MI SEGUNDA OPORTUNIDAD (17/01/06)

Ayer escribí sobre mis rincones por el cambio de ubicación. Hoy el informal (aunque sea amigo mío) dueño de La Peseta, vuelve a colocar un cartel que dice “ABRIMOS MAÑANA”, No sé cual será la excusa pero mala forma de llevar un negocio que funciona como un intermitente pero sin el ritmo adecuado. Así que hoy me he trasladado a mi primitivo bar ‘El Montuirí’, situado en esquina diagonal a La Peseta. Pero el tema estelar de hoy, por lo menos para mí, es la celebración de mi segunda oportunidad. Es como mi segundo cumpleaños. El 31 de diciembre de 1996 tuve la angina de pecho y el 17 de enero de 1997, mi corazón fue reparado, lo sacaron de paseo y en  operación extracorpórea. Fuera de su ubicación le hicieron la reparación incorporándole una válvula artificial metálica, la aórtica, a partir de ahí se inició esta segunda etapa. Además como estoy rodeado de otras particularidades: tensión arterial alta, diabetes, transaminasas, triglicéridos, en ocasiones algo de colesterol, creatinina, nervios depresivos, extirpación reciente de pólipo de colon, con ya la cruz de revisión anual, pues para ir controlando todo eso, preciso de la ingesta de 14 pastillas diarias, las cuales creo que me van manteniendo. Lo curioso es la apariencia y cuando te sueltan ese ‘ te veo muy bien’, ‘pues tendrás todo eso pero tienes un aspecto estupendo’, vale, parecen mas que nada halagos. Me tachan, una vez mas de negativo, pero, sobretodo, en esta ocasión que conste, estoy de un positivismo total. Considero que el avance de la ciencia me permite estar aquí contando mis interioridades.
A veces esa retahíla de términos científicos, el nombre de los fármacos, los horarios de su ingestión, me abruman, pero entonces algo de lo positivo que tengo me sale a relucir  y provoca un aspecto de optimismo que a muchos les parecería impropio en mí.