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HISTORIAS Y FESTEJOS (29/01/06)

HISTORIAS Y FESTEJOS (29/01/06) Quizá no sea muy coherente el título. Yo que soy aficionado a las efemérides, hoy tendría una muy personal, hace años se casó mi hija la mayor, Mónica, lo hizo en la gruta existente en los bajos de la actual de la Almudena que estaba todavía en remates de finalización, pero esa cueva es bonita y tenía un templo muy adecuado, yo, el padrino, sin connotaciones fílmicas, iba enfundado en un chaqué alquilado para esa celebración, una ceremonia sencilla y con música de fondo elegida por mí, el Ave María de Schubert, que eriza y erizaba mi ralo vello. Mi hija hace, relativamente poco tiempo, se ha separado, acto tan a la orden del día, dicen que las cosas no les funcionaban bien y digamos que de ‘mutuo acuerdo’, llegaron a ese ‘arreglo’, yo nunca me creo demasiado eso del ‘mutuo acuerdo’, entonces claro la efeméride mencionada ya no tiene sentido. Algo he oído hoy al paso de cuando he mencionado erizar, aunque iba en otro sentido, sobre que en Cádiz hoy se realizaba la ingesta de estos frutos del mar, como preludio de los próximos carnavales tan festejados allí. Junto con los de Tenerife y Badajoz en España, son los más famosos, aunque cada lugar, se adjudique la primacía de la celebración como suele ocurrir con estas cosas. Tengo que decir con toda claridad y sin ánimo de ofender a nadie que no me gusta ningún tipo de festejo tradicional y no acudiría a ninguno de ellos por mucho que me invitaran.  Comprendo el empeño que cada comarcar o región tienen en hacer destacar sus fiestas tradicionales, pero yo no soporto nada de ello, ni Carnavales, ni Semanas Santas, ni fallas valencianas, ni ferias de abril de Sevilla, ni San Isidro de Madrid, ni las marineras de la virgen del Carmen, si sanfermines navarros, si semanas grandes vascas, en una palabra por no ir una por una, no me interesan, en absoluto, ningún tipo de celebración masivo y costumbrista. Tengo la suerte de que Madrid, como ciudad de poco arraigo en sus gentes, sino acudes expresamente a una celebración, ni te enteras de que hay fiestas, porque al ser tan grande el ambiente no se vive en las calles, hay que ir en presencia a los sitios.
Respeto las tradiciones de cada lugar pero no me veo obligado a compartir esas fiestas, allá cada uno.
Como siempre me suele ocurre hago un preámbulo amplio de los temas y yo me quería referir especialmente a los Carnavales que son los más próximos. Tienen gran boato y renombre internacional los de Río y los de Venecia, ya en un ámbito más personalista los que mencioné de España. Los de Brasil los viví un poco a través de la bonita película que hace poco he vuelto a ver ‘Orfeo Negro’, de Venecia, también se han hecho filmes resaltando sus caretos que son auténticas obras de arte.
Pero solo por curiosidad me gustaría conocer un poco el origen de la chirigota. Esa asociación de personas vestidas uniformes y entonando con movimientos acompasados críticas de cualquier aspecto actual que pueden tener su gracia, no lo niego, pero que no es espectáculo al que acudiría. Ya sabemos del gracejo andaluz pero no me cuadra esa camarilla de personas  en su actuación preparada, aunque sean bastante ocurrentes.  Para los autóctonos puede representar una especial gracia, yo no me uno a ese sentimiento, no lo he mamado.
Repito sé que no soy dado a compartir festejos, no me provocan ninguna ilusión ni sentimiento, mas bien rechazo.
Prefiero espectáculos selectivos, a mi manera, a nadie obligo, a introducirme en algarabías públicas por mas que me consideren excéntrico en mis pensamientos.
Encima en los tiempos actuales, en todo ese tipo de manifestaciones una juventud de cada vez menos años, se emborrachan a destiempo y rompen con todos los cánones tradicionalistas, sus padres no les transmitieron adecuadamente el sentido de la fiesta.
Mis fiestas son mías, privadas, elegidas y a mi manera, no me tengo que atener a ninguna tradición, encima cada vez mas menoscabadas.
¡Que raro soy ¿verdad?!.

1 comentario

Carmi -

Cada uno es como es.Pero si te digo la verdad no sabes lo que te pierdes. Solo por probar unos erizos.