DÍAS NORMALIZADOS (24/01/06)

Hace un mes, exactamente, estábamos inmersos en plenas fiestas navideñas. Hoy era Nochebuena. Un mes después, 24 de enero, es un día vulgar, un día, simplemente, normal, para algunos será anodino, sin el estímulo necesario, sin objetivos festivos. ¿Por qué?. Esto es como si tuviéramos la capacidad de disfrazar a los días a nuestro antojo a engalanarlos a sobre valorarlos. Pues para mí  me resulta mucho más cómodo este vulgar martes, sin mayores aspiraciones, Un martes frío, en lo climatológico y en lo festivo, pero sin pretensiones, sincero, sin aspavientos, sin motivos para sonreír a nuestros congéneres hipócrita y especialmente, sin el deseo de parabienes como frase del día o del momento. Los saludos que nos hemos correspondido hoy entre las personas con las que intercambio tratamientos han sido naturales, sin pensar en el calendario y me han resultado sinceros. Lo habitual. Ni siquiera, yo, un aficionado al santoral y a las efemérides puedo hablar sobre ello, hoy no lo tengo controlado. He sentido felicidades en momentos propicios y tristeza en la visita a la residencia geriátrica donde habita mi madre.

He visto a la gente con la naturalidad cotidiana, sin mostrar suntuosidades ni boatos obligados. Yo, amigo de la calma, abonado a cierta monotonía pero, suficiente y convencido de que la naturalidad regula mejor nuestro sistema en general se asienta mejor a un modus vivendi. Habrá quien prefiera las algarabías constantes pero los años van dando sosiego, solo en ocasiones y por ser partícipe se incluye uno en los festejos pero, aviso se puede ser muy feliz en ese sosiego.