PLACIDEZ

(Esto lo escribí el 23/12/05, pero las argumentaciones expresadad son valederas para cualquier situación similar, propia de determinados caracteres)

Quizá al no tener tema concreto me acojo a anotaciones anteriores, no muy lejanas, pero que seguro fueron generadas por situaciones reales. Ya estoy de juez o ‘atormentador de sí mismo’, el famoso ‘Heautontimoroumenos’ romano, publicado por Terencio y claro ‘aprovechado’ como es lógico por otros muchos escritores a posteriori.
Aunque este escrito proviene de algún hecho concreto acaecido con mi persona, me refiero a esos prontos rápidos y que, lamentablemente, en más de una ocasión han servido para además de atormentarme yo, atormentar a quien me quiero, por eso con esta contrición que pretendo quiero resaltar mis malas reacciones en ciertos momentos. ¿Por qué?, ¿Por qué?, ¿Por qué?, me pregunto en más de una ocasión.. No pararía de preguntarme. Sé puede llegar a ser tan inconsciente en temas que no deberían suscitar ni siquiera problemas y admitir una explicación sin más réplicas. Bueno la perfección no existe, pero un moldeamiento a los modos sí. Es verdad, no sé puede concordar en todo, eso es una utopía, pero de ahí a provocar discusiones sin sentido va un abismo. Puedo prometer y prometo, como dijo otro Adolfo de más prosapia, aunque solo fuera por haber sido presidente del gobierno (Adolfo Suárez) que esos ramalazos esquizofrénicos, después de acaecidos me dejan hundido, pero soy consciente del daño realizado. Si alguna ventaja tiene, que no la llamaría así,  es saber si alguien es capaz de soportar ciertos desmanes e insolencias. Entonces esa persona con una gran calidad personal que sería imponderable de calificar porque no existe escala que de una situación concreta sobre ello.
Único consuelo y no gratificante es saber que en la vida, cualquier persona, en cualquier momento, es capaz de caer en ese estado carencial. Una y otra vez recalcaré que la razón no pertenece a un solo dueño, pero si existe una provocación de contienda no deseada que debiera controlarse antes de manifestarse. Sé que estas etapas irascibles no son fáciles de corregir, solo solicito la comprensión que hasta ahora se me otorga y ruego y solicito que no sé me castigue con la misma moneda que ofendo. Entre dos caracteres diferentes alguien debe aportar mayor conciencia pero que eso no signifique sometimiento entonces si te devuelven tu misma irritación, esa persona, aparentemente comprensible se pondría al mismo nivel que tú y entonces parecería un simulacro. Jesucristo nos dijeron que puso la otra mejilla, yo no pido tanto. Pero una dosis de aplacamiento bien planteado puede servir para aleccionar a esa ‘fiera’.