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FORMAS DE VER (22/12/05)

FORMAS DE VER (22/12/05)

Me llega incomodar que se me tache, a menudo, de negativo, solo por expresar que no es consecuente que por ‘ ser esto o aquello’ hablando de festejos, en general, se deban hacer cosas con intensidad o muy extraordinarias. Comprendo, en cierto modo, la tradición, lo malo es que las tradiciones se hayan mercantilizado a ultranza y dirijan los festejos. El periódico hablaba de que en Madrid, con miles de establecimientos de hostelería, mas de 16.000 licencias de taxi, en estos días era difícil encontrar plaza o hueco para comer o cenar y no digamos el trasladarse de un sitio a otro. Taxis ocupados, atascos perpetuos, comedores atestados. Luego, por otro lado, abogamos por un mundo mas justo. ¿Dónde está esa solidaridad tan aireada?. ¿No se podrían festejar con menos pompa y destinar buena parte de tanto derroche a ‘tapar huecos de miseria en el mundo?. Parece que el mundo se acaba en estas fechas. Los intercambios de regalos se han convertido en requisito esencial. ¡Qué listos son estos enredadores de la madeja! Y que fáciles somos de manipular.

Hasta como dije hace pocos días, las notas de los niños en esta primera evaluación, aunque sean bajas, se toleran, ¡Todavía queda mucho tiempo!.

¿No sería mejor dosificar?. ¿Por qué hay que ser bueno por obligación durante unas jornadas? Y grandes partes del año estos ‘buenos’ se pasan el tiempo haciendo la puñeta a los demás.

Claro es muy fácil decir que yo me salgo de la manada, se considera anormal no demostrar una alegría extrema. Yo he participado y participo, en cierto modo, de las fiestas, formo parte del entramado de esta vida, pero eso no quiere decir que comparta las festividades obligatorias, vivo en este mundo y no me queda otro remedio que ser un borreguito mas de la manada. Pero de ahí a estar gozoso y a pleno rendimiento, internamente, yo tengo mi punto de vista y los buenos momentos no requieren de fechas obligadas que figuren en colorado en los calendarios. Luces abundantes, aunque luego nos hablen de restricciones, adornos de diseño, exhibicionismos, ofertas de consumo, alimentos que se sale de tono, todo alegría. Después vendrá el tío Paco con la rebaja. ¿Qué amargo es, eh?. ¡Cuánto duele oír las críticas cuando se dicen las cosas claras.!

(Este escrito como se verá lo escribí en los principios de las Fiestas de Navidad, concretamente el 22 de diciembre, pero es aplicable a muchos momentos del año, ‘carnavales’, ‘semana santa’, ‘vacaciones veraniegas’, ‘patronos, patronas y festividades comunitarias’, etc.)

 

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