Al no ser noticia puntual da lo mismo que el comentario se haga con cierto retraso. Soy aficionado a guardar recortes interesantes y leerlos con posterioridad. No los colecciono, una vez leído los archivo en mi papelera de lata decorada.Acabo de leer un artículo suscrito por Carmen Fuentes en las páginas de ¿Los domingos de ABC’ del 16/04/06. se titula “GRACE KELLY, CON ELLA LLEGÓ EL GLAMOUR”.Esta princesa proveniente de Hollywood y que podría haber creado la factoría Disney, entró por la puerta de atrás al minúsculo Principado Europeo, situado en la Costa Azul francesa, MÓNACO, se casó en 1956 con Rainiero de la dinastía de los Grimaldi. Fue denostada por la realeza europea, en su momento, al carecer de sangre azul y encima provenir de chica Hitchcock. Era una plebeya, algo imperdonable en ese momento pero, paso a paso y sin pretenderlo, se tomó la revancha, fue tanta la elegancia y dulzura que derrochó que tiró todos esos tabiques y se hizo con el reinado del ‘glamour’, no es que me gusten las expresiones extranjeras para definir las cosas, pero quizá el asunto ‘glamour’ es demasiado internacional como para no usarlo. Bajo su peso específico de elegancia y presencia invadió todo el rancio sistema de la rancia aristocracia europea. Rainiero a la sombra de tanta distinción, levantó en ese minúsculo territorio un emporio al que prestigió haciendo de tal lugar una estancia de moda e ideal. Ella abrió la brecha de la irrupción de la mujer ‘sin precedentes ‘nobles’ y ha mantenido un alto nivel, porque la clase se aprende, siempre hay algún ‘Pigmalion’ dispuesto a realizar profundos cambios en la personalidad de beldades que luego estén a la altura de las circunstancias. Y ha habido, posterior a ella, muchas mujeres que hay rozado la perfección impuesta por ella. Pero quizá ‘inventó’ la personalidad precisa y necesaria para ser siempre la reina de la fiesta. Estos artículos sacados como un baúl de grandes recuerdos hacen historia, complementan conocimientos de formas y modos de vida recientes o pasados.Su elegancia se desvaneció con un desventurado accidente de coche, solo que éste no pudo, eliminar el fulgor y esplendor, la cola del cometa de su distinción. Por ello, insisto, es necesario tener constancia y conocimiento de ello. Investigar en internet sobre ella, no perderéis el tiempo. Gracias a Carmen Fuentes por haber sacado a relucir de ese baúl algo tan fulgurante.
Al no ser noticia puntual da lo mismo que el comentario se haga con cierto retraso. Soy aficionado a guardar recortes interesantes y leerlos con posterioridad. No los colecciono, una vez leído los archivo en mi papelera de lata decorada.Acabo de leer un artículo suscrito por Carmen Fuentes en las páginas de ¿Los domingos de ABC’ del 16/04/06. se titula “GRACE KELLY, CON ELLA LLEGÓ EL GLAMOUR”. Esta princesa proveniente de Hollywood y que podría haber creado la factoría Disney, entró por la puerta de atrás al minúsculo Principado Europeo, situado en la Costa Azul francesa, MÓNACO, se casó en 1956 con Rainiero de la dinastía de los Grimaldi. Fue denostada por la realeza europea, en su momento, al carecer de sangre azul y encima provenir de chica Hitchcock. Era una plebeya, algo imperdonable en ese momento pero, paso a paso y sin pretenderlo, se tomó la revancha, fue tanta la elegancia y dulzura que derrochó que tiró todos esos tabiques y se hizo con el reinado del ‘glamour’, no es que me gusten las expresiones extranjeras para definir las cosas, pero quizá el asunto ‘glamour’ es demasiado internacional como para no usarlo. Bajo su peso específico de elegancia y presencia invadió todo el rancio sistema de la rancia aristocracia europea. Rainiero a la sombra de tanta distinción, levantó en ese minúsculo territorio un emporio al que prestigió haciendo de tal lugar una estancia de moda e ideal. Ella abrió la brecha de la irrupción de la mujer ‘sin precedentes ‘nobles’ y ha mantenido un alto nivel, porque la clase se aprende, siempre hay algún ‘Pigmalion’ dispuesto a realizar profundos cambios en la personalidad de beldades que luego estén a la altura de las circunstancias. Y ha habido, posterior a ella, muchas mujeres que hay rozado la perfección impuesta por ella. Pero quizá ‘inventó’ la personalidad precisa y necesaria para ser siempre la reina de la fiesta. Estos artículos sacados como un baúl de grandes recuerdos hacen historia, complementan conocimientos de formas y modos de vida recientes o pasados.Su elegancia se desvaneció con un desventurado accidente de coche, solo que éste no pudo, eliminar el fulgor y esplendor, la cola del cometa de su distinción. Por ello, insisto, es necesario tener constancia y conocimiento de ello. Investigar en internet sobre ella, no perderéis el tiempo. Gracias a Carmen Fuentes por haber sacado a relucir de ese baúl algo tan fulgurante.
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