NUMEROLOGÍA, COINCIDENCIAS (31/03/06)

Hace poco, en uno de mis relatos, comenté, que estaba inmunizado contra las supersticiones. Creo que sigo pero hay datos que al darse una serie de evidencias, te hace, como si dijéramos, ponerte en guardia por ello.
Hacer una prueba, leer la fecha que pongo al lado del título, día en que lo manuscribí, sumarlo tal y como está y tendréis como resultado 13. Si al día de la fecha cambiamos el orden de los números 31, se convierte en 13. Siempre me gustó jugar con los números. Nada tengo contra el 13 pero, en torno a este número siempre ha suscitado malos augurios, los supersticiosos cruzan los dedos. Bien yo no los he cruzado nunca pero tanta coincidencia de resultados desacertados que se me han acumulado hoy te llegan a hacer desear que el día concluya lo antes posible. No voy a entrar en detalles, si alguien lee estas cosillas solo encontrará una serie de mensajes y datos poco agradables que doy y que cada uno saque sus conclusiones.
Inicio el día con una salida para hacer una marcha de paso rápido para ejercitar algo el cuerpo, cosa que además por diversas causas tengo recomendadas. Hasta ahí no pasa nada, pero al llegar a casa e ir a dejar la sudadera, al igual que el miércoles anterior me ocurrió me vuelve a crujir la rodilla izquierda, se ve que todavía resentida del día anterior, bueno en la marcha que hice, no pude desarrollar un paso normalizado dadas las molestias y no quería forzar por si acaso, bien ese nuevo chasquido ha incrementado la molestia y una ligera hinchazón.
Abro uno de mis dos correos electrónicos de uso habitual y me encuentro con uno de una persona con la que mantengo escaso y espaciado trato y me recuerda un asunto no muy agradable de tiempo atrás, sin venir a cuento. Se ha llevado su correspondiente réplica. Espero una conversación, en torno a las 11 y no recibo llamada alguna, intento conexión yo en tres ocasiones y por fin me contestan y me dicen, como toda explicación, que lo siente pero tenía prioridades más relevantes y aunque comprende me hubiera podido avisar pero, aduce, que no ha caído en ello. Ya a la tarde esta persona me envía una explicación más abierta y razonable, pero solo en parte, yo creo que cuando hay un compromiso se debe uno esforzar más en corresponder sobre todo cuando a ti te recompensan con riqueza de detalles. Pero es mi sino verme relegado en más de una ocasión como sé diría haciendo juego de palabras con nombre de grupo musical ‘El último de la fila’.
Antes de la cerveza del mediodía mi mujer recibe un mensaje con la notificación del fallecimiento por cáncer de colon de una amigo. A mí, precisamente, me intervinieron de colon en agosto para la extirpación de un pólipo. Esto te marca egoístamente, primero viene el sentimiento por el amigo fallecido pero luego piensas en ti y terminas volviéndote aprensivo.
Hago un poco de siesta y llama mi médica para informar de que han puesto un nuevo aparato para el control de coagulación sanguínea y que ha pensando en mí, sino me parece mal, para realizar una prueba. Solo me faltaba el tratamiento de cobaya. He aceptado, pero es algo más que se suma al famoso día. Mi tarde continua con la visita de mi madre a la residencia geriátrica ha observar el incremento de su irreversible demencia senil y que mi frágil estructura asimila con ninguna fortaleza. A la vuelta recuerdo tenía que llamar a un conocido y me contesta que lo siente pero que no me puede atender, está muy ocupado, ya me llamará. También mi hija la mayor nos ha comentado sobre unas fiebres altas producto de una infección de orinal.
¿Paro ya?. Creo que será mejor. ¿Está bien por hoy verdad?. Con este escrito he emulado a Miguel Ríos entonando el ‘Himno a la alegría’.