa Díez (que conste que no milito, pero voto a la derecha, a pesar de, sus también grandes errores, pero creo que menos camuflados, más enseñando las cartas). La Sra. Díez, dio una auténtica lección de sinceridad, sostiene a gala su militancia socialista demostrando honradez y convicción ¡Olé! De nuevo sus ovarios.Me encantaría conocer algún día, los entresijos que rodearon a la dimisión del Sr. Bono, al que sus propios conmilitones le ‘robaron la cartera’ en su momento metiéndonos al Sr. Rodríguez, pero no me extraña ha carecido de los testículos necesarios para dar las claras razones. Lo malo es que los mayores sabremos algún día en el averno o el limbo, sino lo han suprimido todavía.Soy obstinado y pienso que ZP es incapaz de tomar tantas decisiones, aunque a lo mejor rectifico la idea, porque al ser todas decisiones desafortunadas si encajan con esa personalidad que demuestra. Lo siento pero aquellas impúberes y precoces niñas que conocían ‘la maldad de la derecha’, ¿qué se preguntarán ahora ante estos estatutos diferenciables y los intentos, previo pago de diálogo con encapuchados asesinos?. ¿No sabrán estas niñas distinguir maldades?.
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