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PARÁBOLAS

PARÁBOLAS

Las parábolas son narraciones bíblicas del Nuevo Testamento, en donde Jesús, en sus predicaciones, pone ejemplos a la audiencia con moraleja incluida para hacerlo más comprensible. En ellas hacía ver lo bueno y lo malo de las cosas, para tratar de sacar conclusiones que condujeran a ejemplos positivos. Creo que hasta aquí mas o menos todos conocemos algo de ello. Además todas las religiones siempre han puesto empeño en ejemplificar aunque posteriormente nunca se la ha sacado el fruto esperado.

No es que esté muy versado pero al parecer dentro de la estirpe judía, los samaritanos, no gozaban de la mejor consideración, por ello destaca como ejemplo la parábola ‘ del buen samaritano’ y se la saca a relucir cuando alguien hace algo en plan desinteresado. Todo ello está muy bien, es muy loable. Pero nunca conoceremos bien el alcance de los pro y contras en cualquier actitud. Con toda la buena fe del mundo puedes ayudar a otro, con la sana intención de un aporte de buena voluntad de colaborar en una buena causa pero, sopesamos adecuadamente que si por un incidente casual algo se complicara ¿cuál sería en ese momento nuestra situación o justificación?. Seríamos realmente comprendidos por la parte perjudicada y aún así nuestra propia conciencia no nos perseguiría.

Acabo de tener un pequeño incidente que justifica en parte algo de estos comentarios. En la residencia donde está mi madre, una señora con su cabeza también desorientada me solicita le ponga el reloj en hora. Reloj muy antiguo y de poca consistencia, con tan mala suerte que al ir tocar la coronilla esta se desprendió y además se perdió, algo que era igual, porque se había roto. No digamos el disgusto que me llevé con ello, la señora, encima en sus condiciones, no hacía mas que lamentarse, las cuidadoras me dijeron que no tenía importancia alguna. Pretendí indicarle que le llevaría uno nuevo. De nada sirvió, dijo que era un recuerdo. Me siguieron aconsejando el personal que olvidara el incidente y eso que esa circunstancia tenía una solución material.

Bien pues entonces imaginemos una persona que se hace cargo de un niño durante un rato y tiene la fatalidad de que surja un incidente, ¿qué responsabilidad nos colocarían y nos echaríamos nosotros mismos?. Seguro que al perjudicado le quedaría el resquemor de pensar que ha existido algo de negligencia y a tu mismo te abrumarías en lamentaciones.

Tengamos cuidado con nuestras buenas acciones no estamos libres de incidentes o accidentes y ¿luego como arreglamos el problema?

¿Esto es ser negativo?. Vale pues soy negativo. Se podrá decir que entonces no se debe nunca hacer nada. Mi comentario es una simple advertencia. Si te ocurre con alguien propio, aunque la situación sea grave, igual, nadie te va a demandar y se podrá siempre decir que ahí ponías mas empeño.

Se me podrá tachar de fatalista, cada uno que lo vea como quiera. Es preciso hacer favores, sí, siempre que no conlleven unas complicaciones no pretendidas pero posibles.

Prometo que también publicaré temas de mayor elevación de espíritu, pero sabemos que la vida es un camino pedregoso y lleno de recovecos.

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