VISTO Y NO VISTO (MUY ESPECIAL...) 14/06/02

Bueno, esto no me había ocurrido nunca. Me planteo escribir mi cotidiano artículo y observo que he olvidado las gafas que utilizo para leer prensa, libros o escribir. Para mi artefacto imprescindible, por mis problemas de vista cansada, ahora mismo no recuerdo como se llama técnicamente, para eso esta Google que me lo dice enseguida, presbicia. Entonces bajaba con las alternativas de la revista ABCD Cultural o el libro que estoy a punto de acabar ‘Tuareg’ y además escribir mi servilletita. Entonces, me resigno y desisto de todas esas intenciones. Pero me da un pronto y le pido a Antonio, el dueño del local un bolígrafo prestado y me lanzo, como un espontáneo al ruedo, a escribir algo o sobre algo. Inicio los primeros garabatos y solo observo que se ha manchado el papel de algo, lo demás para mi no cuenta, algo totalmente borroso y difuso ante mis cegatos ojos pero, con decisión sigo adelante rellenando la servilleta. Repito, puedo prometer y prometo que, en absoluto, soy capaz de leer nada de lo que escribo. Bueno pues aunque parezca mentira estoy rellenando la servilleta. Puedo prometer y prometo, que dijo Adolfo Suárez que, en absoluto, soy capaz de leer nada de lo que estoy escribiendo.

No sé si tendrá mérito o no. Ha habido músicos de gran talento que han compuesto obras siendo sordos, pero al fin y al cabo su lenguaje era expresarse escribiendo notas en el pentagrama, cosa que si veían. Conociendo y sabiendo de las habilidades de los ciegos, sé que esto sería una nimiedad, que es factible pero es que yo carezco de todo entrenamiento, ni siquiera puedo repasar el párrafo anterior para conexionar con lo que tengo que seguir, así que no puedo perder el sentido en mi mente para no perderme, porque ya digo que soy incapaz de releer lo ya escrito. Así que no puedo interrumpir el escrito, ni perder ripio, porque entonces pierdo la orientación, la pista.

Vería los cerros de Úbeda, creo que hasta ahí si alcanzaría aunque tengo entendido que esa localidad jiennense no tiene cerros. Lo curioso, como digo, es que hasta acentúo. Será una gozada cuando retorne a casa coja mis cristales y de un repaso a estas líneas. Serían dignas de conservar, como recuerdo de mi incursión en las ‘tinieblas’ bolígrafo en mano. No diría tenebroso pero si oscuro todo lo que rodea el relato. Me causa hasta risa pensar que soy incapaz de leer una sola palabras de las vertidas en todo lo que llevo escrito. Entonces, curiosamente, me parece como un discurso sin tema y argumento, porque solo soy capaz de escribir sobre lo que y como lo estoy haciendo.. Si observo que estoy capacitado para escribir a ciegas, algo positivo habré conseguido. Bueno tengo que decir que no leo los rasgos pero si se el límite que me impone la servilleta en cada línea y cuando tengo que iniciar una nueva. En alguna ocasión y solo como una modesta experiencia intenté escribir con la mano izquierda. Los resultados fueron nefastos, pero sé que a base de práctica se consigue he visto a más de una persona realizarlo.

Lo inédito para mí es que esta es la primera vez en mi vida que plasmo una escritura a ‘ciegas’. Las ideas, las tengo, pero lo que escribo lo podrá leer cualquiera con visión, medianamente, normal, yo de cerca estoy inhabilitado. Bueno, realmente, nada he dicho ¿verdad?, pero para mi ha sido una experiencia curiosa.

No es que tuviera algo muy previsible para narrar, pero claro esta forma me ha dado pie para rellenar tres servilletas aunque esté en la inopia si tuviera que leerlo, Sé lo que escrito porque lo dicta mi mente, estoy en la inopia, en mis tinieblas, ya no solo son mis soledades.

Resultado final, he llegado a casa he cogido las gafas y todo estaba correcto, hasta los acentos bien ubicados.

Imagen: Gallinita Ciega de Goya