MÓVILES O MOVIBLES

A este aparato invasor de la vida cotidiana actual, ese aparatito cada día más avanzado que realiza mas funciones, que te permite comunicación inalámbrica con cualquier parte del mundo, cada día con mas opciones de actuaciones le reconoce con el nombre de teléfono móvil o simplemente móvil.
Yo, un tanto puntualista, cuando quiero precisar y hasta hacer broma de ello, lo llamo ‘movible’ porque el artilugio en sí no se mueve por si solo, excepto que tenga conectado el sistema de vibración que entonces le hace temblar un poco. Sin pretender entrar en erotismos el que lo llevara en el bolsillo del pantalón le puede provocar cierta sorpresa ante esa vibración. Pues, en torno a esto, quería hablar sobre la poca intimidad que presta este aparato, dado de que por lo menos a uno de los comunicantes, al tenerlo a tu lado le estás oyendo su conversación de la que puedes colegir el conjunto y por otra parte distrae y rompe tu intimidad porque, sin pretenderlo, te hacer partícipe de sus historias. Además ahora que hemos entrado en una época fulgurante de leyes prohibitivas. (por ejemplo la antitabaco) con tintes de hipocresía a todas luces para distraer al personal sobre este tema, derivando con ello, las discusiones callejeras a este asunto y eludiendo otros procesos mucho más preocupantes como son la partición de España a base de proclamas y estatutos independentistas que unos cuantos votos teledirigidos por odiosos políticos conducen a pueblos de tradición histórica de ciertas regiones enemigos de llamarse españoles, tiene la doble ventaja de conocer dos idiomas, pero el materno, es decir el castellano, les es de mayor utilidad, y le llamo materno porque por ejemplo al catalán lo considero otro idioma dentro del Reino de España pero con proyecciones exteriores limitadas.
Una vez mas me derivo en mis escritos y a lo que iba es que hoy estando en un bar dos chavalas jóvenes entre 20 y 25 años, la mujer siempre camaleónica, puede simular sus años utilizando cualquier tipo de producto y sobre todo a ciertas edades. Pues una de ellas debatía con su posible novio o pareja por ese ‘maldito móvil’ sobre el olvido al que la tenía sometida. Ya digo la indiscreción de este sistema es amplísima y ese sido partícipe, sin pretenderlo de las tremendas discrepancias que tenían, llegando incluso al insulto (de ella que es el que yo he oído). No es mi costumbre inmiscuirme en nada que me afecte directamente, pero al finalizar la agria plática la he observada tan abatida que le he dicho que si sé mantiene firme ‘ ella ganará ‘, las mujeres son superiores y malas enemigas si están heridas. Ya dice el refrán, ‘tiran más dos tetas que dos carretas. Pero insisto y a lo que iba yo no debiera de ser partícipe de esta conversación, pero ella se ha sentido feliz por mis palabras de estímulo, es como si hubiera sido el apuntador de las antiguas obras teatrales de debajo de una concha recordaba a pie de escenario parte del guión a los actores.