LEYENDA PERSONAL: ¿CÓMO PUDIMOS SOBREVIVIR? 957 XLSEMANAL-PAULO COELHO

Se pregunta el sabio escritor Paulo Coelho ¿Cómo pudimos sobrevivir?. Esa pregunta nos la hemos formulado muchos. Una vez mas digo que primero hay que libar de estos artículos para sacar el polen necesario para la fertilización de ideas. Si se hubieran leído las opiniones que se dan se harían más comprensibles, cualquiera que tenga interés en leerlos los tiene a su alcance gratuito en el buscador poniendo XLSEMANAL, le aparecerán los diferentes tratamientos y se eligen los convenientes.
Toca el tema de que las personas que hoy tienen entre 40 y 60 años, bueno yo estoy más cerca de esos últimos como él, pues en nuestros tiempos infantiles vivimos sin protección alguna, sin móvil, cinturones de seguridad, airbag, joder no sabíamos casi lo que era un coche, los veíamos mas en las pelis que en las calles, íbamos de castigo en castigo, por malos comportamientos de normal urbanidad, pequeñas picias y nos criamos sin traumas psicológicos, queríamos a nuestros ‘torturadores’ padres, respetábamos a nuestros maestros, a los mayores, se cedían asientos en tranvías y autobuses. Los alumnos malos suspendían y repetían curso y si esto se volvía a dar, en cuanto se cumplían los 14 o antes ya estaban con un uniforme de botones de hotel, casi un lujo o un mono azul, para barrer un taller o limpiar grasas de herramientas o recadero, etc. Sobrevivíamos a los arañazos de nuestras desnudas piernas provocadas por caídas de cualquier vehículo hecho a mano con una tabla y 4 cojinetes a bolas a modo de ruedas. Patadas en partidos con pelotas de trapo, nos peleábamos pero algo poco más allá, no aparecían navajas ni objetos punzantes, inventábamos juegos a falta de la llegada todavía inesperada de juegos electrónicos y encima recordamos esos tiempos con amor y nostalgia. Y hasta sentimos cierto orgullo.
¿Qué hemos hecho para desviar tanto la mente de nuestros hijos? ¿Por qué les hemos atiborrado de caprichos?, ¿Por qué les hemos hecho perder el sentido de la responsabilidad?. Entonces, ¿De qué nos quejamos?, ¿De qué nos sorprendemos?