SUPERSTICIONES

Nunca he sentido la más mínima preocupación ante las llamadas supersticiones populares. La iglesia incluso las condena o censura pero, yo creo que a pesar el poder mediático de la religión, las ha tolerado, consentido, porque creo que le han servido y colaborado para tener acojonado al modesto e ignorante pueblo y así tenerlo más comprimido y dominado.
No soy un especialista en estos asuntos pero por citar algunos ejemplos, cruzarte con un gato negro ( a mí particularmente son los que menos me gustan, pero no es por esta razón, me impresiona la pantera negra), pasar por debajo de andamio o escalera de operarios, derribar un salero, la rotura de un espejo, etc todas estas cosas para nuestras madres, principalmente, han simbolizado mala suerte. Por inercia hoy todavía, incluso gente joven con algún estudio, bajo esta influencia, sigue guardando ciertos respetos aunque confieses que no es así. El católico clásico se persigna tres veces para contrarrestar malos augurios ante alguna de estas circunstancias.
Me gustaría saber en que momento y porque surgieron estos malos presagios debe de venir de creencias muy antiguas. Hablo de esto porque hoy en Italia, fecha en la que he manuscrito el artículo la coincidencia del viernes 17, como ocurre hoy es nefasta, de malos augurios, en España es el martes 13, aunque una italiana me ha dicho que sí, prioritariamente en su tierra es el viernes 17 pero tampoco agrada la que nosotros tenemos como guía. Para mí lo más curioso es que en los tiempos que vivimos, estas creencias sigan teniendo una vigencia manifiesta.