Estos escritos personales y particulares, han dado lugar a una afición de incipiente ‘escritores’, diría yo que aficionados cual ‘grafitteros’ de espacios en los que no molestan ni deslustran espacios públicos a la vista. Aquí cada uno a su manera y un tanto anárquicamente se deshaga con temas variados. Los hay organizados que siempre abordan temas de contenido similar para dar un seguimiento. Algunos escritores profesionales y columnistas de periódicos infaman, por advenedizos, a unos simples aficionados con ciertos sentimientos y que les gusta dejar su impresión de las cosas, aunque en la mayoría de los casos, saben que van a permanecer en el ocultismo. Solo un reducido grupo de conocimientos a los que se han ‘presentado’, seguirá alguna de las narraciones expresadas por estos diletantes que quizá no tienen otra aspiración ya digo que desahogar algún contenido o conversar o relatar algo visto, oído o presenciado. Ya digo que el que pretenda afamarse por este medio lo tiene muy difícil, porque necesitaría de una promoción con la que no cuenta. Si un escrito de ‘categoría’ publica un libro, aunque este carezca de bastante interés ya se encargará su editorial de encumbrarlo. Los que están patrocinados por periódicos u otros órganos influyentes lo tienen diferente. Los que dependemos de un boca a boca terminamos en el olvido, casi leyéndonos nosotros. Desde luego lo que aseguro que en mi caso esta embrionaria afición siempre ha coleado en mi interior. He achacado a la falta de tiempo una mayor dedicación y, realmente, el trabajo no me permitía licencias de este tipo. Por lo que digo en mi caso, si consigo algún lector, me gustaría que, en ocasiones, hubiera un intercambio de opiniones pero, no obstante, me limito a paginar mis visiones. Soy ignorante en esta y en muchas materias pero en este maremagno de espontáneos que ha surgido a través de este medio, ha fomentado la escritura que parecía próxima a una inmediata extinción. Ya que misivas, cartas y demás comunicaciones mediante letras habían ido dejando paso a otros medios más acomodaticios. Eso si que alguien te encuentre, sin incluso, haberte puesto un nombre llamativo para designar tu encabezamiento, es como el que busca una aguja en un pajar. Si el apodo que te hubieras colocado fuera rimbombante por llamativo o curioso quizá, en esas búsquedas de ‘google’ o ‘yahoo’ alguien te hubiera encontrado. Yo solo me puse un ofloda (dentro de blogia) que era solamente la inversión de mi nombre ‘Adolfo’. Hoy en día, pensándolo un poco, en ese bautizo pude añadir como apellido Hitler, entonces quizá por morbo, hubiera tenido más visitantes, llamando así la atención de ‘ofloda hitler’, pero mi personaje hubiera sido un loco bueno, porque al cambiar el orden de mi nombre, un loco quijotesco, desfacedor de entuertos y agravios y en lugar de tener ‘horizontes de bajeza’ como los tuvo el austro-alemán, haber cabalgado por caminos de rosas y quitándoles las espinas, admirándolas, en lugar de avasallar, abrir el paso a amplios derechos humanos. Siempre queda una cuestión, ya que ha salido el tema, en relación con ese demoníaco personaje. Ese caudillo fue votado libremente, sin presión alguna por millones de personas, fue capaz de enaltecer la altivez de la raza aria por encima de la bajeza de los demás. ¡Ojo! y advertencia, él no inventó una locura de ese tipo pero lo peor es que se sigue utilizando en muchos lugares. El distinguir a los seres por su condición de nacimiento. Entre franceses, los bretones se entienden como superiores al resto de sus paisanos, en Italia, los nórdicos de la ‘Liga Norte’, por supuesto superiores a los del sur y en España tenemos los casos de Cataluña y País Vasco que alardean de estar por encima de cualquier otra estirpe del territorio nacional. En Usa, los blancos ¿qué los negros o hispanos?. En la India no hay castas, donde los parias se llevan la peor parte. El pueblo kurdistano no está mal asentado en los países donde tienen residentes. Los judíos ortodoxos se creen superiores a los otros. En los países árabes, dependiendo de la casta o linaje, las diferencias son abismales por mucho que el Corán pretenda ser su ley y su religión.Las raíces de cada uno son y pueden ser bonitas, pero siempre dentro del respeto, todos tenemos raíces, todos tenemos nuestro ADN (del que tanto se habla hoy en día). Es estupendo cultivar las raíces, cuidarlas, respetar los ancestros y costumbres, pero como dijo Machado, ‘nadie somos más que nadie.’Todos estamos aquí por un mismo proceso fisiológico, la uniónde espermatozoide y fecundación de este a un óvulo, como en cualquier especie, por eso la presunción de estirpe vamos a dejarla de lado, hemos nacido en algún sitio por casualidad, somos blancos o negros o lo que sea porque así nos ha tocado. Pero desde luego nadie más que nadie.Y solo remate permitirnos a los advenedizos nuestra expresión con nuestros ‘blogs’, ‘bitácoras’ o como queramos denominarles no hacemos mal a nadie, siempre que estás no vayan dirigidas a eso y estaría por asegurar que la mayoría de los casos, cada uno pretenden un poco de ‘lucimiento egolátrico’ particular.
