FELICITACIONES

Aunque en parte se contradiga con mis opiniones alrededor de felicitaciones demasiado gratuitas e hipócritas. Es muy fácil desear buenos sentimientos a cualquiera sin, ni siquiera tenerlo en cuenta, como decir un ‘buenos días’ como fórmula de cortesía con la persona que te cruzas pero que, realmente, solo conoces de vista. ¿Le deseas de verdad buenos días, o es una simple fórmula de salutación, como podría ser un ‘hola’, ‘hasta luego’, etc. Pues ya digo aunque tenga mis opiniones particulares sobre estos momentos me permito la licencia de dar parabienes y acompañarlos de buenos deseos a los que compartan en alguna ocasión estas modestas escrituras que solo tienen un fin, mi modesta expresión bajo un punto de vista subjetivo de ciertas opiniones, acertadas o no sobre temas cotidianos de muchos aspectos de la vida que nos rodea. Procurando no adornar demasiado, ni echar nada mas que el aderezo necesario.  Eso sí, quiero dejar constancia que a quien desee ‘bienestar’, este no es pasajero, no es flor de un día, es constante. No sé tiene que aplicar solo a una situación de excesiva sonrisa vana, muy apropiada en estas fechas de calendario.

Cada día debiera de ser un momento para abordar y dedicar deseos de felicidad y fortaleza y vigor ante las situaciones menos favorables. Sé dirá que, normalmente, esas felicitaciones son así. Pensémoslo bien, reparemos profundamente en ello, ¿lo hacemos con ese deseo de verdad? O insisto, es una salida del paso. Yo en estos días he escuchado palabras de ese estilo que me dirigido personas que nos cruzamos en mi comunidad que tiene un pasillo al que salen 7 portales y que les conoces desde hace 20 años y casi a diario miran al techo o al suelo para eludir un ‘buenos días’. ¿De verdad esa persona, hoy te dedica sus mejores deseos de felicidad.?. Ya llegará mañana y volveremos a ‘ignorarnos’, ya ha vencido el plazo de esa deseada situación, han pasado los días de cuando se dice, pues se acabo la ‘pantomima’.
Por ello y a quien se lo doy mi amplio deseo de felicidad en los próximos 365 días y a partir de ese momento, renovación por otros tantos, los deseo de corazón con fuerza y espíritu. Yo soy el primero que los necesita.