No quiero pasarme de listo pero entiendo al supersticioso como una persona acomplejada. Bien es verdad que la superstición la provocaron ‘los listos de turno’, para tener en ascuas a la tremenda ignorancia popular. La iglesia católica condena la superstición pero, yo diría que se ha valido mucho de ella y hasta ‘creó sus propias supersticiones ‘disfrazadas’, del temor a Dios’ para acobardar aún más al humilde e iletrado populacho.Hoy al escribir la fecha sale un curioso 06/06/06, ya conocemos que el número 666 representa al número de la Bestia, al Maligno, al Diablo, yo me lo paso por los genitales y hasta me carcajeo de los que se atemorizan de ello.O sea utilizamos la numerología que nos conviene y cuando nos conviene. El número ‘10’, con imaginación podría representar un falo y una vulva. En la mente erótico-pornográfica, el ‘69’, es la maravilla, esa posición invertida de macho y hembra o viceversa para disfrutar bucalmente de los genitales de cada uno si añadimos a que si introducimos 1 dedo en el trasero de la pareja llegaríamos al 69+1, es decir al 70 y si cada uno en la acople hace lo mismo el 69+1+1, es decir el ‘71’. Siento haber utilizado la parte grosera de ejemplificar pero cualquier adulto lo sabe o lo ha practicado y nos dejamos de ñoñeces y mojigaterías. Puestos a imaginación sobre el tema el ‘1001’ o el ‘1010’, podrían representar un intercambio de parejas y, ya digo, con algo de imaginación llegaríamos a tremendas orgías, pero vamos a aparcar ya el asunto ahí.Yo solo creo en los números que me proporcionan algún premio de sorteos por modesto que sea su reflejo.En otro orden que no sea la numerología, pequeñas cosas como lo de los ‘gatos negros’, la ‘caída de un salero’, el paso por debajo de una ‘escalera o andamio’, etc, son para muchos síntomas de malos augurios, pero se deben a una tradición oral que nuestras ignotas abuelas contaron, nuestras madres, mantuvieron y han llegado a nosotros que, no se trata de que seamos más listos, pero al haber contado con mejores medios y mayores conclusiones hemos ido denostando. Aún así, sin darnos cuenta, es posible que todavía pasen por nuestros magines algunos visos de ‘temor oculto’ y reticencia a ciertas cosas. ¡Sálvese el que pueda!. Siempre desde luego que no cree fobias de mayor rango.
No quiero pasarme de listo pero entiendo al supersticioso como una persona acomplejada. Bien es verdad que la superstición la provocaron ‘los listos de turno’, para tener en ascuas a la tremenda ignorancia popular. La iglesia católica condena la superstición pero, yo diría que se ha valido mucho de ella y hasta ‘creó sus propias supersticiones ‘disfrazadas’, del temor a Dios’ para acobardar aún más al humilde e iletrado populacho.Hoy al escribir la fecha sale un curioso 06/06/06, ya conocemos que el número 666 representa al número de la Bestia, al Maligno, al Diablo, yo me lo paso por los genitales y hasta me carcajeo de los que se atemorizan de ello.O sea utilizamos la numerología que nos conviene y cuando nos conviene. El número ‘10’, con imaginación podría representar un falo y una vulva. En la mente erótico-pornográfica, el ‘69’, es la maravilla, esa posición invertida de macho y hembra o viceversa para disfrutar bucalmente de los genitales de cada uno si añadimos a que si introducimos 1 dedo en el trasero de la pareja llegaríamos al 69+1, es decir al 70 y si cada uno en la acople hace lo mismo el 69+1+1, es decir el ‘71’. Siento haber utilizado la parte grosera de ejemplificar pero cualquier adulto lo sabe o lo ha practicado y nos dejamos de ñoñeces y mojigaterías. Puestos a imaginación sobre el tema el ‘1001’ o el ‘1010’, podrían representar un intercambio de parejas y, ya digo, con algo de imaginación llegaríamos a tremendas orgías, pero vamos a aparcar ya el asunto ahí.Yo solo creo en los números que me proporcionan algún premio de sorteos por modesto que sea su reflejo.En otro orden que no sea la numerología, pequeñas cosas como lo de los ‘gatos negros’, la ‘caída de un salero’, el paso por debajo de una ‘escalera o andamio’, etc, son para muchos síntomas de malos augurios, pero se deben a una tradición oral que nuestras ignotas abuelas contaron, nuestras madres, mantuvieron y han llegado a nosotros que, no se trata de que seamos más listos, pero al haber contado con mejores medios y mayores conclusiones hemos ido denostando. Aún así, sin darnos cuenta, es posible que todavía pasen por nuestros magines algunos visos de ‘temor oculto’ y reticencia a ciertas cosas. ¡Sálvese el que pueda!. Siempre desde luego que no cree fobias de mayor rango.
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