Estos escritos personales y particulares, han dado lugar a una afición de incipiente ‘escritores’, diría yo que aficionados cual ‘grafitteros’ de espacios en los que no molestan ni deslustran espacios públicos a la vista. Aquí cada uno a su manera y un tanto anárquicamente se deshaga con temas variados. Los hay organizados que siempre abordan temas de contenido similar para dar un seguimiento. Algunos escritores profesionales y columnistas de periódicos infaman, por advenedizos, a unos simples aficionados con ciertos sentimientos y que les gusta dejar su impresión de las cosas, aunque en la mayoría de los casos, saben que van a permanecer en el ocultismo. Solo un reducido grupo de conocimientos a los que se han ‘presentado’, seguirá alguna de las narraciones expresadas por estos diletantes que quizá no tienen otra aspiración ya digo que desahogar algún contenido o conversar o relatar algo visto, oído o presenciado. Ya digo que el que pretenda afamarse por este medio lo tiene muy difícil, porque necesitaría de una promoción con la que no cuenta. Si un escrito de ‘categoría’ publica un libro, aunque este carezca de bastante interés ya se encargará su editorial de encumbrarlo. Los que están patrocinados por periódicos u otros órganos influyentes lo tienen diferente. Los que dependemos de un boca a boca terminamos en el olvido, casi leyéndonos nosotros. Desde luego lo que aseguro que en mi caso esta embrionaria afición siempre ha coleado en mi interior. He achacado a la falta de tiempo una mayor dedicación y, realmente, el trabajo no me permitía licencias de este tipo. Por lo que digo en mi caso, si consigo algún lector, me gustaría que, en ocasiones, hubiera un intercambio de opiniones pero, no obstante, me limito a paginar mis visiones. Soy ignorante en esta y en muchas materias pero en este maremagno de espontáneos que ha surgido a través de este medio, ha fomentado la escritura que parecía próxima a una inmediata extinción. Ya que misivas, cartas y demás comunicaciones mediante letras habían ido dejando paso a otros medios más acomodaticios. Eso si que alguien te encuentre, sin incluso, haberte puesto un nombre llamativo para designar tu encabezamiento, es como el que busca una aguja en un pajar. Si el apodo que te hubieras colocado fuera rimbombante por llamativo o curioso quizá, en esas búsquedas de ‘google’ o ‘yahoo’ alguien te hubiera encontrado. Yo solo me puse un ofloda (dentro de blogia) que era solamente la inversión de mi nombre ‘Adolfo’. Hoy en día, pensándolo un poco, en ese bautizo pude añadir como apellido Hitler, entonces quizá por morbo, hubiera tenido más visitantes, llamando así la atención de ‘ofloda hitler’, pero mi personaje hubiera sido un loco bueno, porque al cambiar el orden de mi nombre, un loco quijotesco, desfacedor de entuertos y agravios y en lugar de tener ‘horizontes de bajeza’ como los tuvo el austro-alemán, haber cabalgado por caminos de rosas y quitándoles las espinas, admirándolas, en lugar de avasallar, abrir el paso a amplios derechos humanos. Siempre queda una cuestión, ya que ha salido el tema, en relación con ese demoníaco personaje. Ese caudillo fue votado libremente, sin presión alguna por millones de personas, fue capaz de enaltecer la altivez de la raza aria por encima de la bajeza de los demás. ¡Ojo! y advertencia, él no inventó una locura de ese tipo pero lo peor es que se sigue utilizando en muchos lugares. El distinguir a los seres por su condición de nacimiento. Entre franceses, los bretones se entienden como superiores al resto de sus paisanos, en Italia, los nórdicos de la ‘Liga Norte’, por supuesto superiores a los del sur y en España tenemos los casos de Cataluña y País Vasco que alardean de estar por encima de cualquier otra estirpe del territorio nacional. En Usa, los blancos ¿qué los negros o hispanos?. En la India no hay castas, donde los parias se llevan la peor parte. El pueblo kurdistano no está mal asentado en los países donde tienen residentes. Los judíos ortodoxos se creen superiores a los otros. En los países árabes, dependiendo de la casta o linaje, las diferencias son abismales por mucho que el Corán pretenda ser su ley y su religión.Las raíces de cada uno son y pueden ser bonitas, pero siempre dentro del respeto, todos tenemos raíces, todos tenemos nuestro ADN (del que tanto se habla hoy en día). Es estupendo cultivar las raíces, cuidarlas, respetar los ancestros y costumbres, pero como dijo Machado, ‘nadie somos más que nadie.’Todos estamos aquí por un mismo proceso fisiológico, la unión de espermatozoide y fecundación de este a un óvulo, como en cualquier especie, por eso la presunción de estirpe vamos a dejarla de lado, hemos nacido en algún sitio por casualidad, somos blancos o negros o lo que sea porque así nos ha tocado. Pero desde luego nadie más que nadie.Y solo remate permitirnos a los advenedizos nuestra expresión con nuestros ‘blogs’, ‘bitácoras’ o como queramos denominarles no hacemos mal a nadie, siempre que estás no vayan dirigidas a eso y estaría por asegurar que la mayoría de los casos, cada uno pretenden un poco de ‘lucimiento egolátrico’ particular.
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